El Papa Benedicto XVI celebró una misa multitudinaria con peregrinos en el santuario de Fátima, en el que se considera el acto más importante de su visita de cuatro días a Portugal.

Hasta el conocido centro religioso situado al norte de Lisboa llegaron cientos de miles de personas. Los fieles recibieron al pontífice al grito de "¡viva el Papa!" cuando se celebran 93 años de la supuesta aparición de la virgen María a tres pastores.

"También vengo como peregrino de María", dijo Benedicto XVI en su prédica. El pontífice católico rezó por la humanidad, a la que amenazan miserias y dolores.

El papa pidió a los peregrinos que no sientan celos por los pastores. Dios, señaló, también mostró a los creyentes una "visión interior". "Esa luz en el alma de los pastores, que emana de la inmensidad de Dios, es la misma que muestra a lo largo del tiempo y es para todos", dijo el religioso en la misa al aire libre.

Según fuentes portuguesas, la misa de hoy es una de las más multitudinarias celebradas junto al santuario con la presencia de al menos medio millón de peregrinos. El antecesor de Benedicto XVI, Juan Pablo II, visitó el lugar en tres ocasiones durante su mandato.

"En el tiempo en el que la familia humana estaba preparada para sacrificar lo más sagrado en el altar de lo insignificante y los intereses egoístas de las naciones, las razas, ideologías, grupales o individuales, nuestra sagrada madre vino desde los cielos", subrayó el Papa.

Se refería Benedicto XVI a la supuesta aparición de María durante la Primera Guerra Mundial. Al acto del Papa acudieron entre otros el presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, el ministro de Exteriores, Luis Amado, y un millar de sacerdotes de múltiples nacionalidades.

Durante su viaje a Portugal, Bendedicto XVI realizó una de las más duras críticas de los últimos meses contra los casos de supuestos abusos de menores en el seno de la Iglesia católica. dpa