En 2020, alrededor de 9.400 personas en Alemania necesitaban un transplante. Pero ni siquiera la mitad consiguió uno. Los investigadores son optimistas de que los órganos artificiales serán una solución.
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Órganos cultivados en laboratorio o de animales podrían eventualmente reemplazar la donación de órganos humanos. Esta sería una posible solución al hecho de que todavía hay demasiado pocos donantes.
¿Qué órganos son candidatos?
Entre 1963 y 2020, se realizaron un total de 142.584 trasplantes de órganos en Alemania: 90.642 riñones, 27.095 hígados, 13.773 corazones, 6.960 pulmones y 4.114 páncreas. Un riñón fue el primer órgano que pudo ser trasplantado con éxito en 1954 y hoy en día sigue encabezando la lista.
Corazón artificial
El médico argentino Domingo Liotta desarrolló el primer corazón artificial en el Texas Heart Institute de Houston en 1969. Se utilizó en un paciente de 47 años y después de 65 horas se cambió por un corazón humano sano. Sin embargo, el hombre murió poco tiempo después.
Luego de medio siglo, un corazón artificial sigue sin servir como solución permanente para reemplazar uno humano, aunque sí para ganar tiempo, a pesar del riesgo de infección y de accidentes cerebrovasculares. Pero existe la esperanza de que en el futuro sí puedan ser una solución definitiva. Nuevos diseños dan motivos de esperanza, como "Carmat", uno de los logros más recientes, de 750 centímetros cúbicos y 900 gramos de peso. Un motor eléctrico mueve adelante y atrás unas membranas que impulsan la sangre.
Ingeniería de tejidos
La ingeniería de tejidos trata de fabricar órganos en el laboratorio, al producirlos artificialmente a partir de las células madre del propio cuerpo. Es un proceso complicado y que requiere mucho tiempo. Los expertos coinciden en que pasará algún tiempo antes de que un órgano de la placa de Petri pueda implantarse en una persona y hacerse cargo de las funciones del órgano original.
Un problema es el tamaño: el tejido renal y hepático ya se cultiva en laboratorio, pero los órganos resultantes no son lo suficientemente grandes en comparación con el órgano humano respectivo. El reto es desarrollar procesos con los que se consigan proporciones más cercanas al original.
Órganos de impresora 3D
Se han dado ya los primeros pasos para que las impresoras 3D puedan fabricar órganos completamente funcionales. De momento, se han conseguido producir prótesis, huesos, cartílagos y tejido muscular, así como ovarios artificiales. En 2019, investigadores israelíes incluso imprimieron un corazón a partir de tejido humano. Sin embargo, el método está lejos de estar maduro.
Para la impresión se utilizó la denominada tinta biológica. Con un complicado proceso, los investigadores procesan tejidos del paciente hasta convertirlo en una especie de gel. Al proceder de células del receptor, los científicos esperan que no se produzcan rechazos. Estos siguen siendo un problema en los trasplantes de órganos de donantes humanos.
Xenotrasplante: animales como almacén de repuestos
En el xenotrasplante, o trasplante heterólogo, se utilizan tejidos animales. El cerdo es el principal foco de investigación, ya que sus órganos son fisiológicamente similares a los de los humanos. Esto convertiría a los animales en fábricas de órganos, por así decirlo. Los investigadores ya han llevado a cabo experimentos iniciales en monos, aunque no con gran éxito, ya que los órganos fueron rechazados muy rápidamente.
Alemania rechaza donación automática de órganos
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Las válvulas cardíacas de los cerdos también se consideran xenotrasplantes. El cirujano francés Alain Carpentier desarrolló válvulas cardíacas biológicas ya en la década de 1970. Están hechos de tejido animal. El riesgo de una reacción de rechazo es bajo y, a diferencia de las válvulas cardíacas artificiales, los pacientes no tienen que tomar anticoagulantes de por vida. Las válvulas cardíacas dirigen la sangre en la dirección correcta con cada latido. Esto sucede 100.000 veces al día, un logro increíble.
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Córnea artificial para el ojo
Los órganos animales también están cosechando éxitos en los trasplantes de córnea, para los que también faltan donantes humanos. La investigación de laboratorio consigue modificar córneas de cerdo de tal manera que no provoquen reacciones inmunes en los humanos.
Se hacen unos 6.000 trasplantes de córnea al año. Una intervención de este tipo es necesaria, por ejemplo, cuando la córnea está dañada y la vista se ve afectada, con incluso el riesgo de quedar ciego. Si la enfermedad está muy avanzada, se puede sustituir la córnea nublada por una donada transparente. La vista de los afectados mejora y su calidad de vida también. Las posibilidades de éxito son buenas porque las reacciones de rechazo son extremadamente raras.
(lgc/rr)
Premios Nobel de Medicina: avances que sanan
Desde 1901, cuando fue otorgado el primer Premio Nobel de Medicina, se han realizado enormes avances en la ciencia médica. Muchos de los descubrimientos hechos por los investigadores siguen beneficiando a los pacientes.
