Aunque los planes para ampliar el presupuesto 2014-2020 de la Unión Europea (UE) han sido rechazados por diversos sectores en varios países del bloque comunitario –sobre todo en Gran Bretaña–, Alemania cuenta con que sus socios llegarán a un acuerdo y terminarán dándoles el visto bueno en la próxima cumbre de Bruselas, pautada para el 22 y 23 de noviembre. Sin ahondar en detalles, la jefa del Gobierno germano, Angela Merkel, aseguró este jueves (1.11.2012) que haría todo lo que estaba en sus manos para “llegar a una solución”.

Consciente de la resistencia que ofrecen numerosos parlamentarios en Londres, la mujer fuerte de Berlín no quiso hablar de vetos de cara a la ampliación del presupuesto europeo. “Ya veremos cómo se desarrollan los acontecimientos”, comentó Merkel, quien conversará al respecto con el primer ministro británico, David Cameron, la próxima semana. El presupuesto en cuestión, que asciende a un billón de euros, ha atizado aún más el debate en torno a si la pertenencia de Gran Bretaña a la UE le trae más perjuicios que ventajas a la isla.

Disidencia entre los conservadores británicos

En la noche del miércoles (31.10.2012), 53 legisladores “rebeldes” del partido conservador británico se aliaron con los parlamentarios del opositor Partido Laborista para votar en contra de la ampliación del presupuesto comunitario. Pese a que la moción resultante no tiene carácter vinculante, el antagonismo que Cameron experimenta en sus propias filas ensombrece el futuro de su Gobierno: algunos dudan que pueda amansar a los euroescépticos de su partido y evitar el desmoronamiento de su coalición con los demócrata-liberales.

Después de todo, el partido demócrata-liberal británico tiende a ser más proeuropeo que los otros. Este 1º de noviembre, Nick Clegg, viceprimer ministro del país y líder de este grupo político, pronunció un discurso de una hora en el que tildó de utópica la exigencia de reducir el presupuesto europeo cuando la mayoría de los Estados comunitarios consideraba necesaria su ampliación. Además, Clegg advirtió a los conservadores disidentes que su actitud podría dejar a Gran Bretaña fuera de la UE.

Las tensiones se intensifican entre los conservadores. Aparte de demandar una reducción del presupuesto europeo, el ministro británico de Finanzas, George Osborne, señaló que el país rechazaría cualquier convenio sobre el mismo que perjudique a los contribuyentes. Otras figuras del partido conservador quieren que se efectúe un referendo para que la población vote a favor o en contra de que Gran Bretaña continúe siendo miembro de la UE.

Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse