La escritora brasileña Nélida Piñón es invitada de honor del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, que comienza este miércoles en Argentina. “El español está presente en la psique de Brasil”, sostiene.
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Nélida Piñón es una de las autoras más reconocidas de Brasil. Ha escrito más de 20 de libros, y ha recibido no menos premios y distinciones, entre ellos, el Príncipe de Asturias a las Letras. Y es que ella, sobre todo, es hija de múltiples culturas. Su corazón habla en portugués, pero el gallego y el español la acompañan desde la cuna. Es miembro de la Academia Brasileña de Letras y su primera presidenta mujer, pero también académica correspondiente de la RAE y de la Academia Mexicana de la Lengua, y académica de honor de la Real Academia Gallega.
Ha pasado los 80 años, pero su magnetismo luce intacto. Tiene la conversación fácil y amena. Literatura, historia, lenguas, culturas, el mundo de hoy, pero también recetas culinarias, qué llevar en la valija, y su perrita "Susy Piñón” se suceden en la charla. Todo sin premura y en un clima relajado, como si conociera a esta periodista de toda la vida, como si ella no fuera la celebridad que es y no estuviera a horas de ser la oradora de la primera sesión plenaria del VIII Congreso de la Lengua Española.
Deutsche Welle: ¿Qué significa para usted haber sido invitada a hablar en la primera sesión del Congreso de la Lengua Española, lo cual por segunda vez en la historia recae sobre un escritor no hispanohablante?
Nélida Piñón: Pues, una sorpresa muy agradable y un gran honor. Le cuento que mi discurso ya está listo e impreso en letras grandes, así lo puedo leer sin dificultad. Voy a decir exactamente esto: que los ruidos lingüísticos de mi familia, de mi casa, no coincidían con los ruidos de la calle, porque yo escuchaba gallego, castellano y el portugués de los inmigrantes (y en la calles de Río de Janeiro escuchaba portugués). Y para mí, todo eso ha sido una maravilla, porque yo nací en una cuna ya universal, que me lanzó al mundo, dándome la conciencia de que yo era una niña de cultura doble.
Justamente las migraciones son uno de los grandes temas de su obra, y es a la vez una cuestión tan actual...
En mi caso personal, el hecho de haber nacido en un hogar gallego-español, ha sido una maravilla. Yo me convertí en una cosmopolita, porque sé que el mundo es amplio. La frontera limita el conocimiento, limita la percepción de las cosas.
Yo desde niña he convivido con la promesa que mi familia me había hecho de que un día conocería España. Y a los 10 años me llevaron a España, y me quedé dos años, más bien en Galicia. Por tanto, me he dado cuenta de que mi imaginario se fundamentaba en lo que había en el mundo. Y me permite ser mejor brasileña, porque no soy solo brasileña: entiendo el mundo previo a ser brasileña.
¿Cómo es su relación con el portugués y con el español?
Yo tengo una gran pasión por el portugués, yo soy una de las grandes cultoras de la lengua portuguesa, y no puedo vivir sin ella. Mi corazón está ocupado por el idioma portugués, pero el idioma español es una belleza, un idioma extraordinario. Yo soy una enamorada de la literatura española. Justamente, en el discurso, voy a hacer un recorrido por la presencia del español en Brasil y en la genealogía histórica de las Américas.
¿Usted sostiene que "el español está presente en la psique de Brasil”?
Sí, es verdad, está presente. No se olvide que Brasil de 1580 a 1640 perteneció a España, era una posesión filipina. Un brasileño puede entender muy bien el español. Y, aunque ahora ha cambiado, los brasileños entienden el cancionero español, los boleros. Y la literatura hispanoamericana ingresó a Brasil con mucha naturalidad.
¿Cómo ve el español de hoy?
Yo lo veo muy bonito. La gente lo habla bien. En el idioma español hay una preservación casi extenuante del pronombre. Es una lengua muy linda y la literatura española, en todas sus dimensiones y creaciones, lo prueba. ¡Es un idioma soberbio!
