Mueren dos soldados colombianos en combate con el ELN
9 de enero de 2016
Los militares recibieron impactos de "artefactos explosivos improvisados" lanzados por miembros del ELN.
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Dos soldados murieron en un combate con el grupo guerrillero ELN en zona rural del departamento de Norte de Santander (noreste), informó hoy (09.01.2016) el Ejército colombiano en un comunicado.
Según la información oficial, el enfrentamiento tuvo lugar este viernes en zona rural del municipio de Teorama, cerca de la frontera con Venezuela, donde militares de la Brigada Móvil 23 desarrollaban "operaciones de seguridad y defensa para la protección especial" del oleoducto Caño Limón Coveñas, objeto frecuente de atentados por parte de esa guerrilla.
"Artefactos explosivos improvisados"
Durante el combate murieron los soldados Luis Miguel Arcos Balanta y Luis Carlos Iturriago Barraza al recibir el impacto de "artefactos explosivos improvisados" lanzados por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), indicó el Ejército.
Las autoridades subrayaron que este tipo de explosivos están "expresamente prohibidos en los postulados del Derecho Internacional Humanitario" y manifestaron sus condolencias a los familiares y amigos de los uniformados muertos.
El ELN, la segunda guerrilla de Colombia con alrededor de 1.500 combatientes, mantiene desde enero de 2014 "diálogos exploratorios" con el Gobierno del país andino, a fin de abrir un proceso de paz análogo al que desarrollan en La Habana el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde hace más de 3 años.
Insistentes versiones de prensa indican que las partes ya definieron una agenda de conversaciones y que dentro de poco se anunciará el inicio de la negociación.
Las FARC y el ELN surgieron a comienzos de los años 60 y cuentan con cerca de 8.000 y 2.000 integrantes, respectivamente.
FEW (EFE, dpa)
Oro, el nuevo viejo problema en Colombia
Largos túneles, trabajo a destajo: en la ciudad de Segovia, en el norte de Colombia, se extrae oro desde hace más de 150 años. Cada puesto de trabajo está ligado, directa o indirectamente, al noble metal.
Imagen: DW/N. Martin
La ciudad del oro
De los cerca de 50.000 habitantes de Segovia, unos 12.000 trabajan directamente en las minas. Otros se ocupan de lavar el oro y algunos comercian con él. El precio del oro determina el pulso de la ciudad, según cuentan sus habitantes. Si baja durante mucho tiempo, el ánimo también está por los suelos. Y vuelve a mejorar cuando sube.
Imagen: DW/N. Martin
Hasta la última partícula
Los buscadores de oro de Segovia extraen hasta las últimas partículas del agua. Río arriba, el grupo canadiense "Grand Colombia Gold" posee una gran mina. La compañía vuelca el agua restante de la producción de oro en los ríos.
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Trabajo incesante
El lodo se diluye con agua hasta que las mínimas partículas de oro se hacen visibles. Para eso es necesario mucha constancia y también suerte. Los buscadores se reparten los canales de lavado y trabajan, día y noche, en turnos de doce horas por día.
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"Una bendición de Dios"
Jesús Loiza es copropietario de una mina y está convencido de que "todo aquí en Segovia depende del oro". Su trabajo ha dado frutos: vive en casa propia y posee una tienda pequeña. "Gracias al oro, mis hijos pueden aspirar a un futuro mejor".
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Ciudad de túneles
Para extraer el oro, Jesús Loiza y sus trabajadores muchas veces tienen que excavar durante meses en las profundidades. Actualmente trabajan a 500 metros bajo tierra. Desde hace más de 150 años se extrae oro en Segovia, por lo cual un laberinto de túneles se extiende por debajo de la ciudad.
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Minas ilegales dificultad los controles
En la entrada a la mina de Jesús Loiza, la figura de un santo transmite confianza a los trabajadores. Hasta ahora no ha habido muertes por derrumbes, asegura Loiza, a pesar de que éstos se producen a menudo por las condiciones precarias de seguridad. La exploración ilegal del oro hace difícil los controles de seguridad.
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Trabajo pesado
Cuando los mineros hallan una veta de oro pueden llegar a ganar hasta 500 dólares por semana, lo que equivale a un salario mensual promedio en Colombia. Para ganar esa suma, los mineros deben bajar y subir seis veces por día durante media hora a la mina cargando una mochila de 50 kilogramos sobre sus espaldas.
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El oro ilegal atrae a criminales
Los altos márgenes de ganancia del oro también atraen a grupos armados a la ciudad de Segovia, desde guerrilleros hasta simples bandas criminales, que extorsionan a los mineros. "Aquí todos les pagan altas sumas de dinero ", dijo una fuente anónima. Grupos de guerrillas y paramilitares se han tomado parte de la extracción y comercio ilegal de oro.
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Lavado y centrifugado
Para extraer el oro de la piedra se lava y tritura el metal en recipientes de acero en centrales de lavado. En Segovia hay cerca de 80. Luego se aplican sustancias químicas para continuar el proceso.
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Mercurio y cianuro
El polvo de oro molido se vuelca en un recipiente que contiene mercurio (foto) y cianuro. Allí, esas sustancias forman una amalgama con el oro formando pequeñas bolas. Para separar más tarde el oro de las sustancias químicas se calientan o "refogan" las bolas de material a 360 grados. De ese modo solo queda el oro, y el resto se evapora.
Imagen: DW/N. Martin
Buscando alternativas
Hilardo es dueño de una central de lavado de oro y sabe que su trabajo daña al medioambiente. Por eso busca métodos alternativos. "Quiero que mis hijos puedan seguir viviendo en Segovia", dice. La region es, según estudios, una de las más afectadas por el mercurio en todo el mundo. El agua corriente está envenenada, así como los peces de los ríos.
Imagen: DW/N. Martin
Peligro para el hombre y la naturaleza
La fiebre del oro se extiende por toda Colombia, hasta la Amazonía. En 20 de las 32 provincias del país se excava, se dinamita y se procesa el noble metal, lo cual es una grave amenaza para los seres humanos, así como para las plantas y los animales. Colombia posee el diez por ciento de todas las especies animales y vegetales del planeta.