Un campo minado

El diario Neue Osnabrücker Zeitung de Osnabrück observa que “el antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército Alemán, Wolfgang Schneiderhan, deja a un lado la lealtad y se enfrenta al Ministro de Defensa, por quien se siente injustamente separado de su cargo. Para el general cinco estrellas se trata de una cuestión de honor, para el ministro se trata de supervivencia política.” (…) “El ministerio de defensa semeja un campo minado: con sus indiscreciones dirigidas y ahora encima con la existencia de un grupo especial 85, dedicado a disimular los errores militares cometidos en Afganistán. (…)"

Ministro de Defensa propia

Desde Essen, el rotativo Westdeutsche Allgemeine Zeitung comenta la „fría batalla de venganza, que llevó a cabo ayer (…) en el frente parlamentario Wolfgang Schneiderhan, antes el soldado alemán de mayor rango. Su blanco era inequívocamente: Karl-Theodor zu Guttenberg. (…) Guttenberg había despedido a Schneiderhan y a un Secretario de Estado por no haberlo informado correctamente sobre puntos centrales del devastador ataque aéreo en Afganistán. La versión de Schneiderhan, que reconstruye minuciosamente los hechos ocurridos el 4 de septiembre del 2009, pone en duda las justificaciones del ministro. Todo podría haber sido de este modo: Luego de un informe discutible publicado en un diario de masas, el ministro, que suele cuidar de figurar muy bien en los sondeos, teme que ruede su propia cabeza y sacrifica entonces precipitadamente a dos de las cabezas más expertas de su casa. A partir de ahora Guttenberg es sobre todo Ministro de Defensa propia.”

Superestrella en declive

En Bielefeld, el diario Neue Westfälische opina que “la nueva superestrella de la política alemana, Karl-Theodor zu Guttenberg (CSU), primero ministro de Economía, luego de Defensa, festejado por los medios y en su patria bávara visto ya como el próximo jefe del partido y ministro presidente, ha perdido por completo su encanto. El apuesto y siempre bien engominado antiguo cazador de montaña fue rudamente bajado a la tierra por quien hasta hace pocos meses había sido el oficial mayor del ejército alemán. Wolfgang Schneiderhan, quien fuera despedido por Guttenberg, dejó en claro frente a la comisión de investigación parlamentaria que él informó en todo momento a los ministros a cargo (…) sobre los detalles relevantes respecto al bombardeo en Kundus. (…) Aunque Schneiderhan no lo haya dicho claramente, todos los integrantes de la comisión percibieron que Schneiderhan considera su despido como injustificado y las razones para el mismo traídas de los pelos. (…) Pero Guttenberg no va a perder su puesto debido a su comportamiento erróneo. La coalición entre los partidos CDU, FDP y CSU es demasiado frágil para eso y las elecciones en Rhenania Westfalia del Norte son demasiado próximas. Pero su buen nombre en el ejército está arruinado, mientras que Schneiderhan siempre fue y sigue siendo apreciado.”

Editor: Enrique López Magallón