La reunión tendrá lugar en Key Biscayne, Florida, para analizar temas de defensa y la posible creación de una fuerza de seguridad regional integrada por los ejércitos de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, para combatir el terrorismo, la delincuencia juvenil y el narcotráfico, según se indicó.

Un tema que también se abordará en el encuentro de dos días es el proceso de destrucción de misiles antiaéreos rusos, conocidos como SAM-7 en poder del Ejército nicaragüense, y cuya eliminación total ha sido exigida insistentemente por Washington.

En declaraciones difundidas en Managua, el subsecretario de Defensa para Política del Hemisferio Occidental, Roger Pardo-Maurer, afirmó que la destrucción de los misiles "es importante para la seguridad de la región. Ellos (los nicaragüenses) no los necesitan".

El Ejército de Nicaragua destruyó 1.000 SAM-7 durante el último año, y aún conserva una cantidad similar en sus arsenales. El Congreso, dominado por los opositores Partido Liberal y Frente Sandinista, ha prohibido al Ejecutivo autorizar nuevas destrucciones sin un aval expreso del Parlamento.

Un vocero castrense en Managua indicó que el ministro Ramírez pedirá a Rumsfeld más ayuda militar, para lo cual debería destrabarse un fondo de 2,3 millones de dólares suspendido por el Departamento de Defensa en espera de la destrucción total de los SAM-7.