"En este marco de enclave autoritario, reconocimientos como el premio Sájarov son importantes. La comunidad internacional pone los ojos en este país y esta región y con ello respalda la labor de las personas que hacemos defensa de los derechos humanos”, dijo a DW Morena Herrera.

La activista salvadoreña ha quedado finalista al Premio Sájarov, el galardón anual del Parlamento Europeo a la Libertad de Conciencia, junto con la activista polaca Justina Wydrziiska, que fue condenada a ocho meses de trabajos comunitarios por ayudar a una mujer a abortar, y con la ginecóloga-obstetra estadounidense Colleen McNicholas, con un largo historial de defensa de la salud reproductiva. 

El cuerpo de la mujeres, eje de conflicto

"Si hay en este momento un eje de conflicto con la derecha extrema, ése es el cuerpo de las mujeres y los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos. Esos derechos deberían estar en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Para nosotros no es solo importante que sean mujeres, activistas y feministas, sino que además estén las tres centradas en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos", dice a DW María Eugenia Rodríguez Palop, vicepresidenta de la Comision de Derechos de la Mujer y miemro del grupo que propuso a estas tres mujeres para el Premio Sájarov.

"Las luchas de las tres no son fáciles, pero la de Morena Herrera, una referencia feminista indiscutible, es de larga data y en un contexto muy violento y agresivo. El riesgo que corre en El Salvador, con su grave situación de derechos humanos, es profundamente preocupante", añade Rodríguez Palop.

Un poco de historia 

En 2009, Morena Herrera comenzó a luchar por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico, desde una agrupación ciudadana. Hasta el 1997, el aborto estaba permitido en El Salvador en tres causales: peligro para la vida de la mujer, en caso de violación y en caso de anormalidad fetal. Luego se cambió el Código Penal y el aborto fue prohibido en cualquier caso, con penas de entre 30 y 50 años de cárcel.

Hay que señalar que en El Salvador, el 36% de los partos hospitalarios son de niñas de 9 a 18 años. Sin una educación sexual adecuada, el acceso limitado a los métodos anticonceptivos y la prohibición total del aborto, las jóvenes se quedan sin salida, aparte de los abortos clandestinos (unos 35.000 al año) o el suicidio, que representan el 57% de las muertes de adolescentes embarazadas.

La primera mujer que la Agrupación ayudó a liberar era madre de tres hijos y había llegado al hospital con un sangrado espontáneo. Fue condenada a 30 años de cárcel. En 2015, Morena Herrera lideró la campaña por la liberación de "Las 17”: diecisiete mujer con condenas de 30 años. Una de ellas, Guadalupe, había sufrido un aborto espontáneo después de una violación.

La agrupación de Morena Herrera encabezó también, hace diez años, la defensa de Beatriz, la joven de 22 años cuyo segundo embarazo era inviable; el feto padecía una malformación congénita del encéfalo. Aunque su vida corría peligro, se le negó el derecho a abortar. Su caso llegó a la Corte Intermericana de Derechos Humanos.

Un premio a la libertad de conciencia

"Nos encontramos en escenarios violentos histórica y coyunturalmente, desafiantes", explica Morena Herrera. "Si bien hemos avanzado en el reconocimiento formal de derechos, hay aún las barreras que los niegan. En cuanto al derecho al aborto, hay mucha resistencia, tanto institucional como de algunos grupos de poder económico y político que se niegan a dejar de considerarlo un delito y a verlo como  un problema de salud pública”, explica la activista.

Según Rodríguez Palop, el Premio a la Libertad de Conciencia y la lucha por los derechos reproductivos tienen en común el espacio más íntimo del ser humano. "Es el nudo gordiano del derecho a la libertad y a la autonomía, también la reproductiva", subraya la eurodiputada.

"No es una lucha fàcil. Pero los reconocimientos formales nos dan más herramientas para luchar", dice Morena Herrera. "Vivo esta nominación como una respaldo a las luchas, trabajos y esfuerzos colectivos”, concluye.

(ers)