Más de 30 muertos en ataque del EI contra mitin en Kabul
6 de marzo de 2020
Al menos 34 personas murieron y 58 resultaron heridas en el ataque contra un evento político en Kabul en el que estaba el actual jefe del Ejecutivo afgano. Tras seis horas de tiroteos fueron abatidos los atacantes.
Publicidad
Al menos 34 personas murieron, incluidos un niño y los dos atacantes, y otras 58 resultaron heridas en un tiroteo registrado durante seis horas este viernes durante un evento en Kabul que contaba con la presencia del jefe del Ejecutivo afgano, Abdullah Abdullah, y otras importantes autoridades, que resultaron ilesas. "El ataque ha finalizado", aseguró a Efe el portavoz del Ministerio de Interior, Nasrat Rahimi, quien anotó que tras seis horas de combates "las fuerzas especiales mataron a dos de los terroristas y el área se halla ahora despejada".
El tiroteo, el primero en la capital desde la firma del acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos, del que por el momento se desconoce la autoría, comenzó hacia las 11.20 (6.50 GMT), cuando el presidente del Alto Consejo para la Paz, Karim Khalili, pronunciaba un discurso con motivo del aniversario de la muerte del líder de la comunidad chií hazara Abdul Ali Mazari, confirmó el Ministerio de Interior afgano. Los atacantes dispararon desde un edificio cercano en construcción.
"Todos las autoridades de alto rango fueron evacuadas a salvo del lugar del ataque", afirmó a Efe la portavoz del Ministerio de Interior, Marwa Amini. "Un número de los heridos no se encuentra en buenas condiciones debido a heridas abdominales y están siendo operados", dijo el portavoz del Ministerio de Salud Pública, Wahidullah Mayar, por lo que el número de fallecidos podría aumentar.
Muchos afganos vieron en directo en sus televisores el comienzo del ataque, que coincidió con el discurso conciliador sobre el escenario de presidente del Alto Consejo para la Paz, Karim Khalili. Fue un ataque malvado, empezaron a disparar directamente contra el público y el escenario", rememoró Khalili en declaraciones al canal local Tolo, horas después de que las imágenes del inicio del ataque cuando él daba el discurso se volvieran virales.
Un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, rechazó la autoría del atentado en la red social Twitter. "El ataque en el evento en Kabul no tiene nada que ver con los combatientes del Emirato Islámico" (como se autodenominan los talibanes), aseguró Mujahid. Finalmente, el grupo terrorista Estado Islámico reivindicó el ataque a través de un comunicado en Telegram: "Dos hermanos... atacaron una reunión de apóstatas en Kabul con ametralladoras, granadas de mano y lanzagranadas". El año pasado, también durante un evento por el aniversario del fallecimiento de Mazari en el que estaba presente Abdullah, al menos 11 personas murieron y otras 95 resultaron heridas en un ataque con morteros, que fue también reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
ee/lgc (efe/afp) Última actualización a las 17:35 CET con el comunicado de Estado Islámico reivindicando el ataque.
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hossaini
Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
Imagen: Reuters
La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Smialowski
Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Shirzad
Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.