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Muchos pies, pero ya ninguna cabeza

Daniel Martínez (ERC)5 de diciembre de 2015

El fútbol internacional anda acéfalo y es un caos administrativo: la FIFA no tiene presidente en propiedad, el de la UEFA está suspendido, los de la Conmebol y la Concacaf detenidos y en Alemania hay un dúo interino.

Imagen: Imago/GEPA pictures

Para entender la verdadera gravedad de la crisis del fútbol internacional por culpa de la corrupción basta darle una mirada a las posiciones de liderazgo en las principales entidades que administran este deporte en el mundo. Tanto la FIFA, máximo órgano rector del balompié, como la Federación Alemana de Fútbol (DFB), la más grande del planeta en cuanto a cantidad de socios, se han quedado sin dirigentes.

Esto ha ocurrido también en el ámbito continental europeo, sudamericano y de Centroamérica y el Caribe. Las principales regiones del fútbol, ya sea por la fortaleza de sus torneos o por ser los grandes surtidores de estrellas internacionales y los que más aficionados mueven, ya no tienen quién las guíe.

El balompié mundial va de tumbo en tumbo y de escándalo en escándalo. Y si bien es cierto que los pies de los futbolistas no paran de jugar, también lo es, como veremos a continuación, que junto al balón también ruedan las cabezas de dirigentes sospechosos de corrupción.

Joseph Blatter, expresidente de la FIFA.Imagen: Getty Images/P. Schmidli

FIFA

En mayo del 2015, pese a que la policía suiza detuvo a varios de sus vicepresidentes en una acción sin precedentes en Suiza, Joseph Blatter consiguió ser reelegido a su quinto periodo al frente de la FIFA para, apenas una semana más tarde, anunciar que renunciaba a la presidencia del organismo.

Blatter, sin embargo, aclaró que estaría al frente de la FIFA por lo menos hasta el 26 de febrero del 2016, fecha escogida para la elección de un nuevo presidente. Aún así, y en contra de sus planes, Joseph Blatter tuvo que retirarse del cargo el 8 de octubre pasado, tras ser suspendido por la Comisión de Ética de la FIFA por noventa días. Eso dejó a la organización en manos de Issa Hayatou, un controvertido funcionario deportivo camerunés cuya principal tarea como presidente interino es la organización del próximo congreso.

Hayatou no cuenta ni con el tiempo ni con el respaldo necesario para emprender reformas o administrar a plenitud una organización como la FIFA, que por ahora funciona casi por inercia pues tres de sus siete vicepresidentes –Michel Platini, Juan Ángel Napout y Alfredo Hawit– se encuentran suspendidos.

El presidente de la UEFA, Michel Platini, era el candidato con más opciones a suceder a Joseph Blatter en la FIFA.Imagen: picture-alliance/dpa/W. Bieri

UEFA

El presidente de la Confederación Europea de Fútbol, Michel Platini, era el candidato con más opciones a suceder a Joseph Blatter hasta que, junto al suizo, fue sancionado por la Comisión de Ética al no poder ni explicar, ni justificar, una serie de pagos millonarios recibidos casi una década después de supuestamente haberse desempeñado como consultor de la FIFA.

Operativamente el fútbol europeo sigue respondiendo a las órdenes de Platini, quien pese a ello ha sido alejado del Comité Ejecutivo de la FIFA, lo que debilita la posición de Europa en el fútbol internacional en tanto se aclara la situación jurídica y ética del famoso exfutbolista francés.

Wolfgang Niersbach, expresidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).Imagen: Getty Images/AFP/F. Cofrini

Latinoamérica

Las investigaciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos han convertido a los funcionarios de la Conmebol y la Concacaf en protagonistas principales de los escándalos de corrupción en el fútbol internacional. Ya en mayo habían caído diferentes directivos de Venezuela, Costa Rica, Nicaragua, Trinidad y Tobago, Paraguay y Uruguay, entre ellos expresidentes de ambas confederaciones.

La Copa América del 2015, que ganó Chile, transcurrió bajo la sombra de corrupción del fútbol de Latinoamérica, que vio como muchos otros dirigentes, incluidos los más importantes de Brasil y Colombia, renunciaban a sus posiciones acosados por las acciones de la justicia estadounidense que, esta semana, en cooperación con las autoridades helvéticas, detuvo a otros dos altos personajes del balompié: Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, y Alfredo Hawit, presidente de la Concacaf.

En ambas organizaciones el vacío de liderazgo crece en la misma proporción que se disminuye el deseo de distintos personajes del mundo del deporte de asumir su administración. El futuro institucional de la Conmebol y la Concacaf es hoy bastante incierto, así como lo es el fin de las acciones judiciales que marchan en Estados Unidos, sede el próximo año de la Copa América Centenario.

Alemania

El Mundial 2006, cuya organización tanta alegría le causó a Alemania, se convirtió en los últimos meses en un dolor de cabeza para la dirigencia de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) tras conocerse la existencia de una suma millonaria que presuntamente se usó para pagar por los votos de varios funcionarios de la FIFA para la asignación de la sede del evento.

Esas sospechas aún no se confirman, pero como consecuencia del escándalo, y tras haber sido allanadas las oficinas de la DFB por autoridades fiscales de Alemania, el presidente de la entidad, Wolfgang Niersbach, renunció al cargo. La federación, que es la más grande del mundo en cuanto a cantidad de socios, está actualmente en manos de dos administradores interinos pues la búsqueda de un nuevo presidente se ha tornado más difícil de lo que se antojaba.

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