1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Muere Nora Cortiñas de las ‘Madres de Plaza de Mayo’

31 de mayo de 2024

La cofundadora de la organización de derechos humanos murió sin saber qué pasó con su hijo, Carlos Gustavo Cortiñas, detenido en Argentina en 1977.

Foto de Nora Cortiñas en blanco y negro.
"Ustedes nos ven sonreír, vamos a las movilizaciones con la alegría de la lucha, pero extrañamos a nuestros hijos todos los días", dijo Nora Cortiñas.Imagen: Natacha Pisarenko/AP/picture alliance

Nora Cortiñas, cofundadora de la asociación de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo y uno de los emblemas de la lucha contra la última dictadura militar en Argentina (1977-1983), murió este jueves (30.05.2024) a 94 años, según informó su familia.

"Nos queda el orgullo de haber compartido su vida, su impronta y su enseñanza dejarán en su familia y en la sociedad una huella imborrable", publicaron sus familiares para informar sobre su fallecimiento, que tuvo lugar tras varios días de hospitalización.

El hijo de Norita -como se la conocía cariñosamente- Carlos Gustavo Cortiñas, fue detenido el 15 de abril de 1977 y ella, incansable luchadora en primera línea de la organización de derechos humanos (ahora desde la denominada Línea Fundadora), nunca conoció su paradero.

Gustavo estaba por cumplir 25 años, era militante de la Juventud Peronista en un barrio pobre de Buenos Aires y trabajaba en el instituto de estadísticas INDEC, cuando fue secuestrado por un grupo militar. Es una de las 30.000 personas desaparecidas que, según organizaciones de derechos humanos, dejó la dictadura en Argentina.

Así, esta mujer menuda y enérgica nacida el 22 de marzo de 1930, madre de dos hijos y psicóloga social de profesión, comenzó a trabajar en lo que se convertiría en la mundialmente reconocida organización Madres de Plaza de Mayo, siendo una de sus principales abanderadas.

Salvo por sus viajes para difundir su lucha por el mundo, por más de cuatro décadas Norita nunca faltó a las marchas de los jueves alrededor de la Pirámide de la Plaza de Mayo. Pese a su avanzada edad, aún pudo vérsela en el lugar hasta comienzos de mayo de 2024, cuando marchó por última vez.

Aunque nunca pudo saber qué pasó con su hijo, sus reclamos contra los militares la llevaron a protestar frente a la Casa Rosada (sede del Ejecutivo), donde inspiró a personas afectadas por la dictadura. Una de sus peticiones -que nunca fueron contestadas- fue la apertura de todos los archivos de la represión.

Su figura fue tan emblemática que, incluso, inspiró a un equipo de fútbol -deporte al que era aficionada-, el Norita Fútbol Club, integrado por mujeres y dirigido por Gloria Argentina 'Betty' García, pionera del balompié femenino en el país suramericano.

La organización Abuelas de Plaza de Mayo expresó su "profundo dolor" en un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), al igual que el expresidente Alberto Fernández (2019-2023), quien aseguró que se fue "un símbolo incansable de la lucha por los derechos humanos en Argentina", al tiempo que "su legado y valentía" seguirán inspirando a todas las personas.

Imagen: Alconada/AlterPhotos/abaca/picture alliance

La solidaridad de Norita

Impulsiva, incansable, divertida, a lo largo de más de 40 años Nora Cortiñas sumó a su lucha las denuncias de todo lo que ella consideraba injusticias e inequidades en el mundo. De contextura pequeña, ágil y vehemente, se la veía llegar a los lugares más recónditos de Argentina con su emblemático pañuelo blanco en la cabeza para acompañar los reclamos de pueblos originarios, de trabajadores despedidos o de víctimas de violencia institucional, y darles visibilidad con su sola presencia.

"La lucha primero es por la desaparición de un hijo, que es como que te amputan. Te sacan un brazo del cuerpo. Te dejan sangrando por la herida y no tiene cura. La reparación sirve para calmar la herida, nada más", decía Cortiñas a los 88 años. Explicaba que, con el tiempo, "empezamos a entender también que la reivindicación de la lucha de nuestros hijos e hijas era lo que iba a lograr que haya justicia. Y nosotras defendíamos los ideales de ellos y lo seguimos haciendo hasta el día de hoy".

"A muchos políticos, a la Iglesia, a los militares, al campo de los que tienen historia vivida de complicidades, no les gusta nuestra reivindicación", sintetizaba esta mujer, crítica de todos los gobiernos.

En 2018, cuando estalló en Argentina la lucha feminista con el reclamo por la legalización del aborto y contra la violencia de género, agregó esa reivindicación y sumó su característico pañuelo verde a su vestimenta. Pero siempre volvía a su hijo desaparecido: "Ustedes nos ven sonreír, vamos a las movilizaciones con la alegría de la lucha, pero extrañamos a nuestros hijos todos los días", afirmó.

ama (efe, afp)

Imagen: Sebastián Hipperdinger/Sipa/picture alliance
Ir a la siguiente sección Descubra más
Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW