Muere en España el dibujante argentino Guillemo Mordillo
1 de julio de 2019
El célebre dibujante argentino de tiras cómicas Guillermo Mordillo murió el domingo a los 86 años en la isla mediterránea de Mallorca (España), donde tenía una casa y pasaba largas temporadas.
Imagen: CHRISTOF STACHE/AFP/GettyImages
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El humorista, que continuaba trabajando cada día, falleció en la noche del domingo (30.06.2019) tras sentirse indispuesto mientras cenaba con su familia en un restaurante de la localidad turística de Palmanova.
Mordillo nació en Argentina el 4 de agosto de 1932, era hijo de padre y madre españoles y logró fama mundial con sus tiras de humor mudo. Estaba casado con Amparo Camarasa, tenía dos hijos -Sebastién y Cécile- y residía en Mallorca y Mónaco.
Entre los galardones recibidos en su extensa carrera, figuran el Premio Phoenix de Humor (1973), el Premio Yellow Kid (1974), el Premio Nakanoki (1977), el Cartoonist of the Year del Montreal International Salon of Cartoons (1977) y la Palma de Oro de San Remo.
La infancia de Mordillo transcurrió en el modesto barrio bonaerense de Villa Pueyrredón. Sus principales aficiones eran el dibujo y el fútbol, y sentía una gran admiración por Buster Keaton y Walt Disney.
Imagen: picture-alliance/dpa/Museo del Humor/G. Mordillo
En Argentina, se formó en la Escuela de Dibujantes, llamada hoy Escuela del Cómic, una de las pocas existentes en el mundo. Allí estudió las tradiciones española e italiana del humor.
A los 23 años se trasladó a Perú, donde permaneció durante cinco años. A continuación se fue a Nueva York, donde obtuvo trabajo en los estudios Paramount como dibujante de películas de Popeye.
En los años 60 pasó algunas semanas en España y luego se instaló en París, donde vivió 17 años de la venta de sus tarjetas humorísticas. Entró en el mundo de los periódicos con un dibujo publicado en la revista "Paris Match" en 1966.
Como no dominaba el francés, optó por hacer un humor sin texto, lo que caracterizó finalmente toda su obra. Según contó en varias entrevistas, su proceso de creación era intuitivo.
En su obra aparecen con frecuencia dos de sus aficiones, el fútbol y los animales, y llegó a hacer más de 2.000 dibujos sin palabras, con un promedio de 60 anuales.
A lo largo de su carrera, solo realizó tres exposiciones: una en París a finales de los 60, otra en Barcelona y la última en Palma de Mallorca en noviembre de 1989.
Mordillo fue presidente de la Asociación Internacional de Autores de Comics y Cartoons.
CP (efe, dpa)
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Mordillo, en el paraíso de la caricatura
Guillermo Mordillo, dibujante humorístico argentino, conquistó el mundo entero con sus personajes desde los años 60. El caricaturista de las narices grandes falleció el 30.06.2019 en Mallorca, España.
Imagen: CHRISTOF STACHE/AFP/GettyImages
Mordillo, en el paraíso de la caricatura
El dibujante argentino Guillermo Mordillo, que cosechó un gran éxito en Europa, falleció el 30.06.2019, a los 86 años, en la isla española de Mallorca. Sus dibujos estaban impregnados de un humor negro que él definía como "la ternura del miedo". Mordillo nació en Buenos Aires en 1932, el mismo año que su compatriota Quino y que el francés Sempé, con quienes se lo comparaba.
Imagen: CHRISTOF STACHE/AFP/GettyImages
Guillermo Mordillo
Guillermo Mordillo y Meléndez nació en Buenos Aires el 4 de agosto de 1932, como hijo de inmigrantes españoles. Cuando era apenas un niño, decidió convertirse en dibujante. A la edad de 14 años, se graduó de la escuela, luego obtuvo su maestría e ilustró libros infantiles a la edad de 18 años.
Imagen: picture-alliance/dpa
La búsqueda de la pasión
Después de trabajar en una película de animación, en calidad de director de arte de una agencia de publicidad, Mordillo diseñó figuras para tarjetas de felicitación. Figuras que fueron predecesoras de sus famosos personajes, con los que el argentino logró un gran éxito en la década de 1960 en Francia.
Imagen: picture-alliance/dpa/Museo del Humor/G. Mordillo
Cuando no se habla francés, es mejor callar
Luego de vivir en Lima y Nueva York, Mordillo se fue a París en 1963, sin hablar francés. Por eso sus figuras se quedaron mudas. Sus motivos no tienen fronteras lingüísticas y, por lo tanto, son universales. Su primera caricatura apareció en la revista "Pèlerin" en 1966. A partir de entonces, las narices grandes se convirtieron en la marca registrada del dibujante.
Imagen: picture-alliance/KPA Honorar & Belege
Ni nombre ni orejas
Las figuras de Mordillo también comparten otras características: no tienen nombre ni orejas y usan peinados idénticos, a menudo tienen los ojos abiertos y su boca sólo es visible cuando está abierta. El artista lo describió como "simbólico para el ser humano".
Imagen: picture-alliance/KPA Honorar & Belege
Inspirado en los 7 enanitos
Mordillo se inspiró en el cine. Cuando era niño vio a "Blancanieves" y quedó tan impresionado por las narices de los siete enanitos que luego las adoptó en su trabajo.
El repertorio del argentino incluye también animales grandes, preferentemente vacas y jirafas. Mordillo utiliza acuarelas, tinta, pastel y acrílico en sus obras.
Imagen: picture-alliance/KPA Honorar & Belege
Sin salida
Las figuras de Mordillo se encuentran a menudo en situaciones aparentemente sin salida, pero, a pesar de todo, se comportan con dignidad. El artista combina la ternura, la esperanza y el deseo de sacar lo mejor del momento, por dramático que sea.
Imagen: picture-alliance/KPA Honorar & Belege
Basta una mirada
Mientras sus figuras son incoloras, están rodeadas de fuertes colores en la mayoría de sus obras. Los momentos se reducen a lo esencial: una mirada es suficiente para transportar la atmósfera en la que se mueven sus héroes.
Imagen: picture-alliance/dpa/Museo del Humor/G. Mordillo
Más difícil de lo que parece
Guillermo Mordillo fue invitado a la Feria del Libro de Frankfurt en 2012. Allí dibujó y pintó una jirafa con la típica nariz. "Nada en mis caricaturas es espontáneo, trabajo milímetro por milímetro, y necesito mucho tiempo", dijo.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Burgi
Originales bajo llave
La comercialización de sus productos es interminable: además de caricaturas hay libros, calendarios, carteles, animales de tela y rompecabezas con figuras de Mordillo para comprar. El artista no vendía sus originales, los conservaba en una caja fuerte del banco.