El fósil del dinosaurio Ubirajara jubatus, que habría sido llevado irregularmente a Alemania en 1995, fue devuelto a Brasil el pasado domingo (4 de junio de 2023). El fósil fue transportado a Brasil por la comitiva de la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, quien realizó un viaje oficial con el ministro de Trabajo alemán, Hubertus Heil.

El regreso del dinosaurio, que vivió en Ceará en el período Cretácico, hace alrededor de 110 millones de años, simboliza la lucha de los científicos brasileños contra el tráfico internacional de fósiles. La legislación brasileña prohíbe la venta de fósiles e impone una serie de restricciones a la exportación. Aun así, todavía es común encontrar restos prehistóricos en museos de Europa y Estados Unidos.

La transferencia ilegal de fósiles fuera de Brasil es tan común que, en ciertos  casos, los científicos brasileños deben viajar al extranjero para tener acceso a algunas especies.

Regreso a casa en Ceará

Aunque ya está en territorio brasileño, el fósil será trasladado oficialmente el 12 de junio al Museo Paleontológico Plácido Cidade Nuvens, de la Universidad Regional de Cariri (Urca), que se encuentra en la misma región donde habitó el animal, en el sur de Ceará, a unos 530 kilómetros de Fortaleza. Una ceremonia marcará la llegada del fósil, que contará con un espacio exclusivo en el museo.

Recreado en ilustraciones, Ubirajara jubatus tenía una apariencia un tanto exótica, con plumas en la espalda que formaban una melena y un par de espinas en forma de vara ubicadas cerca de la región del hombro.

Se trataba de un dinosaurio carnívoro, de 40 centímetros de alto y un metro de largo, pesaba alrededor de cinco kilos. Es considerado el primer dinosaurio no volador con plumas hallado en América Latina.

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