¿Misión en Libia con segundas intenciones?
21 de enero de 2016El partido alemán opositor La Izquierda expresó sus sospechas acerca de un “pacto sucio” con Libia luego de que la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, anunciara el envío de tropas para apoyar a un potencial gobierno de unidad en el fracturado país del norte de África: “Alemania no huirá de su responsabilidad de ayudar a Libia”, dijo von der Leyen al diario Bild el lunes (18.1.2016).
El portavoz de Política Exterior del Partido La Izquierda, Jan van Aken, sospecha, sin embargo, que detrás de ese anuncio sospechaba se halle “pacto sucio” para apoyar al gobierno libio a cambio de que Libia impida que sigan llegando más migrantes a Europa desde sus costas.
Aún no se revelaron detalles sobre la misión
El Ministerio alemán de Defensa aún no reveló detalles sobre la misión militar a Libia y no respondió a preguntas de DW el martes (19.1.2016) al respecto. Es, por tanto, difícil saber en qué consistirá exactamente, dijo Mattia Toaldo, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Pero hace tiempo que en Roma el tema de proveer de una misión militar a una Libia unificada está sobre la mesa y no es necesariamente una mala idea, dijo a DW. “En principio, es algo positivo entrenar a las fuerzas de seguridad libias”. Seguramente es una mejor opción que los bombardeos: “Está comprobado que los bombardeos no son útiles, e incluso son perjudiciales en Libia”, señaló. “Además, si se mata al líder de un grupo terrorista se inicia una competencia que se llevará a cabo por medio de la crueldad, no de los votos, de modo que, si no hay fuerzas terrestres en Libia que liberen al país de Daesh (Estado Islámico), no habrá ninguna medida realista”.
La Unión Europea, que siempre trató de presionar a Libia y a otros países del Mediterráneo para que frenen el flujo migratorio hacia Europa, ya puso en marcha la “Operación Sophia” para capturar a traficantes de personas en las costas del Mediterráneo. “Una de mis sospechas es que, luego de que se establezca un gobierno unificado en Libia –si es que alguna vez sucede- una de las demandas de los países europeos será que la misión Sophia se agrande y permita una intervención en tierra en Libia”, explica el experto.
En este momento no queda claro qué más podría hacer el gobierno libio para impedir que la gente parta de sus costas. Hasta ahora, la solución había pasado por campos de internación. Pero además de la crisis humanitaria, la situación política en Libia es actualmente desastrosa. Dos parlamentos rivales, en Trípolis y Tobruk, están en guerra. El Congreso Nacional de Trípoli está controlado por el movimiento islamista Lybia Dawn, mientras el Parlamento de Tobruk goza del reconocimiento internacional. Para complicar aún más el panorama, se cree que hay cerca de 100 milicias independientes que también operan en el país.
“Debemos trabajar con la premisa de que todas las estructuras estatales de Libia han colapsado en los últimos dos años y medio”, subrayó el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank Walter Steinmeier, en diciembre de 2015. El martes se anunció la formación de un gobierno de unidad nacional libio con sede enTúnez, apoyado por la ONU, tras un año de mediaciones. Está encabezado por el primer ministro, Fayez Sarraj, y cuenta con un gabinete de 32 miembros. Un gobierno cuyo objetivo es intentar la conciliación entre las dos facciones enemigas. Una tarea que no será nada fácil, ya que las milicias de Trípoli en la vecina Libia ya advirtieron que los miembros del gabinete con base en Túnez se arriesgan a ser arrestados si ponen un pie en Libia.