Jefe del Ejército mexicano: "Esto no se resuelve a balazos"
9 de diciembre de 2016
El ministro de Defensa y jefe del Ejército mexicano, Salvador Cienfuegos, afirmó que los problemas de inseguridad no se resuelven "a balazos" y que militares requieren de un marco legal para seguir en las calles.
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El ministro mexicano de Defensa, Salvador Cienfuegos, dijo hoy (08.12.2016) que la violencia no puede solucionarse "a balazos" y consideró que el nuevo sistema de justicia penal, implementado este año, no está funcionando como debería. Asimismo, dijo estar a favor de que las tropas del Ejército vuelvan a los cuarteles y dejen de combatir en las calles la delincuencia organizada, una labor que comenzaron a finales de 2006.
En una conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) afirmó que levantaría "no una, sino las dos manos" para que el Ejército vuelva a los cuarteles y lleve a cabo las tareas que le corresponden constitucionalmente. "Nosotros no pedimos estar aquí (en las calles), no nos sentimos a gusto. No estudiamos para perseguir delincuentes, nuestra función es otra y se está desnaturalizando", apuntó.
Guerra contra el narcotráfico
Esta es la primera vez que Cienfuegos, en el cargo desde el inicio de la Administración de Enrique Peña Nieto en diciembre de 2012, expresa públicamente su rechazo a la decisión tomada hace una década por el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012).
En el marco de la llamada guerra contra el narcotráfico lanzada por Calderón, marinos y soldados salieron a las calles para combatir la delincuencia organizada, en una decisión muy cuestionada por el elevado número de fallecidos que arrastra el país.
Cienfuegos había reclamado ya en otras ocasiones un marco legal que dé certeza a los soldados, cuyo involucramiento en labores policiales es muy criticado por organismos de derechos humanos. "Si quieren que regresemos a nuestros cuarteles, soy el primero en alzar la mano para regresar a nuestras labores constitucionales", dijo. "El día que resbalemos nos va a pasar como al equilibrista, vamos a caer y no habrá red", cuestionó.
Durante su campaña electoral, Peña Nieto prometió el retorno "gradual" de los militares a los cuarteles en la medida en que se registrara una disminución de la violencia del crimen organizado, pero transcurridos cuatro años de su mandato eso no ha ocurrido.
FEW (EFE, dpa)
El muro de Trump: ¿de acero o cemento?
Donald Trump tiene un objetivo: construir un muro. Este sería el mayor proyecto de construcción para el magnate de bienes raíces. Actualmente ya existe una valla de acero y alambre de púas entre México y EE.UU.
Imagen: Reuters/J. L. Gonzalez
Trump y las obras de construcción….
“Voy a construir un muro en nuestra frontera sur… nadie construye mejor que yo, y voy a hacer que México pague por esta valla”. Esto es lo que dijo el presidente electo de los Estados Unidos de América durante su campaña electoral. Él ya ha construido principalmente casas de varios pisos y hoteles. El muro fronterizo es la prioridad de sus puntos sobre política de inmigración.
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No es nada nuevo
La frontera entre EE.UU. y México tiene 3.200 kilómetros de largo, de los cuales 1.100 ya están cercados. La frontera cubre cuatro estados estadounidenses y seis estados mexicanos. Pasa a través del desierto y grandes ciudades. Hay sólo una pequeña parte de la frontera en Nuevo México que está abierta. Otros sitios son vigilados por las fuerzas de la protección de fronteras de EE.UU.
Imagen: Reuters/M. Blake
Obstáculo de acero
Se estima que cada año llegan cerca de 350.000 ilegales a EE.UU. Una gran parte proviene de México. El que vive ilegalmente en Estados Unidos tiene muchos problemas. Algunos mexicanos son tolerados, pero sus familias, al otro lado de la frontera, no obtienen una visa. Los inmigrantes buscan una vida mejor, trabajo y más dinero para sus familias.
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Un pequeño roce
Muchas familias están separadas por la valla. Un abrazo es imposible. Apenas se pueden rozar las manos que pasan entre las vigas de acero. La esperanza de volverse a reunir se esfuma con la elección de Donald Trump.
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Las amenazas no los asustan
“Cuando México envía a su gente, no envía a los mejores”, dijo Trump durante su campaña.” “Envían gente con muchos problemas. Son drogadictos, delincuentes, violadores. Algunos, supongo, son buenas personas”. Trump quiere deportar a los ilegales, al menos a los criminales. A pesar de las amenazas, muchos mexicanos mantienen su planes de irse a Estados Unidos.
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Desierto, frontera y de regreso…
Para algunos mexicanos su sueño terminó en la frontera. Se encuentran en la cárcel o muchas veces llegan a morir. Medios de comunicación critican a las fuerzas de seguridad estadounidenses que vigilan la frontera. Seis mexicanos inocentes fueron abatidos. Nadie fue condenado. Sólo en 2015, un miembro de la protección fronteriza de Estados Unidos fue acusado por un fiscal federal.
Imagen: Reuters/D.A. Garcia
La escopeta asusta a invitados no deseados
Jim Chilton, un agricultor estadounidense, vigila su propiedad. Su granja de 200.000 metros cuadrados se encuentra al sureste de Arizona y limita con México. Sólo se interpone una cerca de alambre de púas. Chilton se siente reponsable de su propia seguridad y lleva siempre su arma de fuego.
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Un final curioso
“Muro de la tortilla“ es el nombre coloquial, más bien despectivo, que se da a los 22,5 kilómetros que hay entre el paso fronterizo de Otay Mesa en San Diego, California, y el Océano Pacífico.
Autor: Sabrina Pabst / (KM)