Un suizo ha sido condenado a 4.103 dólares de multa por un "me gusta" en mensaje que tachaba de racista a un conocido defensor de los derechos de los animales. ¿Es lícito en Twitter, pero en Facebook ilícito?
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Un tribunal de distrito de Zúrich consideró que el acusado había difamado a Erwin Kessler al haber dado su apoyo a un artículo que lo definía como un antisemita y un racista. Esta expresión de apoyo se concretó en seis "me gusta" (likes) en sendos textos publicados en Facebook.
El tribunal consideró en su fallo que esa acción constituía una prueba suficiente de la comisión del delito de difamación. Según la juez Catherine Gerwig, las declaraciones de "me gusta" atentaron contra el honor de Kessler y contribuyeron a que los insultos a personas se propagaran. El acusado argumentó durante el proceso que Kessler había sido condenado con anterioridad por violar la ley de racismo, pero la juez consideró que no había probado que este, actualmente, fuera racista.
¿Es lícito en Twitter, pero en Facebook ilícito?
Ahora el debate que se ha abierto en Suiza es por qué un "me gusta" en Facebook puede ser condenado en los tribunales mientras que retuitear un mensaje de la red social Twitter no lo es.
Estas dudas han surgido después de que en enero de 2016 un tribunal de distrito de Zúrich tuviera que fallar por primera vez sobre la cuestión de si es castigable reenviar sin cambios y sin ningún comentario un tuit que atenta contra el honor de una persona.
Tanto en aquella ocasión como ahora el tribunal pisó una zona desconocida, hasta ahora, en términos jurídicos, pero en los dos casos llegó a una decisión diferente. Acerca del retuit determinó que se trata de "una parte de la cadena de distribución típica de Twitter" y absolvió a un periodista de una acusación de calumnia y difamación.
Decisivo para el tribunal fue que un "me gusta" expresa en su opinión un apoyo al ataque contra el honor de alguien, ya que no se trata de una mera redistribución del mensaje sino de un consentimiento explícito del contenido.
De momento en Suiza hay pocas directrices del Tribunal federal, la máxima instancia judicial, sobre la jurisprudencia en la era digital, pero en alguna ocasión ya se pronunció sobre la cuestión de los retuits y respaldó que se trata de una cadena de distribución típica. EFE
Así es Facebook por dentro
Una visita a la sede de Facebook es inspiradora, pero también da miedo. Desde el Menlo Park en California, la red social afecta la rutina diaria de cerca de 2 mil millones de personas en todo el mundo.
Imagen: DW/C. Chimoy
Un típico patio en la sede de Facebook
Al llegar a la sede de Facebook uno se siente como en una verdadera ciudad, o como en la pelicula "The Truman Show". Sobre pantallas gigantescas se muestran permanentamente historias de éxito de los empleados de la compañía.
Imagen: DW/C. Chimoy
Las cifras son importantes
En la sala de entrada se encuentra una pantalla táctil donde el visitante puede comprobar el número actual de usuarios en todos los países del mundo. Aquí también se recibe la clave para el Internet interno. Ésta es "move fast" (muévete rápido).
Imagen: DW/C. Chimoy
Los piratas informáticos son buenos
La sede de Facebook se encuentra en la calle "Hacker Way". E incluso en los interiores uno tropieza a menudo con "decoraciones" como ésta. Aquí todavía se preserva la imagen del buen "hacker", consciente de la seguridad en Internet.
Imagen: DW/C. Chimoy
El amigable compañero permanente
La confianza es buena, pero el control es mejor. El visitante no puede dar un paso sin la compañía del "personal de seguridad". Tiene cierta ironía: en la red, Facebook anima a sus usuarios a revelar todos sus datos privados, pero en la sede misma andan con los labios apretados.
Imagen: DW/C. Chimoy
¿Sede de una empresa o parque de atracciones?
Esta es la zona verde ("green area") en el campus de Facebook. Los empleados no tienen horarios fijos de trabajo, disponen de restaurantes y cafeterías y las reuniones no duran más de 30 minutos. Una vez a la semana, Mark Zuckerberg responde en un video a preguntas previamente entregadas por el personal.
Imagen: DW/C. Chimoy
Ciclismo con Facebook
Para llegar al destino en este campus enorme se necesita zapatos resistentes o una bicicleta. Las bicicletas azules en la imagen son de Facebook y los 5.000 empleados las pueden usar gratuitamente.
Imagen: DW/C. Chimoy
Recuerdos, recuerdos
"Recuerdos, recuerdos de un gran tiempo son los sueños coloridos de nuestra soledad" decía la letra de un gran éxito en Alemania del cantante popular Bill Ramsey en 1959. Parece que ese hombre ya pensó de manera profética en la tienda de recuerdos de Facebook cuando compuso la canción.
Imagen: DW/C. Chimoy
Escribe algo
Incluso a los empleados de Facebook se les anima constantemente a escribir sus pensamientos sobre una "pared de ideas". También se puede observar por pantalla a otros empleados y "paredes de ideas" en las otra 16 oficinas de Facebook en todo el mundo.
Imagen: DW/C. Chimoy
Tantas ideas, tan poco espacio
La "pared de ideas" es algo que gusta mucho en Facebook. Con tantas ideas, el espacio puede ser apretado. Los empleados deben vivir la filosofía de revelar todo lo que piensan a todos en cualquier momento. En contraste, se cuenta que Mark Zuckerberg tiene la cámara de su ordenador portátil tapado con una etiqueta engomada.
Imagen: DW/C. Chimoy
Ser cool es todo
En otra pared se pueden leer otros mensajes sobre pedazos de papel, adhesivos y carteles: "Muévete rápido", "sigue adelante", "busca nuevas formas de ver", "enfoca en el impacto", y muchos más. En inglés suelen llamar esto "Bullshit-Bingo".
Imagen: DW/C. Chimoy
¿Cuarto de guerra o cafeteria?
Al final de la visita buscas refugio en una de las muchas cafeterías. Pero incluso en la "zona chill" encuentras a empleados de Facebook manejando una pantalla enorme que parece simular un ataque con misiles balísticos intercontinentales contra Estados Unidos.