El jefe de las operaciones conjuntas iraquíes, general Taleb Shagati, aseguró hoy que "en las próximas horas" las fuerzas a su mando podrían irrumpir en Mosul.
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En una rueda de prensa celebrada este lunes (31.10.2016) en la sede de las operaciones conjuntas, en Bartala, localidad recientemente liberada, Shagati destacó los avances en las zonas de Bazwaya, al Kukachli y Uqufa.
El general de las fuerzas conjuntas iraquíes explicó que las áreas de Kuakachli y Bazwaya se encuentran en la entrada este de Mosul, bastión en Irak del grupo yihadista Estado Islámico (EI), y en ellas continúa la lucha de las fuerzas antiterroristas del Ejército contra los combatientes del EI.
En este sentido, subrayó la posibilidad de que las fuerzas a su mando entren "en las próximas horas" en Mosul, capital de la provincia septentrional iraquí de Nínive, para dar comienzo a su liberación.
Según Shagati, el Ejército cuenta en su avance con la cooperación de los vecinos de las distintas zonas en las que combaten.
Asimismo, indicó que las tropas iraquíes están preparadas para cualquier eventualidad, incluida la posibilidad de que los yihadistas empleen gases venenosos.
Las fuerzas de la coalición internacional, comandadas por Estados Unidos entregaron más de 24.000 máscaras de gas a las fuerzas y iraquíes y kurdoiraquíes, antes del comienzo de la ofensiva, que arrancó el pasado día 17.
Según un comunicado difundido el pasado día 22, las coalición entregó este material debido a que el EI ya ha usado este tipo de armamento en anteriores ocasiones.
CP (efe, rtr, dpa)
Cuando la locura destruye la cultura
Bamiyan, Palmira y Timbuctú: lugares con monumentos milenarios, pero demasiada cultura e historia para los radicales islamistas. Las huellas de su destrucción van desde el Asia Central hasta el África Occidental.
Imagen: picture-alliance/dpa/N. Ahmed
Las ruinas de Timbuctú
Esta ciudad oasis que limita en el sur con el Sáhara se la conocía como la perla del desierto. En 2012, las milicias islamistas ocuparon la ciudad y destruyeron mausoleos de sabios islámicos por tratarse de "idolatría". Unos de los autores tendrá que comparecer en juicio en La Haya. Catorce de los mausoleos medievales ya fueron reconstruidos.
Imagen: Getty Images/AFP
Miedo a las letras
No solo se ensañaron con el Patrimonio de la Humanidad de piedra sino que también destrozaron, robaron y dañaron valiosos manuscritos. Se pudo recuperar una parte del tesoro escrito y ahora se está restaurando meticulosamente.
Imagen: DW/P. Breu
Antes y después
En Palmira, Siria, la milicia de la organización terrorista Estado Islámico parece que no soportaba el recuerdo de la diversidad cultural y la abundante historia del país. En 2015 dinamitaron el histórico templo de Baal.
Imagen: picture-alliance/dpa
Monumentos sacros
También las ruinas del templo de Baalshamin volaron por los aires, uno de los más relevantes monumentos antiguos sacros de todo el Oriente Próximo.
Imagen: Reuters/Stringer
Columnas convertidas en humo
Los terroristas de Estados Islámico usaron recipientes llenos de dinamita para destruir, captando en imágenes los hechos como parte de su propaganda. Así demuestran poder y fuerza. La diversidad cultural y religiosa es destruida ante los ojos de todo el mundo.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Visita de bárbáros a los museos
Los terroristas de Dáesh también filmaron el museo de Mosul en Irak mienras destruían su patrimonio cultural. Hay otro motivo por el que los museos están en peligro: con el robo y el tráfico ilegal de piezas antiguas, la organización terrorista Estado Islámico gana mucho dinero.
Imagen: picture-alliance/dpa/IS/Internet
A la sombra del Estado Islámico
Nínive, Hatra o la imagen Nimrud: donde rige el terrorismo asesino y destructor de Estado Islámico desaparece la memoria histórica y, por lo tanto, se pierde un patrimonio cultural incalculable e irreemplazable. Pero lo peor no son las pérdidas culturales, sino la pérdida de incontables vidas y los sufrimientos de personas torturadas y violadas.
Imagen: Militant video via AP
Los Budas de Bamiyan
Las estatuas de los Budas de Bamiyan medían más de 50 metros de altura, estaban ubicadas en un valle en el corazón de Afganistán y eran testimonio de la creencia budista de la época medieval. Las figuras pertenecían al Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. En marzo de 2001, un grupo de talibanes las dinamitaron y hasta ahora solo se han encontrado una parte de las ruinas.