"Lo que estamos viendo es apropiación de tierras por parte del ejército de Myanmar en cantidades dramáticas”, dice reporte un publicado este lunes (12.03.2018) en la página de Amnistía Internacional.

Las nuevas bases serán construidas por los mismos agentes de seguridad que participaron en los crímenes de lesa humanidad cometidos contra los rohinyás.

El reporte de Amnistía Internacional está basado testimonios de presenciales y en análisis de imágenes satelitales hechos por expertos.

Estos estudios afirman que las nivelaciones del terreno en las aldeas rohinyás y las actividades de construcción se intensificaron de este año: "En las áreas de los pueblos rohinyás incendiados se están contruyendo calles. Eso significa que es aún menos probable que los refugiados puedan regresar a sus casas”.

Desde que estalló la violencia en agosto de 2017, 700.000 rohinyás musulmánes huyeron a Bangladesh. Críticos acusan a los militares de haber usado los ataques por parte de insurgentes rohinyás como argumento para ataques desproporcionados y operaciones de incendio de tierra como pretexto para expulsar a la minoría étnica.

La ONU ha condenado las acciones del Ejército contra los rohinyás y dice que tienen "el sello de un genocidio".

El gobierno de Myanmar, encabezado por la líder de facto del gobierno Aung San Suu Kyi y el Ejército de ese país rechazan estos acusaciones diciendo que son falsas noticias.

TS/CP/EAL (kna, afp)

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