"No lo vamos a aceptar sin pelear", dijo Christian Ude (socialdemócrata), en un arrebato emocional.
"Sería incomprensible que Alemania no estuviera en las celebraciones inaugurales. El primer partido es el más visto en todo el mundo, junto con la final. Una oportunidad así no se puede dejar pasar", dijo el político socialdemócrata, en cuya ciudad se abrirá el Mundial 2006.

Considerables intereses económicos parecen estar determinando las protestas. Se teme que la ausencia de Alemania en la apertura atraiga a menos hinchas y menos espectadores frente a la televisión.

Pero ello debe relativizarse, ya que, en lugar de Alemania, se le ha ofrecido a Brasil participar en el partido inaugural. Ricardo Texeira, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) se manifestó por su parte "honrado" por la disposición de Alemania de ceder el partido apertura a la "verde amarilla".

El campeón inaugura el torneo

El técnico de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira, consideró que, al formular su oferta, Klinsmann no hizo más que preservar una antigua tradición de los Mundiales de Fútbol. "Era algo previsible, porque en todos los otros Mundiales, desde 1974, el equipo campeón siempre inauguró el torneo", dijo Parreira.

El entrenador lamentó sólo que el respeto por las tradiciones de los Mundiales no haya incluido la clasificación automática del equipo campeón al torneo siguiente. "Lo ideal sería que se mantuvieran todas las tradiciones, y que el actual campeón (Brasil) no tuviera que jugar una eliminatoria, como lo estamos haciendo ahora", afirmó.

La oferta de Klinsmann recibió el apoyo del Comité Organizador del Mundial de 2006. Franz Beckenbauer, presidente del organismo, se pronunció a favor de dar preferencia en el partido inaugural a Brasil, campeón en Corea del Sur y Japón 2002. En opinión del "káiser", sería "un renovado reconocimiento por sus excelentes cualidades".

Evitar papelones

Con la medida, la Asociación Alemana de Fútbol (DFB) parece querer evitar papelones como la inauguración de la Eurocopa 2004, en la que el equipo del país anfitrión, Portugal, no pudo responder a las enormes expectativas de la afición y perdió por 2 a 1 contra Grecia.

La decisión la tomará la tomará al fin y al cabo no Ude, sino la Comisión Organizadora del Mundial de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), dirigida por el presidente de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA), el sueco Lennart Johansson, cuando concluyan los partidos clasificatorios, en el segundo semestre de 2005.

Si la FIFA acepta la propuesta de Klinsmann y Brasil confirma su clasificación al Mundial, la "verdeamarilla" abrirá el torneo con el reto de quebrar con otra antigua tradición: la de que los defensores del título suelen salir derrotados de su primer partido.

Pero en eso, Brasil ya tiene experiencia. Porque si bien ello ocurrió en casi todos los Mundiales de Fútbol disputados desde Alemania 1974, hubo dos excepciones: la propia selección alemana, que debutó con un triunfo en el Mundial de EEUU 1994, y Brasil, que también ganó su primer partido en Francia 1998.