El festival de superlativos comenzó en crescendo. La Alemania tradicional, la de Baviera, fue la encargada de iniciar el espectáculo. Con la típica representación folclórica de baile en trajes tiroleses se dio la bienvenida a millones de personas que siguieron de cerca por sus televisores la inauguración.

En un estadio, no completamente lleno, cientos de personas pudieron seguir entonces la respuesta de la moderna y palpitante capital alemana Berlín, a la tradicional Baviera. Una banda de hip hop y de break dance, dio pasó a 182 tamborileros acompañados de personas ataviadas con hermosos trajes que representaban títeres humanos.

En las tribunas jefes de Estado y de Gobierno, así como representantes de organismos internacionales presenciaron el espectáculo y la llegada del astro de fútbol por excelencia, Pelé acompañado de la modelo alemana, Claudia Schiffer. Ambos presentaron la Copa de oro de 18 quilates.

Emotiva resultó la entrada de los jugadores campeones del mundo que aún viven, cera de 160. Desfilaron también por el estadio representantes de los siete países que han conquistado un total 17 títulos mundialistas, portando carteles en los que se señalaba en que años habían logrado la proeza.

"Bienvenidos en Alemania"

Finalmente llegó al estadio el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, el presidente alemán Horst Köhler y Franz Beckenbauer.

El presidente Köhler dio la bienvenida a los visitantes de todo el mundo también en español. Agradeció a la FIFA por la confianza depositada en Alemania, a todos los que colaboradores que ayudaron a hacer realidad el evento, particularmente a Franz Beckenbauer.

Y después del deseo de "muchos goles y juegos emocionantes", finalmente la palabras "doy por iniciado el Mundial 2006".

A la inauguración siguió un epílogo musical a cargo del músico alemán Herbert Grönemeyer, quien en sus versiones alemana e inglesa, cantó el himno del Mundial, «Zeit, das sich was dreht» («Celebrate The Day).