El Museo de Pérgamo, que forma parte de la Isla de los Museos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las atracciones turísticas imprescindibles de Berlín. Pero no puede visitarse: lleva completamente cerrado por restauraciones y muchas de sus partes permanecerán cerradas entre 14 y 20 años, hasta 2037 o 2043.

Pero algunas de las principales atracciones del museo recibirán a los visitantes una década antes de que se complete la remodelación del resto del edificio. Nada menos que el ala norte del Museo y la impresionante sala del Altar de Pérgamo, que alberga la famosa entrada al templo griego antiguo que da nombre a esta institución cultural, reabrirán a principios de 2027. El ingreso a la sala ha estado inaccesible desde 2014.

Un evento de preestreno para la prensa, celebrado el 4 de diciembre, ofreció información sobre el monumental proyecto de restauración del Museo. "Se trata de un tesoro de la humanidad", señaló Wolfram Weimer, comisionado del Gobierno federal para la cultura y los medios de comunicación, durante la presentación. "Será una sensación. No esperamos cientos de miles de visitantes en los próximos años; esperamos millones, ya que está diseñado como un lugar de importancia mundial", agregó.

Reparación de estructuras obsoletas

El Museo de Pérgamo fue encargado por el emperador alemán Guillermo II y construido entre 1910 y 1930 según los planos de Alfred Messel. Su restauración y las ampliaciones siguen muchos de los diseños originales del arquitecto.

El Museo es patrimonio nacional protegido y la renovación conserva los principales atributos arquitectónicos y técnicas de construcción originales, así como diversos elementos, como las vidrieras.

Pocos años después de su inauguración en 1930, el Museo de Pérgamo sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial, a causa de los bombardeos aéreos y los disparos de artillería.

Después de la guerra,  el Museo quedó en Alemania del Este, que no disponía de los fondos necesarios para rehabilitar adecuadamente el edificio. 

El actual proceso de restauración conservará algunos vestigios de los daños causados durante la Segunda Guerra Mundial como testimonio de la historia de la ciudad. Las partes que se han deteriorado naturalmente con el paso del tiempo sí están siendo reparadas.

Cimientos inestables, costos inesperados

El Museo necesitaba un refuerzo significativo debido a su ubicación junto al río Spree, en un terreno arenoso e inestable. Los cimientos se anclaron con más de 700 barras de acero de alta resistencia, conocidas como micropilotes.

Esto planteó un desafío de ingeniería inesperado: al perforar de 10 a 30 metros en la tierra para instalar los micropilotes, se descubrieron dos estaciones de bombeo de la obra inicial. Construidas para drenar las aguas subterráneas, nunca se desmantelaron por completo y los restos se cubrieron sin documentarlos, lo que supuso un paso (y unos costos) no previstos en el proceso de restauración.

El presupuesto para esta primera fase de renovación ha alcanzado casi los 500 millones de euros, el doble de lo estimado inicialmente. Se prevé que el proyecto de restauración completo cueste unos 1.500 millones de euros.

¿Qué tesoros volverán a ser accesibles al público en 2027?

El monumental Altar de Pérgamo, excavado por Carl Humann en la antigua ciudad de Pérgamo (en la actual Turquía) en la década de 1870, conserva su propia sala.

El Museo original se construyó a medida alrededor de esta estructura del templo, que data del siglo II a. C. Decorado con un friso en alto relieve que representa la batalla entre los gigantes y los dioses del Olimpo, el Altar ha sido descrito en las listas clásicas como una de las siete maravillas del mundo antiguo.

El espacio, más impresionante que nunca, ahora está inundado de luz, gracias a la completa renovación de los elementos de cristal del techo. Se ha añadido una nueva estructura protectora, también de cristal, sobre la sala. 

Debido a que habría sido demasiado complicado retirar el Altar del edificio durante la remodelación, sus elementos se han mantenido dentro de la sala, protegidos por marcos construidos especialmente para la fase de restauración. 

 

(ct/ms)