MSF denuncia que México ha maltratado a 1.700 inmigrantes
17 de febrero de 2019
Según la ONG, esta semana, más de 1.700 inmigrantes que se habían refugiado en una fábrica abandonada en Piedras Negras, México, fueron rodeados por la policía y se les impidió salir de las instalaciones.
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La ONG Médicos sin Fronteras ha denunciado este sábado (16.02.2019) que las autoridades mexicanas impidieron durante varios días a sus cooperantes que accedieran a una fábrica abandonada de la localidad mexicana de Piedras Negras donde estaban refugiados unos 1.700 inmigrantes.
Los refugiados, según la ONG, fueron "rodeados por la Policía y los militares mexicanos y se les prohibió salir de las instalaciones" antes de comenzar a trasladarlos a "ciudades fronterizas inseguras en México, donde los migrantes a menudo son atacados y son extremadamente vulnerables al crimen y la violencia".
"La forma en que las autoridades mexicanas han tratado a los migrantes en Piedras Negras es inaceptable. Más de 1.700 personas han sido retenidas contra su voluntad en una fábrica abandonada, rodeadas de policías y soldados mexicanos, confinadas como si fueran delincuentes", lamenta Sergio Martín, coordinador de programas.
El cooperante recuerda que cientos de migrantes protestaron esta semana precisamente en Piedras Negras por la atención tardía en su solicitud para obtener asilo o una tarjeta humanitaria de parte del Instituto Nacional de Migración, con la que le sería posible permanecer y trabajar legalmente en México durante un año.
Detenciones arbitrarias
Según informó el noticiario En Punto, cientos de centroamericanos se amotinaron la noche del martes con golpes en las rejas para denunciar las detenciones arbitrarias y la falta de atención médica y migratoria.
"No debería sorprender que hayan estallado las protestas", explica Martín. "Esta terrible situación empeoró cuando las organizaciones humanitarias no pudieron acceder al sitio y cuando los migrantes fueron transportados de Piedras Negras a ciudades fronterizas inseguras", añade.
La ONG pudo acceder finalmente a las instalaciones. "Ayer pudimos reanudar el trabajo dentro del sitio en Piedras Negras para ofrecer ayuda psicológica para reducir los síntomas de estrés y ansiedad causados por este confinamiento y la incertidumbre de estas transferencias. Estamos monitoreando la ubicación de estas transferencias para comprender mejor las condiciones en los lugares donde se envían personas. Estamos tratando con personas vulnerables, que han viajado en un grupo grande para evitar la violencia que se puede encontrar a lo largo de la ruta. Al verse obligados a permanecer detenidos en el norte de México, han encontrado otro tipo de violencia", agregó MSF.
FEW (Europa Press, MSF)
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Migrantes de Centroamérica: parturientas y varadas en la frontera entre México y Estados Unidos
Alvin Jr. nació en México mientras sus padres huían de Honduras con la esperanza de encontrar refugio en Estados Unidos. A pie llegaron a la frontera con Estados Unidos y allí perseveran con el bebé en brazos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Erly Marcial y su hijo, Alvin Jr.
La hondureña Erly Marcial, de 21 años, tuvo a su tercer hijo mientras huía de su país con su esposo con la esperanza de obtener autorización para entrar a Estados Unidos. El pequeño Alvin Jr. llegó con seis semanas de adelanto en un hospital de Puebla, México.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
México, a pie
Marcial tenía ocho meses de embarazo cuando ella y su esposo, Alvin Reyes, decidieron escapar de la violencia que azota a su ciudad, Sabá, llevando en coche a sus otros dos hijos: María (6) y David (2). Eso hizo que el viaje fuera muy lento. Honduras no es sólo uno de los países más peligrosos del mundo, sino también uno de los más pobres en Centroamérica.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Descanso, a duras penas
La familia se vio forzada a dormir en la calle, con los niños a buen resguardo entre los padres. La breve pausa sobre el asfalto en la ciudad mexicana de Tapanatepec no fue descanso suficiente para Marcial. Pese a la abundancia de personas dispuestas a ayudar a los migrantes en su camino hacia el norte, los hondureños encontraron muy pocos lugares en México para abastecerse y relajarse realmente.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Un momento de solaz
Un riachuelo en el sur de México, cerca deTapanatepec, les ofreció a los viajeros una de las pocas oportunidades para bañarse tranquilos. Ellos tampoco tuvieron acceso regular a asistencia médica. La suya es una odisea en el estricto sentido de la palabra.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Hacinamiento e incertidumbre
La familia pudo cubrir un trecho de su viaje hacia el norte a bordo de un camión. El vehículo iba repleto de migrantes que, como ellos, sueñan con un futuro más auspicioso en un país más próspero que el suyo. El recorrido con el camión les permitió ahorrar energías, pero tuvo sus riesgos: Amnistía Internacional advierte que más de un vehículo cargado de migrantes se ha volteado por el camino.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Camino al hospital
Cuando Marcial llegó a Puebla con su familia comenzaron las dolorosas contracciones que avisaban la llegada de Alvin Jr. La Cruz Roja Mexicana se encargaron de llevarla al hospital. Una red de voluntarios numerosa se asegura de que los migrantes cenntroamericanos reciban la ayuda más urgente que necesitan a su paso por México. Los lugareños suelen ofrecer alojamiento y donar alimentos y ropa.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
El día después
La alegría de la pequeña María fue grande cuando sus padres la dejaron tomar a su hermano recién nacido en sus brazos. Con la cooperación de la embajada hondureña en México, el hospital de Puebla le entregó a Marcial la partida de nacimiento de Alvin Jr. Eso era lo único que necesitaban para poder continuar su viaje hacia Tijuana, en la frontera mexicano-estadounidense.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Varados en Tijuana
Marcial, su esposo y sus hijos quedaron represados en Tijuana como miles de migrantes centroamericanos más. Ellos esperan que esta no sea la última parada de su viaje, pero la frontera mexicano-estadounidense no es fácil de cruzar para solicitar asilo. Desde luego, si no consiguen entrar a Estados Unidos, la familia procurará construir su futuro en México. De regreso a Honduras, ni en sueños.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Biografía movida desde el principio
Cuando sea grande, Alvin Jr. podrá contar las incidencias que rodearon su nacimiento como si de una aventura se tratara.