Imagen: Imago/Science Photo Library/A. Pasieka
1902: El mosquito de la malaria
El británico Ronald Ross descubrió que la malaria era transmitida por mosquitos. Demostró que los mosquitos Anopheles portan parásitos que provocan ese mal. Hasta el día de hoy, unos 300 millones de personas enferman de malaria cada año. De ellos, unos tres millones mueren. Pero, gracias a Ross, se han podido desarrollar medicamentos para combatir la enfermedad.
Robert Koch descubrió la bacteria que provoca la tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis). Hasta el día de hoy esta enfermedad infecciosa está bastante extendida y el tratamiento suele ser largo, aun con los antibióticos adecuados. Existe una vacuna que protege a los niños pequeños, pero no así a los adultos.
Imagen: AP
1912: Transplante de órganos
El cirujano francés Alexis Carrel hizo posible transplantar vasos sanguíneos y órganos. Por ejemplo, desarrolló una técnica que permite conectar vasos sanguíneos. También descubrió la forma de almacenar órganos fuera del cuerpo humano. Actualmente se transplantan cerca de 100.000 órganos al año.
Imagen: picture-alliance/dpa
1924: Ver latir el corazón
El holandés Willem Einthoven desarrolló el electrocardiograma al grado de que pudiera ser utilizado en los hospitales y consultas médicas. El electrocardiograma mide la actividad de las fibras del músculo cardíaco. Gracias a ello se pueden detectar, por ejemplo, arritmias y otras enfermedades.
Imagen: Fotolia
1930: Cuatro tipos de sangre
El austríaco Karl Landsteiner descubrió que con frecuencia había problemas al mezclar la sangre de dos personas… pero no siempre. Pronto encontró el motivo: los diferentes grupos de sangre A, B y O (que él llamó C). Posteriormente, colegas suyos identificaron también el grupo AB. Gracias a ello se hizo posible efectuar transfusiones de sangre seguras.
Imagen: picture-alliance/dpa
1939, 1945 y 1952: Medicamentos letales para las bacterias
Tres Premios Nobel fueron concedidos a investigadores que descubrieron y desarrollaron antibióticos. Uno de ellos fue Alexander Fleming, descubridor de la penicilina. Hoy en día, los antibióticos se cuentan entre los medicamentos más usados y con frecuencia salvan vidas. Pero siempre hay que desarrollar nuevos tipos de antibióticos, porque las bacterias se vuelven resistentes con el tiempo.
Imagen: Fotolia/Nenov Brothers
1948: Veneno contra el mosquito Anopheles
El compuesto químico DDT mata insectos, pero no es mayormente venenoso para los mamíferos. Paul Hermann Müller fue quien lo descubrió. En las décadas siguientes, el DDT se convirtió en uno de los insecticidas más utilizados… Hasta que se descubrió que era dañino para el medio ambiente y en especial para las aves. Hoy se usa sólo contra los mosquitos de la malaria.
Imagen: picture-alliance/dpa
1956: Sondeando el corazón
El alemán Werner Forßmann recibió con otros dos colegas el Premio Nobel por el desarrollo del catéter cardíaco. Forßmann realizó en su propio cuerpo el procedimiento de introducir un catéter hasta el corazón, a través de una arteria. El método sirve para realizar exámenes y operaciones.
Imagen: picture-alliance/Andreas Gebert
1979 y 2003: Mirar dentro del cuerpo
Cuando antes se quería dar un vistazo dentro del cuerpo humano, sólo había una posibilidad: la radiografía. Pero hoy los médicos cuentan con métodos mejores. Uno de ellos es la tomografía computarizada. También utiliza rayos Röntgen, pero ofrece imágenes segmentadas más precisas. Posteriormente le siguió el método de la resonancia magnética, que opera con campos magnéticos inocuos.
Imagen: picture-alliance/dpa
2008: Cáncer viral
Gracias a Harald zur Hause, del Centro Alemán de Investigación Oncológica, sabemos que hay un virus (el papiloma humano) que puede provocar cáncer del cuello del útero. Sobre esa base se desarrollaron vacunas que permiten a las mujeres protegerse.
Imagen: AP
2010: Niños de probeta
Robert Edwards desarrolló la fertilización in vitro. El primer bebé gestado con ese método nació en Inglaterra en 1978. Las posibilidades de éxito del método han mejorado desde entonces. Ya han nacido en el mundo más de cinco millones de bebés gracias a la fertilización artificial.
Imagen: picture-alliance/ZB
2013: Transmisión de señales
El Premio Nobel de Medicina 2013 fue concedido a los investigadores James Rothman, Randy Schekman (estadounidenses) y Thomas Südhof (alemán). Fueron galardonados porque lograron descifrar importantes mecanismos de transporte en las células. Los defectos en dichos sistemas de transmisión son los responsables de enfermedades como el Alzheimer, el mal de Parkinson y también la diabetes.
Imagen: picture-alliance / dpa
2018: El sistema inmunitario combate el cáncer
Hay una defensa natural contra los tumores en todos nosotros, sólo hay que soltar los frenos naturales del sistema inmunológico. Con su investigación, James P. Allison y Tasuku Honjo han sentado las bases para una terapia contra el cáncer en la que incluso los tumores que ya habían formado metástasis retroceden. Al final de la terapia, muchos pacientes no sufrían más de cáncer.