Desde que debutó en 1967 con "Songs of Leonard Cohen", el artista de Quebec se convirtió en uno de los mejores poetas del pop, por detrás del recién ganador del Nobel de Literatura Bob Dylan.
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El legendario cantautor y poeta canadiense Leonard Cohen falleció hoy (10.11.2016) a los 82 años, según se informó a través de su perfil oficial en la red social Facebook. "Hemos perdido a uno de los visionarios más venerados y prolíficos de la música", apuntó el texto, que no informó del lugar ni de las causas de la muerte.
El sello discográfico anunció además que se realizará un memorial en Los Ángeles en fecha a determinar y aclaró que la familia ha pedido que se respete su privacidad en este momento.
Figura imprescindible de los cantautores surgidos en los años 60, Cohen se mantuvo en activo durante toda su vida, combinando música y poesía, y en octubre de este año había lanzado un nuevo disco, "You Want It Darker". Nacido el 21 de septiembre de 1934 en Montreal (Canadá) en el seno de una familia judía, Cohen empezó de joven a interesarse por la poesía y, en especial, por la obra del español Federico García Lorca. Tras publicar sus primeros poemarios y poemas y pasar una larga temporada en Grecia, Cohen debutó en la música con el disco "Songs of Leonard Cohen" (1967), considerado una obra maestra y que incluía canciones como "So Long, Marianne" o "Suzanne".
Su voz grave y profunda y su elaborado estilo literario, en el que mezclaba reflexiones románticas con temas espirituales y existenciales, se abrieron paso en una escena folk norteamericana en la que figuraban también Bob Dylan o Joni Mitchell, entre otros artistas. Cohen ha regalado al mundo de la música canciones eternas como "First We Take Manhattan", "Bird On The Wire", "Suzanne" y "Hallelujah". Entre los múltiples galardones que recibió a lo largo de su trayectoria figura el Premio Príncipe de Asturias de Las Letras que obtuvo en 2011.
FEW (dpa, EFE)
Filarmónica del Elba: arquitectura para la música
La erección de la sede de la Filarmónica del Elba en Hamburgo duró siete años más de lo planeado, pero este miércoles (11.1.2017) se inaugura oficialmente la gran sala sinfónica de ese singular templo de la música.
Imagen: picture-alliance/R. Goldmann
Nuevo símbolo de Hamburgo
La Filarmónica del Elba combina un histórico depósito de café y cacao con una valiente estructura de vidrio que parece flotar en el aire. Las placas de vidrio están sujetas con 362 muelles de acero. La sala de conciertos está desacoplada del resto de la construcción, por lo que el ruido del puerto no puede penetrar.
Imagen: M. Schulz
Techo ondulado
Lo más llamativo en el nuevo edificio es su cubierta ondulada, una referencia a la ubicación en el puerto -y a las ondas sonoras. Hamburgo se enorgullece de su historia musical: el joven Georg Friedrich Händel dirigió sus obras en la Oper am Gänsemarkt, y Johannes Brahms nació aquí.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Schulze
Leitmotiv: el oleaje del río Elba
Las emblemáticas curvas del techo de la Elbphilharmonie son ubicuas también puertas adentro; saltan a la vista en las terrazas y los ventanales de los 45 apartamentos de lujo que alberga el enorme edificio.
Imagen: picture-alliance/dpa/C.Charisius
La plaza
La plaza, accesible para todos, está a una altura de 37 metros. El exterior de la plaza ofrece una vista panorámica de la ciudad. Desde aquí se puede llegar a dos salas de conciertos, un restaurante y un hotel con 250 habitaciones. La torre también aloja 45 apartamentos de lujo.
Imagen: Michael Zapf/Edel Germany GmbH
Un proceso accidentado
Las obras de construcción comenzaron en 2007. La primera misión: sanear la infraestructura de un histórico depósito del puerto de Hamburgo conocido como el Zócalo de Ladrillos Rojos, donde alguna vez se llegaron a almacenar toneladas de café y tabaco. Ese fue el principio de la accidentada historia de la Elbphilharmonie: sólo en el año 2011 se registraron cuatro mil errores de construcción.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Brandt
La historia sin fin
Hubo tiempos en que los constructores trabajaron día y noche para terminar la sede de la Filarmónica del Elba. Ella debía haber sido inaugurada en 2010 y costado 77 millones de euros, diez veces menos de lo que al final se ha pagado por ella. Se dice que los contribuyentes de Hamburgo recuperarán parte de ese dinero gracias a los aportes hechos por otros inversionistas.
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Atracción turística
Ya durante su construcción, unas 30 mil personas visitaban las obras, cada año. Para Christoph Lieben-Seutter, director de la Elbphilharmonie, "las cosas buenas se hacen esperar".
Imagen: picture alliance / dpa
Los arquitectos
Los arquitectos suizos Pierre de Meuron (foto) y Jacques Herzog siempre tuvieron una visión, a pesar de los problemas de comunicación con la empresa constructora Hochtief.
Imagen: AP
Una controvertida política cultural
Cuando se dispararon los costos de la sede de la Filarmónica del Elba, la ciudad de Hamburgo elevó los precios de las guarderías infantiles y cerró transitoriamente uno de sus museos más importantes para compensar el déficit fiscal resultante. De ahí que esta obra de construcción fuera objeto de severas críticas, causa de airadas protestas y emblema de un escándalo administrativo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Un rascacielos de otra dimensión
La Elbphilharmonie ya se ha convertido en el símbolo de la ciudad de Hamburgo, así como la Ópera de Sydney, la Filarmónica de Berlín, el Walt Disney Hall en Los Ángeles y el Lincoln Center de Nueva York.
Imagen: Fotolia/Marco2811
Tímpano todopoderoso
El 11 de enero de 2017 se inaugurará la gran sala sinfónica de la Filarmónica del Elba, que albergará hasta a 2.150 espectadores. De su acústica se encargó Yasuhisa Toyota, uno de los mejores ingenieros del mundo en ese ámbito. Su diseño arquitectónico trae a la mente la imagen de un viñedo sobre la ladera de una montaña y se parece al que aplicó Hans Schauron en la Philharmonie de Berlín en 1957.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Heimken
El libro
Lukas Föhr describe e ilustra con imágenes en el libro "Jahrhundertbau Elbphilharmonie", de casi 250 páginas, la historia de esta construcción del siglo XXI, su arquitectura, su ingeniería, pero también el proceso y las dificultades a todos los niveles.