En el desierto del norte de Níger, miles de personas luchan por sobrevivir. Han sido deportados de Argelia, algunos incluso fueron torturados. Ahora intentan llegar a la gran ciudad de Agadez, que se ha convertido en un cuello de botella en el camino hacia Europa. La situación aquí se deteriora desde 2015. La Unión Europea llegó a un acuerdo con el gobierno de Níger ofreciendo generosos fondos de ayuda. A cambio, se prohibió que los migrantes vayan hacia el norte desde Agadez. Desde entonces, las deportaciones han aumentado y la criminalización y la seguridad de la migración se han agravado en toda la región. El reportero de DW Michele Cattani habló con migrantes en su camino a través del desierto y fue testigo de la situación en Agadez.