El reconocido escritor y crítico literario argentino Ricardo Piglia murió a los 75 años en la ciudad de Buenos Aires, como consecuencia de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que padecía desde hace unos años.
Publicidad
El escritor argentino Ricardo Piglia, autor de obras como "Respiración artificial" y "Plata Quemada", falleció hoy (06.01.2017) a los 75 años tras varios años luchando contra una Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), confirmó el ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto.
La muerte de Piglia cierra un mes triste para la literatura argentina. El 9 de diciembre falleció la crítica y ensayista Josefina Ludmer. El 22, murió el cuentista y novelista Alberto Laiseca, una de las voces más originales de la literatura argentina, y un día más tarde, se fue el novelista Andrés Rivera.
Nueva narrativa argentina
Piglia, nacido el 24 de noviembre de 1941 en la localidad bonaerense de Adrogué, era considerado uno de los mejores exponentes de la nueva época narrativa argentina y entre los últimos galardones que recibió por su trayectoria se encuentra el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas (2013) y Premio Formentor de las Letras, en septiembre de 2015.
El también editor, crítico y profesor universitario había confesado en una entrevista con Efe el pasado noviembre que acababa de terminar un libro de cuentos y trabajaba en otro sobre las novelas cortas del uruguayo Juan Carlos Onetti. Además, revisaba el tercer y último volumen de "Los diarios de Emilio Renzi", su autobiografía, de la que publicó el segundo tomo el pasado año.
En sus páginas recorre en tercera persona a través de su álter ego, el autor Emilio Renzi (el segundo nombre y el segundo apellido de Piglia), medio siglo de su vida, que registró en los diarios en los que comenzó a apuntar, redactar y garabatear en 1957, cuando tenía 16 años.
FEW (EFE, dpa)
Goethe, el poeta y sus oficios
Fue toda una figura para la literatura. Sin embargo, Goethe nunca estaba del todo satisfecho y el versátil genio trató de destacar en muchos géneros. Aquí algunos de sus aspectos menos conocidos.
Imagen: ullstein bild - JOKER/Haefele
Ministro e inspector de cuentas
A los 26 años se fue a la corte de Weimar. Fue ministro del duque Carl August y entre las actividades oficiales de Goethe estaban incluidas tanto la minería como la construcción de caminos y la comisión de guerra. Su objetivo final era sanear el endeudado presupuesto. Para eso aplicó medidas radicales como reducir las fuerzas armadas a la mitad.
Imagen: Imago/United Archives
El amigo fiel
A Goethe le gustaba relajarse en esta casa del parque de Weimar. El duque Carl August era más que su patrón y ambos fueron amigos durante 53 años. No siempre en armonía, porque Goethe tenía sus propias ideas y, por ejemplo, rompía la relación con sus repentinos largos viajes. Al duque le debe su título “Von”, ya que elevó a Goethe a la categoría de noble en 1782.
Imagen: picture alliance/akg-images
El científico
Goethe estaba muy ocupado con la corte de Weimar. Pero esta actividad no le llegaba a satisfacer del todo. Por eso buscaba otros mundos: geología, botánica, mineralogía, osteología… Más tarde se centró en la metamorfosis de las plantas y fue uno de los cofundadores de la morfología: la ciencia de la formación y la organización de los seres vivos y sus partes.
Imagen: Imago/Chromaorange
El exiliado
A medida que el cargo de ministro le venía grande, en 1786 Goethe emprendió un viaje repentino y pasó dos años en Italia. Aprendió sobre la antigüedad y el renacimiento, y en sus cartas habló de una reencarnación y una nueva juventud. Italia lo inspiró para trabajar en obras como “Iphigenie auf Tauris”, “Egmont” y “Torquato Tasso”.
Imagen: picture-alliance/arkivi
El artista del jardín
Goethe fue un amante de las flores, especialmente de las malvas. Aunque nunca puso un pie en Inglaterra, siempre estuvo fascinado por los jardines de los paisajistas ingleses. Incluso pudo recrear algunos de ellos en su propio jardín y en el parque de Weimar. La “Casa Romana” de la foto surgió como inspiración de su viaje a Italia.
Imagen: picture-alliance/akg
El conquistador
La imagen muestra a Christiane Vulpius, amante y después esposa de origen humilde de Goethe. Su madre le llamaba su "tesoro de cama". De hecho, la joven inspiró las "Elegías romanas" del poeta, 24 poemas eróticos demasiado liberales para Weimar. Pero las elegías significaron mucho más, ya que fueron la emancipación de Goethe como autor.
Imagen: picture-alliance/akg-images
El director de teatro
Goethe trabajó más de 20 años como director artístico. Primero en el teatro de aficionados de la corte de Weimar y luego en el refundado Teatro de la Corte. Al principio, participaba como amateur y en sus primeras piezas actuó incluso con su amigo el duque Carl August. Más tarde, el Teatro de la Corte se convirtió en uno de los escenarios principales del país.
Imagen: picture-alliance/akg-images
El clásico
Goethe y Schiller fueron dos espíritus libres. Al principio, Schiller llamó a Goethe "egoísta e insensible". El otro respondió hablando de un "encuentro fallido". Sin embargo, uno no podía vivir sin el otro y desarrollaron conjuntamente un estilo literario que conocemos como "clasicismo de Weimar". Un intercambio muy importante. Según dijo Goethe, “Schiller le había vuelto a convertir en poeta”.
Imagen: picture-alliance/DUMONT Bildarchiv
Profesor de colores
Goethe se ocupó durante 20 años de la naturaleza del color. En 1810 publicó sus dos volúmenes y sus imágenes con sus lecciones de colores. En ellas trató de plasmar los colores en su totalidad y no solo desde el punto de vista físico. Sin embargo, solo un tercera parte de la ciencia lo apoyó y la la mitad lo rechazó con la consiguiente frustración y decepción.
Imagen: gemeinfrei
Entre Oriente y Occidente
Goethe no solo recibió la inspiración de Italia y la antigüedad. Estudió árabe y persa, la lectura del Corán y los versos de Hafiz, uno de los famosos poetas y místicos persas. Este recién descubierto espacio cultural le provocó una “euforia creativa” y publicó su colección de poemas más amplia con “Diván de Oriente y Occidente”.
Imagen: Imago/imagebroker
El buscador
¿Qué rasgos autobiográficos muestra la obra maestra de Goethe, la tragedia "Fausto"? Tanto para el autor como para su protagonista, la búsqueda de lo que sostiene el interior del mundo. El académico Fausto se enfrenta con su codicia al conocimiento más profundo y el deseo, a relaciones fallidas, la magia, la culpa, la fe, el perdón divino, la redención y mucho más. ¿Y Goethe ...?