El baile flamenco hace mucho que dejó de ser algo exótico para los alemanes. Hoy en día, se pueden tomar clases de flamenco en absolutamente todas las ciudades de Alemania. Por más pequeña que sea la ciudad, no hay ninguna en la cual no se encuentre al menos una bailaora aficionada. Que el flamenco haya pasado a ser casi parte integral de la cultura alemana se debe en medida fundamental al coreógrafo, oriundo de Alicante.

Inventando el “musical español”

A principios de los años ochenta, Gades desató un boom del flamenco a nivel internacional. Colaboró con el cineasta Carlos Saura en el éxito de taquilla “Carmen”, que únicamente en Alemania contó con más de 2 millones de espectadores. La película, basada en la ópera “Carmen” de Georges Bizet, cuenta la historia de un coreógrafo que se enamora de la protagonista de su ballet. Tanto la dirección de Saura, como la brillante coreografía de Antonio Gades, fascinaron a millones de espectadores en el mundo entero. La exitosa dupla realizó además las películas bailadas “Bodas de sangre” y “Amor brujo”. Gades dijo alguna vez que Saura y él, al hacer estas tres películas, habían “inventado el musical español”. La crítica internacional considera que estas cintas “salvan el honor del flamenco”.

La revolución del flamenco

En 1963 funda la “Compañía Antonio Gades”, con la cual logra que el flamenco recupere su dignidad. El baile de los gitanos fue interpretado por Gades con seriedad y haciendo referencias al teatro y a la literatura de su país, liberándolo así del tinte folclorista que pesaba sobre este género durante los años 50 y 60.

Ya diez años antes de triunfar mundialmente en el cine, era conocido en el extranjero por haber bailado en el pabellón español, durante la exposición mundial celebrada en Nueva York. En 1988 es el primer bailarín en obtener el Premio Nacional español.

Bailarín o torero

El hijo de un soldado republicano decía que llegó a la danza por hambre y no por vocación. “En aquella época quien nacía en una familia pobre sólo podía llegar a ser alguien como boxeador, torero o bailarín”, solía relatar Gades.

Durante la dictadura franquista el coreógrafo trabajó sobre todo fuera de España. Pero después de la muerte de Franco llegó a dirigir el Ballet Nacional Español durante un tiempo, para luego volver a concentrarse en el trabajo con su propia compañía.

El “revolucionario del flamenco” vivió una vida intensa marcada por tórridos romances y varios matrimonios. De su unión con Pepa Flores, quien fuera su última pareja, nacieron sus tres hijas.

Antonio Gades, de 67 años de edad, murió de cáncer el último 20 de julio, en un hospital madrileño. Pero antes de morir logró cumplir uno de sus más grandes sueños: en noviembre pasado navegó a Cuba, donde el comunista convencido Gades visitó a su amigo de muchos años, Fidel Castro.