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Muerte de soldados en Kundus aviva el debate sobre la presencia alemana en Afganistán

2 de abril de 2010

Una batalla cruenta de muchas horas costó la vida a tres soldados de la Bundeswehr, cerca de Kundus. En Alemania hay consternación, y nuevas críticas a la presencia germana en Afganistán. También repercusiones políticas.

Tanque alemán tipo Fuchs, en Afganistán. (Archivo)Imagen: AP

El ataque comenzó cuando una patrulla de la Bundeswehr trataba de desactivar un artefacto explosivo cerca de Kundus, en el norte de Afganistán. Mientras realizaban tales labores, los germanos fueron sorprendidos por cerca de 200 guerrilleros talibanes y por artillería pesada de los mismos integristas islámicos.

El ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, se dijo ''consternado'. (Archivo)Imagen: AP

Además de los tres soldados alemanes muertos, cinco se encuentran heridos de gravedad a raíz del ataque. Los combates entre fuerzas talibanes y soldados de la Bundeswehr, calificados como los más violentos desde que el contingente alemán llegó a tierras afganas, se prolongaron varias horas.

Por el lado talibán también hubo bajas. Abdul Bahid Omar Cil, funcionario del distrito de Char Darah, donde se produjo el ataque, informó que muchos de los guerrilleros han buscado refugio entre la población civil.

Con las muertes registradas este sábado, son ya 22 los soldados alemanes fallecidos desde 2003, en combates, ataques suicidas, o emboscadas a manos de comandos talibanes.

Peligro creciente

El de Char Darah es considerado el distrito más peligroso de los seis que conforman la provincia de Kundus, cercana a la frontera con Tayikistán. Ahí se encuentran las principales bases de la Bundeswehr en Afganistán, las cuales albergan a cerca de 4.300 soldados germanos.

La zona norte del país fue considerada durante algún tiempo la más segura, debido a una relativa tranquilidad. Sin embargo, la edición Internet del semanario Der Spiegel afirma que milicias talibanes se han replegado desde hace tiempo hacia el norte afgano, con lo cual se han intensificado las batallas con las fuerzas internacionales en esa zona.

El ministro alemán de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, se dijo"consternado" por la muerte de los soldados alemanes. "La dimensión de este ataque deja en claro cuán peligrosa y necesaria es nuestra misión en Afganistán", agregó.

El ataque coincide además con la gira que realiza por Afganistán el ministro alemán de Cooperación y Desarrollo, Dirk Niebel.

El Partido La Izquierda pide la salida de la Bundeswehr de Afganistán. (Archivo)Imagen: picture-alliance/ dpa

La ''aventura afgana''

Entre tanto, en Alemania continúa el debate sobre la misión de la Bundeswehr en Afganistán. “Lo que sucede en Afganistán es una guerra”, dijo este viernes (02.04.2010) el presidente interino de la iglesia protestante de Alemania, Nikolaus Schneider.

Afirmó además que, de no terminar cuanto antes, las labores del ejército alemán en Afganistán “corren riesgo de perder su legitimidad.” De acuerdo con Schneider, “el conflicto en Afganistán se ha salido de control”.

Por su parte, el ex ministro de Defensa, Volker Rühe, había afirmado hace unos días que la presencia alemana en Afganistán fue uno de los peores errores de la pasada Gran Coalición. “La aventura afgana debe terminar”, exigió el ex funcionario.

El Parlamento Alemán aprobó a finales de febrero de 2010 un nuevo mandato para la Bundeswehr en Afganistán. Se decidió aumentar a 5.350 el número máximo de soldados alemanes que podrían ser desplazados hacia el país asiático; por otra parte, se abría la puerta para que en 2011 comenzara el retiro de la Bundeswehr de Afganistán.

Pese a que la propuesta fue aprobada por abrumadora mayoría, la votación se desarrolló en medio de una protesta por parte del Partido La Izquierda, cuya fracción votó en pleno contra el nuevo mandato.

Los soldados alemanes se han visto cada vez más envueltos en combates contra talibanes. (Archivo)Imagen: AP

Kundus y la crisis política

La misión de la Bundeswehr en Afganistán había sido presentada en un principio como un programa de asistencia a la población civil y de capacitación a la policía local, a fin de que ésta pudiera hacerse cargo de la seguridad.

Todo cambió el 4 de septiembre de 2009. Desde entonces, la presencia alemana ha sido severamente criticada por el ataque en el que murieron decenas de personas –muchas de ellas civiles- en un bombardeo aéreo de la OTAN, ordenado por comandantes alemanes.

Por sus repercusiones políticas, el caso provocó la renuncia del ministro de Defensa del anterior Gobierno, Franz Josef Jung, quien había pasado a formar parte del actual gabinete federal en la cartera del Trabajo.

Recientemente, miembros socialdemócratas de la Comisión Especial para investigar el bombardeo demandaron que la canciller alemana, Angela Merkel, comparezca ante ese organismo.

Se pretende aclarar si la jefa del Gobierno federal alemán ocultó o no la dimensión real del bombardeo, incluyendo la existencia de víctimas civiles, debido a la proximidad de las pasadas elecciones federales.

EL/dp/ds/reu/

Editora: Claudia Herrera Pahl

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