Moscú niega nexos entre rusos detenidos en Minsk y oposición
1 de agosto de 2020
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Las declaraciones de las autoridades bielorrusas sobre un supuesto complot entre 33 rusos detenidos en las cercanías de Minsk y los políticos opositores bielorrusos Sergei Tijanovski y Nikolai Statkevich, presos en este país, son falsas, declaró este sábado (01.08.2020) el cónsul de Rusia en la capital de Bielorrusia, Kiril Pletnev.
"En la orden de detención se indica que el grupo se involucró deliberadamente en un complot con Tijanovski y Statkevich, lo cual no tiene nada que ver con la realidad", afirmó en el canal Rossiya 24. El representante diplomático afirmó disponer de una copia de la orden de detención que fue presentada a los 33 ciudadanos rusos, en la cual "se observa una actitud tendenciosa de las autoridades bielorrusas".
Las fuerzas de seguridad de Bielorrusia detuvieron en la madrugada del 29 de julio a 33 supuestos mercenarios de la compañía militar privada rusa conocida como grupo Wagner, que presuntamente tenían la tarea de provocar el caos en el país de cara a las elecciones presidenciales del 9 de agosto próximo.
La oposición, encabezada por Svetlana Tijanovskaya, esposa de Sergei, se ha desmarcado de los rusos detenidos y ha condenado el intento de las autoridades de vincularles a su campaña.
El bloguero opositor Tijanovski fue detenido en mayo pasado cuando participaba en un piquete electoral autorizado en la ciudad de Grodno para recaudar firmas, al cual acudió cerca de un millar de personas, al igual que el excandidato presidencial Statkevich, invalidado por las autoridades y detenido durante la campaña.
La campaña presidencial ha sido inédita y ha estado marcada por el hartazgo con el "eterno" presidente Alexandr Lukashenko manifestado por decenas de miles de bielorrusos, por las detenciones de candidatos, activistas y periodistas, y por el ascenso de la candidata opositora Svetlana Tijanovskaya. (EFE)
Vladimir Putin: el camino hacia el poder
En 2018, Vladimir Putin fue reelecto por tercera vez como presidente. Aquí repasamos el meteórico ascenso de un sencillo agente del servicio secreto KGB a político imparable.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Kadobnov
Un cadete de la KGB
Putin nació en San Petersburgo en 1952. Tras finalizar sus estudios de Derecho, se unió al servicio de inteligencia soviético KGB en 1975. Su primera tarea consistió en observar ciudadanos extranjeros y empleados de consulados en su ciudad natal. Después fue enviado a Dresde, en el este de Alemania. Tras la caída del Muro De Berlín, Putin quemó cientos de documentos de la KGB.
A la izquierda, se puede ver al joven Putin junto al exalcalde de San Petersburgo Anatoly Sobchak. Éste había sido profesor de Putin, asesorándolo en materia de política internacional. Pese a un escándalo de corrupción al comienzo de su carrera política, su amistad con Sobchak evitó que perdiera su puesto.
Imagen: Imago/ITAR-TASS
Un ascenso meteórico
Putin pronto cambió San Petersburgo por la capital política, Moscú. En 1997, el presidente Boris Yeltsin le dio un puesto de nivel medio en su gobierno, un cargo que Putin supo aprovechar para entablar importantes amistades políticas, que le servirían en el futuro.
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La muerte de un amigo
La muerte de Anatoly Sobchak, en el año 2000, afectó profundamente a Putin. Su antiguo mentor fue uno de los primeros políticos que propusieron a Putin como presidente. Un año antes, había usado sus conexiones políticas para que se desestimaran las acusaciones por corrupción contra Sobchak.
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Presidente interino
En junio del año 2000, Boris Yeltsin dimitió, dejando a su primer ministro como jefe interino. En el marco de la campaña presidencial, resurgieron las acusaciones de corrupción en contra de Putin de cuando trabajaba en el gobierno de San Petersburgo. Marina Salye, la abogada que sacó a la luz el tema, fue obligada a abandonar la ciudad.
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Tándem "democrático"
Puesto que la Constitución prohibía una segunda reelección consecutiva de Putin en 2008, su primer ministro Dimitri Medvedev se presentó a las elecciones. Cuando éste asumió la presidencia nombró a Putin como su primer ministro. Esta maniobra fue fuertemente criticada como antidemocrática y, en Moscú, muchos consideraban a Medvedev un títere de Putin.
Imagen: Imago/ITAR-TASS
Victoria electoral
En marzo de 2018, Vladimir Putin fue reelegido por tercera vez como presidente. Puesto que el mandato presidencial se ha extendido, Putin gobernará los próximos seis años. Los comicios estuvieron marcados por una oposición debilitada y acusaciones de fraude.