¿Cómo ha sido su relación con la literatura hispanoamericana?
Desde muy temprano empecé a leer la literatura hispanoamericana. Le cuento una anécdota: cuando era muy joven, fui presentada a un crítico muy famoso, un poco arrogante pero brillante, y le dije que yo tenía adoración por un escritor que no era conocido en Brasil: Jorge Luis Borges. ¿Sabe qué hizo él? Se arrodilló y besó mi mano. (ríe)
Y además, mire, nunca he hablado de esto, es que yo he tenido y tengo una vida tan intensa que hasta yo dudo de haberla vivido, pero yo llevé el libro "Cien años de soledad” (obra de Gabriel García Márquez) en español para ser publicado por editoriales brasileñas; lo llevé a la editora Sabiá.
O sea, yo siempre conocía todo lo que estaba saliendo, y en ese entonces no había Google, era muy difícil, pero yo lo intentaba.
¿Qué busca alcanzar en la vida?
Pues, paz, serenidad y salud. Además, la alegría de vivir, aunque sea una mujer de edad. Y que no me falten emociones. Yo lo que quiero tener siempre es el poder de emocionarme.
¿Cómo se define a sí misma?
Prefiero que lo hagan los otros, y si es posible, que me favorezcan.
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(er)
Mundo bilingüe: las ventajas de hablar más de una lengua
Los beneficios del multilingüismo se hacen notar. Prejuicios y falsas creencias van quedando atrás luego de décadas de extendida vigencia.
Imagen: Tatjana Kral
Ventajas en la concentración
Los niños bilingües de nacimiento poseen una mayor capacidad de concentración, así como de priorizar diferentes tareas a realizar (“executive control”), ya que esto es lo que hacen permanentemente cuando deben elegir entre un idioma y otro. En la imagen, familia ruso-germana en Alemania. Los padres, Tatjana y Andreas, son rusos. Los niños, Karolina (8) y el pequeño Alexander son bilingües.
Imagen: Tatjana Kral
Bilingües desde el nacimiento
Existen diferencias cualitativas según el momento en que se aprenden los idiomas. Si se aprenden desde el nacimiento, al hablar cada uno de los idiomas se activa la misma región del cerebro. Mientras que si se aprenden más tarde, se activan regiones diferentes. En la imagen: la mamá Verena es alemana, el papá Max es brasileño, y la pequeña Marlene Maria de 2 meses, bilingüe alemán-portugués.
Imagen: Max Rodrigues
Un niño, dos lenguas
Desde temprana edad los niños pueden distinguir entre los dos idiomas, y contrariamente a lo que se creía, no existe un período de confusión entre las lenguas. Cuanto antes se empiece a aprender una lengua, más sencillo será el proceso de adquisición de la misma. En la imagen, Clara, de 5 años, bilingüe alemán-español, se deleita con su colección actual preferida en idioma español.
Imagen: Privat
“Una persona, una lengua”
El principio propuesto por el lingüista francés Ronjat consistente en que cada persona hable una lengua y sólo esa con sus hijos, “funciona bien”, según Jürgen Meisel. Sin embargo “no es un dogma”. En la foto, familia bilingüe francés-español, residente en Francia. La mamá, Mariana, es hispanohablante. El papá, Vincent, es francoparlante. Tomas, de 12 años, se maneja en ambos idiomas.
Imagen: Gabriela Pisano
Niños trilingües
Es posible aprender hasta tres “primeras lenguas”. El sistema cognitivo permite aprender incluso más, pero no como “primeras lenguas”, ya que éstas requieren como mínimo en torno al 30 por ciento de la comunicación diaria del niño. En la foto, familia trilingüe en Alemania. La mamá, Eugenia, es española, el papá, Alessandro, italiano. Y los hijos, Andrea (8), Hugo (6) y Luca (3), son trilingües.
