Tenían apenas 13 y 15 años. Querían vivir, experimentar algo. Ahora están muertas. En ambos casos, la causa probablemente sea una sobredosis de éxtasis.

En las estadísticas de la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA) el éxtasis ocupa el último lugar entre las muertes por consumo de drogas ilegales. Entre 2020 y 2022 hubo 27 casos. Sin embargo, el éxtasis es una de las drogas ilegales más consumidas en Alemania. Según datos de la Encuesta Epidemiológica de Adicciones (ESA), uno de cada cien encuestados entre 18 y 64 años ha consumido éxtasis en los últimos doce meses.

Palpitaciones, colapso circulatorio y hasta la muerte

En el Centro Federal de Educación para la Salud (BZgA) y su sitio web, drugcom.de, se advierte de los peligros del consumo de éxtasis: taquicardia, aumento de la temperatura corporal, deshidratación, insuficiencia orgánica y colapso circulatorio. En drugcom.de también señalan que las muertes por éxtasis ocurren "principalmente como resultado de sobrecalentamiento y posterior insuficiencia renal o hepática".

En esta web, se aclara por qué algunos recurren a esta droga sintética: "El éxtasis tiene los efectos estimulantes de la sustancia original, la anfetamina: los consumidores se sienten despiertos y activos", también por "la sensación de felicidad y amor" y "la sensación de cercanía con otras personas".

La dosis y los componentes son el problema

La semana pasada, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) publicó una guía sobre la investigación de drogas psicodélicas, donde se incluye al éxtasis. Allí se utilizó con éxito durante varios años para tratar el trastorno de estrés postraumático en veteranos militares, usando dosis seguras.

Sin embargo, quien compre esta droga ilegalmente no tiene la seguridad sobre la dosis y los componentes. A mediados de junio, el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (EMCDDA) afirmó que las pastillas de éxtasis comercializadas ilegalmente "siguen teniendo un nivel históricamente alto de sustancias activas". "La disponibilidad de productos más fuertes puede aumentar el riesgo de efectos adversos para la salud asociados con el consumo de esta sustancia", afirmaron los autores en su informe.

Test de drogas en Berlín

El verano es la temporada de festivales. Según informes de la agencia europea, en el recién concluido festival "Fusion" de cultura popular y tecno, en el estado de Mecklenburgo-Pomerania Occidental, aparecieron pastillas "blue punisher" (o "castigador azul"), que también tomaron las dos jóvenes fallecidas, una en Mecklembugo y otra en el vecino estado de Brandeburgo.

Desde principios de junio, los consumidores de drogas en Berlín pueden hacer que sus sustancias, adquiridas ilegalmente, sean analizadas gratuitamente. Después de años de debates, comenzó el llamado "Drug-Checking" (o control de drogas), en el que se analizan componentes e impurezas. Los resultados se conocen tras tres días.

"Si ya tuviéramos un control de drogas a nivel nacional y si esto se hubiera comunicado de manera amplia, podrían haberse evitado los trágicos accidentes", dice el toxicólogo y experto en drogas Fabian Pitter Steinmetz, refiriéndose a la muerte de las dos adolescentes.

En Berlín, la demanda de los tests fue tan alta en las primeras semanas, que no pudieron analizar todas las muestras. El primer resultado provisional arrojó que en un tercio de las sustancias se trata de sobredosis o productos adulterados.

Hay cuatro regiones alemanas que quieren poner en práctica los tests legales de drogas ilegales. Esto será posible gracias a una nueva ley, que permitirá este tipo de ofertas en todo el país en el futuro. La ley ya fue aprobada en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán), pero aún debe aprobarse en el Bundesrat (Cámara Alta).

Acceso de los adolescentes al control de drogas

Steinmetz cree que es importante que los más jóvenes o adolescentes también tengan acceso a controles de drogas. "Porque los adolescentes en particular saben relativamente poco sobre los productos y porque reciben relativamente pocos consejos orientados a la aceptación (de drogas)". Para el toxicólogo, es también una oportunidad para conocer mejor el panorama de las drogas y, sobre todo, para el acceso a los consumidores. "Como trabajador social o consejero de drogas, nunca ves a los típicos consumidores de drogas de club", dijo a DW.

"La mayoría de las personas que toman estas drogas recreativas los fines de semana no tienen un consumo problemático", explicó. "Sin embargo, el asesoramiento también les ayudaría a evitar problemas futuros y minimizar los riesgos".

(rmr/rml)