Colombia: indígenas muertos tras choques con Ejército
14 de agosto de 2020
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca rechazó la "agresión" por parte del Ejército y la policía contra comunidades en el Cauca.
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Dos indígenas murieron, uno de ellos un periodista radial, y tres más quedaron heridos en medio de enfrentamientos con la fuerza pública en una convulsa zona del suroeste de Colombia, denunciaron este jueves (13.08.2020) organizaciones sociales.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) rechazó en un comunicado la "agresión" por parte del Ejército y la policía contra comunidades en el municipio de Corinto, en el departamento de Cauca. "Han quemado cambuches (carpas improvisadas) y destruido cultivos (...) el Ejército disparó ráfagas de fusil contra la comunidad", indicó ACIN, autoridad indígena en la zona.
Entre los fallecidos está un periodista de la radio comunitaria. La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) lamentó la muerte de "Aberlado Lis, comunicador indígena de la emisora Nación Nasa" por "impactos de arma de fuego mientras cubría la situación de orden público".
Por su parte, el Ejército aseguró que algunos indígenas "arremetieron" contra la fuerza pública durante una operación de desalojo de dos haciendas donde los pobladores "invadían” propiedad privada. Según un comunicado del mando militar, a los enfrentamientos se sumó un "ataque" de las disidencias de la exguerrilla de las FARC que se apartaron del histórico acuerdo de paz de 2016.
"El Ejército Nacional rechaza y, a su vez, denunciará ante las autoridades competentes la agresión contra miembros de la Fuerza Pública, al tiempo que ratifica el compromiso de seguir brindando seguridad a toda la jurisdicción, conforme a la misión constitucional que nos asiste", señaló el cuerpo castrense.
El Cauca, con un 25 por ciento de población indígena, está en el centro de una disputa entre bandas ligadas a cárteles mexicanos y guerrillas. Los grupos pelean por las rentas derivadas de los narcocultivos y el control de una ruta para sacar la droga hacia Estados Unidos por el Pacífico.
La violencia en la región ha afectado particularmente a líderes sociales y defensores indígenas de Derechos Humanos. Según la ONG Somos Defensores, el 78 por ciento de los 32 líderes indígenas asesinados el año pasado en el país -la cifra más alta de la década- eran del Cauca.
ama (afp, El Universal)
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Colombia: historias de defensoras perseguidas
Según la Oxfam Intermón, 55 mujeres activistas por los derechos humanos, territoriales y ambientales han sido asesinadas entre 2016 y 2019 en Colombia. Pero nada detiene a las defensoras. Éstas son sus historias.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
“Defendamos su voz”
Con esta campaña, Oxfam Intermón quiere sensibilizar sobre la realidad de las mujeres defensoras y activistas por los derechos humanos en Colombia. “Tras 50 años de conflicto armado, la firma del acuerdo no ha llevado la paz a los territorios”, denuncian. Las mujeres, como Magalí, alzan a voz contra la violencia, la agresión sexual, el desplazamiento forzado, la deforestación y la contaminación.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
El país más peligroso para los activistas
En 2019, Colombia tuvo el mayor número de líderes sociales muertos a nivel mundial. De los 304 asesinatos, 106 ocurrieron en el país sudamericano. Las mujeres que están en la línea del frente se exponen a las amenazas y la violencia permanente. Estos son algunos de los desafíos que preocupan a las representantes de organizaciones reunidas en un encuentro en Bogotá.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Menos derechos que una vaca
“Como no es posible parar la fuerza de las mujeres, hay que matarlas”, dice Magalí (centro). Ella es defensora de derechos humanos, territoriales y ambientales y participa en una plataforma para la paz y la incidencia de las mujeres del Caquetá. “Las vacas tienen más derechos que las mujeres. Una vaca tiene derecho a una hectárea de tierra y las mujeres no tienen tierra”, dice.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Fuente de vida en peligro
En este lugar solía correr el agua. Hoy, Janeth Pareja y Norka Ortiz se detienen sobre las piedras en el lecho de arroyo Aguas Blancas. Cuentan que ésta era la fuente de vida de su comunidad, hasta que el cauce fue contaminado y desviado hasta quedar seco. Junto al grupo Fuerza de Mujeres Wayuu luchan por los derechos de su pueblo.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Amenazada y desplazada
Janeth Pareja pertenece al clan Ipuana y participa en la organización Fuerza de Mujeres Wayuu. Tras denunciar los efectos del vertido de residuos de una empresa minera en la zona, comenzó a recibir amenazas de muerte y debió huir de su territorio. Hoy recorre las comunidades denunciando estas prácticas que atentan contra el medio ambiente, la seguridad y los derechos de las personas.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Con escolta
La lucha de las mujeres defensoras de los derechos de sus comunidades las expone a una serie de peligros. Son descalificadas, intimidadas, enfrentan amenazas de muerte, agresiones y violencia sexual. Un programa de la Unidad Nacional de Protección del Ministerio del Interior de Colombia les asigna escoltas armados que las acompañan. Pero tampoco es garantía. Los propios escoltas son asesinados.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Defendiendo la puerta de la Amazonía
Geraldina es defensora de derechos humanos, ambientales y territoriales en el departamento del Caquetá, el que es conocido como la puerta de oro de la Amazonía colombiana. Allí es testigo de los efectos de la mina de alquitrán en las afueras de la ciudad de Florencia, la tala de la selva para usar las tierras para la ganadería y el transporte maderero por el río Orteguaza.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Defensora y víctima
Maribel (nombre cambiado) es lideresa comunitaria y vive oculta. Cuando su pareja intentó violar a su hija, en octubre de 2018, ella salió a defenderla y recibió 18 machetazos. Mientras espera justicia por el ataque que casi le cuesta la vida, participa en la Plataforma social y política para La Paz y la incidencia de las mujeres del Caquetá.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Por los derechos de las mujeres Wayuu
“Si la gente no conoce sus derechos, no tiene cómo reclamar”, dice Jaquelin, de la Organización Fuerza de Mujeres Wayuu, en la región de la Guajira colombiana. Ha recibido amenazas por denunciar la contaminación de empresas mineras y hace varios años vive desplazada de su comunidad. “La primera amenaza no me la hicieron a mí directamente, sino a mi hija de 15 años, donde más me duele”.
Imagen: Oxfam Intermón/Pablo Tosco
Resistir para seguir luchando
La historia de Mónica, también de "Fuerza de Mujeres Wayuu", es similar. Debió huir por las amenazas, y hoy vive en La Gran Parada, junto a la vía del tren que transporta carbón desde la mina Cerrejón hasta el puerto en la Alta Guajira. Como otras defensoras, cuenta con escolta armado. Sólo en 2019, 55 defensoras fueron asesinadas en Colombia, según datos de Oxfam Intermón.