Siete civiles, incluyendo cuatro niños, murieron el sábado (07.10.2023) en bombardeos contra zonas rebeldes del noroeste de Siria, indicó una ONG, en una represalia a un ataque con drones en contra de una academia militar que dejó más de cien muertos esta semana.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), siete civiles murieron por disparos de artillería y de lanzacohetes múltiple del ejército del régimen sirio. Seis fallecieron en la provincia de Idlib y uno en la de Alepo.

Entre ellos, dos niños murieron por disparos del régimen contra un mercado y viviendas de la ciudad de Idlib, y otros dos en la provincia homónima, según esta oenegé radicada en el Reino Unido, pero que cuenta con una red de informadores en el terreno.

El ejército sirio, que prometió "responder firmemente" tras el ataque contra la academia militar, bombardea desde el jueves el último bastión rebelde en el noroeste del país y ha dejado una treintena de civiles muertos y al menos dos fallecidos, entre los combatientes del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS, antigua rama local de Al Qaida) según el OSDH.

El ataque contra la academia militar de Homs, en el centro de Siria, es uno de los más sangrientos contra el ejército desde que comenzó la guerra en 2011.

La agresión, que hasta ahora no ha sido reivindicada por ningún grupo, se produjo al terminar una ceremonia de promoción de oficiales. El ataque dejó 89 muertos -incluyendo 31 mujeres y cinco niños- y 277 heridos, según las autoridades.

El OSDH reportó un balance mayor de 123 muertos, incluyendo 54 civiles -39 de ellos niños-, y al menos 150 heridos. Las fuerzas sirias recuperaron el control de Homs, antiguo bastión rebelde, en 2017.

La guerra de Siria, que estalló tras la dura represión gubernamental contra la oleada de protestas de 2011, provocó cerca de medio millón de muertos y dejó un país fragmentado y millones de desplazados.

JU (afp, ap)