Imagen: Eugenia Chillon Raya
Un niño, tres lenguas y ningún esfuerzo desmedido
“Se pueden aprender dos o tres lenguas simultáneamente como lenguas primarias”, asegura el experto Jürgen Meisel. “Y esto no implica un sobresfuerzo”. En la imagen, familia trilingüe alemán-español-árabe. La familia vive en Alemania. La mamá, Thyara, es argentina. El papá, Abdelali, es marroquí. Los hijos del matrimonio, Nuh de 9 años y Faruq de 6 años, son trilingües alemán-español-árabe.
Imagen: Thyara Iriarte Ganeau
No obligar a los pequeños
"El plurilingüismo siempre vale la pena", sostiene la lingüista Julia Blanco López. "Y esto, aun cuando el proceso pueda resultar un desafío para grandes y chicos". En cualquier caso, no obligar a los pequeños a hablar el idioma. En la foto, familia bilingüe alemán-español. La familia vive en Alemania. Cristina es española y el papá Félix es alemán. Las niñas Sofía (8) y Lucía (6) son bilingües.
Imagen: Cristina Lorenzo
En silencio también se desarrolla la lengua
“En contextos monolingües, si sólo la familia es bilingüe, a menudo los niños no quieren hablar la lengua de la familia, pero por razones sociales, no lingüísticas”, explica el Profesor Meisel, al tiempo que recomienda “seguir hablándoles el idioma”.
En la imagen, familia bilingüe en Alemania. Los padres, Amparo y Manuel, son españoles; las niñas, Victoria (7) y Clara (5), son bilingües.
Imagen: Privat
Jardines de infantes bilingües
Para adquirir, mantener y desarrollar más de un idioma, los jardines de infantes bilingües desempeñan un rol fundamental. Un aspecto clave resulta el hecho de que los niños tienen la posibilidad de hablar aquí el idioma minoritario con pares, con otros niños como ellos. En la foto, el jardín de infantes bilingüe alemán-español “Lucecitas” de Berlín abierto en 2014, al que acuden 25 niños.
Imagen: Simon Breth
El mundo multilingüe
“Los límites de la lengua son los límites del mundo”, sostenía el filósofo Ludwig Wittgenstein. Y es que vemos, lo que nombramos. En este sentido, podría decirse que el mundo de los niños multilingües es más rico que el de los niños monolingües. En la foto, niños del jardín bilingüe alemán-español “El jardín de Federico” en actividades al aire libre en Berlín.
Imagen: Tukita gUG
Dos idiomas, dos culturas
El bilingüismo supone el acceso del niño no sólo a dos idiomas diferentes, sino a dos culturas distintas, y esto enriquece la formación del pequeño. En la imagen, niños del jardín de infantes bilingüe alemán-español “Abejitas” de Berlín, fundado en 2004, y al que acuden cerca de 50 niños de entre 1 y 6 años.
Imagen: Antonio Brandauer
Plurilingüismo como estímulo
El contacto con la diversidad que implica el plurilingüismo estimula el desarrollo intelectual de los niños. En la foto, niños del jardín de infantes bilingüe español-alemán “Abejitas” en la capital alemana.
Imagen: Antonio Brandauer
El enorme potencial del bilingüismo
Existe un consenso entre los investigadores del plurilingüismo en torno a que los niños multilingües son más creativos, más flexibles y más elocuentes que los monolingües. En la imagen, niños del jardín de infantes bilingüe alemán-español “Abejitas” en Berlín.
Imagen: Antonio Brandauer
Cuanto antes, mejor
A partir de los 12 años se es considerado un adulto para aprender una segunda lengua. Esto es, los idiomas que se adquieran luego de esta edad, serán segundos idiomas y no idiomas maternos. Por eso, los primeros años de vida son decisivos. En la imagen, el jardín de infantes “El jardín de Federico” de Berlín, institución bilingüe alemán-español, inaugurada en 2013, visitada por cerca de 30 niños.