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Mujeres: más poder, menos violencia

Mirra Banchón19 de julio de 2013

En América Latina se registran cinco de los índices más altos de feminicidios. En Europa la violencia de género no es baja. La equidad escasea. Al respecto se debatió en el marco de la Asamblea Parlamentaria Eurolat.

Imagen: Mirra Banchon

De los 12 países con la tasa más alta de feminicios, cinco son de América Latina. En México y Guatemala, la impunidad en estos casos es del 99%. En Bolivia -en donde se prevé ahora 30 años de prisión por feminicidio- de los 335 casos que se reportaron entre 2008 y 2012, sólo 27 han sido procesados penalmente hasta llegar a una sentencia. 

En Europa, una media del 25% de las mujeres son víctimas de violencia por parte de su pareja o expareja, pero de los países de la UE, solo seis cuentan con un servicio de asistencia a toda hora. 

Por otro lado, un índice de igualdad de género desarrollado por el Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE) habla de una media europea del 54 por ciento: Finlandia, Suecia y Dinamarca tendrían 75, Rumania 35; Alemania está por debajo de la media.

Así las cosas, desde el cuerpo de la mujer como botín de guerra hasta la paridad política entre ambos géneros, la mujer es tema de peso en la agenda entre parlamentarios europeos y latinoamericanos. ¿Cuál es el objetivo? Detectar sinergias y promover impulsos políticos. 

El empoderamiento económico 

"Este encuentro es parte de un proceso para incluir a las mujeres europeas y latinoamericanas en una toma de conciencia de su rol en la sociedad", decía a DW Isabel Recavarren, coordinadora del Foro Eurolatinoamericano de la Mujer, que tuvo lugar en Vilna en el marco de la Asamblea Parlamentaria Eurolat, del 16 al 18 de julio. 

Imagen: DW/M. Banchón

"La violencia, la participación política y el tema laboral no son temas aislados ", afirma Recavarren para quien, en este complejo laberinto, el hilo hacia la salida tiene color económico: "Si la mujer no tiene un empoderamiento económico, es muy difícil que pueda participar en política, porque ¿quién le financia la campaña? Es muy difícil que pueda sustraerse a una situación de violencia familiar, porque ¿quién le mantiene a los hijos? Si no tiene poder económico, no tiene alternativa a quedarse a recibir golpes en su casa".  

Empezar por la paridad

Desde un enfoque más combativo, María Jesús Castro, asambleísta de Ecuador, decía a DW  que "la única forma de romper el círculo es que las mujeres se apropien de espacios, no sólo de los de la resistencia a un Estado tradicionalmente patriarcal, sino desde la construcción de las políticas públicas y eso sólo se logra con una lucha por los espacios de poder. Mientras no exista la repartición equitativa de los espacios de poder, difícilmente cambiará la situación".

En su opinión, en caso de que hubiera más mujeres juezas, "la justicia no cambiaría en un 100 por ciento, pero sí sería diferente en casos de feminicidio y violencia intrafamiliar". 

La protección es lo primero

Sin menoscabar la importancia de la paridad política, según Patsili Toledo Vásquez, especialista de la Universidad Autónoma de Barcelona, ésa no puede ser la prioridad. "De ser así, tendríamos que esperarnos cincuenta o cien años, pues aún en los países donde se la está promoviendo las mujeres no están participando de la misma manera, también porque tienen diferentes accesos a los recursos económicos", decía a DW.

Haciendo las debidas diferencias para cada país, en su opinión, los Estados fracasan en la protección de las mujeres "porque no se lo toman en serio y no se investiga. En el fracaso del sistema de justicia hay un mensaje para la sociedad: estas muertes no importan y se pueden cometer con total impunidad", afirma Toledo Vásquez, para quien hay que empezar por fortalecer las medidas de protección y tener registros oficiales. En su opinión, una estrategia birregional entre la UE y América Latina daría más fuerza a las iniciativas nacionales.

Patsili Toledo Vásquez.Imagen: Mirra Banchon

Como fuere, aunque los enfoques divergen, al parecer lo grave de la situación es claro para todos. "La creación de este espacio es ya un paso, pues con la mezcla de políticos, investigadores, autoridades y sociedad civil, de ambos lados, esperamos lograr sinergias", dice Recavarren y concluye, "cuando se den, podríamos empezar a pensar en que algo está cambiando".

Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas

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