Ministro alemán propone multas más elevadas para ricos
23 de enero de 2019
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Los ricos deberían pagar multas de tráfico más elevadas jugosas que aquellos que tienen menores ingresos. Son las declaraciones del titular de Interior de la región Baja Sajonia, Boris Pistorius, al diario Süddeutsche Zeitung. "Es algo que se podría tener en cuenta porque a los adinerados o a los millonarios no les afecta pagar de 240 a 680 euros por cometer una violación grave de los límites de velocidad", dijo Boris Pistorius.
El político socialdemócrata recordó que estas multas pecuniarias "son difíciles de aceptar" para gente de menores ingresos como aprendices, peluqueros o enfermeros. El exceso de velocidad es una de las infracciones más comunes en Alemania, un país que carece de un límite general de velocidad. Pistorius recalcó que su intención no es la de aumentar las multas para ricos en todos los casos, sino en aquellos en los que, por ejemplo, el exceso supera los 50 kilómetros por hora. Recordó que algo similar existe para las sentencias de juicios penales, en las que las sanciones económicas se calculan de acuerdo a los ingresos del condenado.(dpa/efe)
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10 pasiones muy alemanas
Si bien es cierto que no todos los alemanes muestran entusiasmo por los hábitos culturales descritos en esta galería, a usted no debería sorprenderle conocer a uno que sí lo haga...
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
La cerveza
En promedio, sólo los checos beben más cerveza que los alemanes. No a todos los alemanes les gusta, pero su consumo se ha impuesto como hábito social. Eso sí, apartando todo cliché, en Alemania, los amantes de la cerveza pueden ser extremadamente creativos a la hora de abrir una botella sin un destapador.
Imagen: picture-alliance/dpa
El papeleo
Las carpetas archivadoras son una invención alemana. Algunos creen que a los alemanes son unos fanáticos del orden; pero es muy probable que sea la burocracia que los rodea la que obliga hasta a las personas más descuidadas a tener sus documentos en regla y a la mano. A pesar de la digitalización, el Estado demanda montones de papeles con mucha frecuencia.
Imagen: Colourbox/M. Chab
Las rebajas
Alemania es un país donde las tiendas de descuentos atraen a personas de todas las clases sociales. La gente siempre está en busca de una buena oferta; pero los más diestros en esas lides son llamados “Schnäppchenjäger”: cazadores de gangas. Esa tendencia es la que ha hecho posible que la expresión “Geiz ist geil!” (la tacañería es sexy) se haya vuelto parte de la cultura popular.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Murat
Los viajes
Si usted está en una zona remota del planeta y se topa con un sólo turista, lo más probable es que éste sea alemán. Pero, aunque a los alemanes les apasiona viajar, muchos de ellos tienden a visitar una y otra vez los mismos sitios. Como muestra, la isla de Mallorca. El Ballermann 6 (foto) es un local mallorquín conocido por los excesos en que incurren algunos alemanes cuando están de vacaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa
Schrebergärten, las colonias de jardineros
Si un alemán se queda en la ciudad durante todo el verano, lo más probable es que tenga un huerto –lotes de tamaño variable dotados con una pequeña cabaña– en una de las 1,4 millones de colonias de jardineros que existen en el país. Allí pueden dedicarse a sus cultivos con relativa libertad. Esos huertos están estrictamente regulados y cada colonia tiene sus propias normas adicionales.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Schmidt
FKK, la cultura del cuerpo libre
El movimiento nudista alemán fue pionero en todo el mundo: éste surgió a finales del siglo XIX en el seno de clubs que promovían la “Freikörperkultur” o FKK (la cultura del cuerpo libre). Eso contrubuyó a debilitar el tabú en torno a la desnudez, sobre todo aunque no exclusivamente en el este de Alemania y no solamente en los campos nudistas.
Imagen: picture-alliance/ dpa
La obediencia a las normas de tránsito
Como adulto, usted puede estar convencido de que puede cruzar la calle con el semáforo en rojo, si no hay coches en la cercanía. Pero no se sorprenda si, al hacerlo, un alemán le grita con tono de reproche: “¡Luz roja!” Esa infracción es particularmente mal vista, por ser un mal ejemplo, en especial cuando los niños son testigos de ella.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
¿La peña? ¿La tertulia? ¡La Stammtisch!
Originalmente, el término “Stammtisch” aludía a la mesa de un local que solía estar reservada para que los clientes regulares jugaran cartas o discutieran a sus anchas sobre política como si estuvieran en las salas de sus casas. Dada la poca sofisticación de esas tertulias, la palabra adquirió una mala reputación. No obstante, ese es el nombre que reciben los encuentros periódicos más disímiles.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Weigel
”Tatort“
Casi todos los domingos alrededor de diez millones de alemanes sintonizan la serie de televisión “Tatort” (“Escena del crimen”), que se transmite sin pausa desde 1970. Las televisoras públicas regionales se turnan en la producción de los episodios; de ahí que los casos policiales presentados tengan lugar en distintas ciudades. Ver la serie es más divertido en grupo y, de ser posible, en un bar.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Hoppe
Café y torta, todos los días...
La tradición de “Kaffee und Kuchen” invita a los alemanes a tomar café y comer torta todas las tardes, con la puntualidad con que un británico toma su té; pero muchos limitan su consumo a los fines de semana. En Alemania, la persona que cumple años es la que debe llevar torta a su puesto de trabajo para celebrar el aniversario con sus compañeros.