Número de empleados en teletrabajo varía en Europa
6 de enero de 2021
El número de empleados que puede trabajar desde casa varía mucho en los países de la eurozona, y la crisis por la pandemia puede acelerar el teletrabajo y "reducir la división digital entre los países de Europa".
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La reducción de la brecha se lograría si los países de la zona euro invierten más en tecnologías digitales. Esta es una de las conclusiones del artículo sobre el impacto de la covid-19 en el mercado laboral de la zona del euro del próximo boletín económico del Banco Central Europeo (BCE), que ha sido preparado por Robert Anderton, Vasco Botelho, Agostino Consolo, António Dias da Silva, Claudia Foroni, Matthias Mohr y Lara Vivian y publicado este miércoles (6.01.2021).
La cuota de empleados con empleos en los que es posible el teletrabajo supera el 50 % en las regiones de la capital del Reino Unido, Bélgica, Francia, Luxemburgo y Suecia, pero es sólo del 20 % en algunas regiones de España, Grecia y Rumanía, según datos del BCE.
De forma similar, el número de empleados que trabaja desde casa de forma regular u ocasionalmente varía mucho entre regiones, un 70 % en Estocolmo y un 45 en París y Londres, pero sólo un 10 % en Italia.
Estas diferencias que existían antes de la pandemia muestran que "hay diversos grados de preparación para implementar rápidamente el teletrabajo como herramienta para sobrellevar la pandemia en las regiones europeas" debido a las diferentes normas sociales y al estigma vinculado al trabajar desde casa, consideran los economistas del BCE.
La pandemia ha producido un desplazamiento del trabajo en la oficina al teletrabajo.
Los teletrabajos llegaban al 33 % de los empleados en 2019, pero menos de un 10 % de los trabajadores con posibilidad de trabajar desde casa informaron hacerlo frecuentemente o algunas veces, cantidad que supone un 3,3 % de los empleos.
"Esto cambió con la pandemia y los confinamientos asociados, durante los cuales más de una tercera parte de los europeos comenzó a teletrabajar", según el artículo.
En los primeros meses desde el brote de la pandemia, el teletrabajo ha apoyado el empleo y las horas trabajadas en algunos sectores, especialmente entre los trabajadores con niveles de educación más elevados.
Los economistas del BCE prevén que "la pandemia va a acelerar la transformación digital en marcha de la economía de la zona del euro, y el teletrabajo y el uso de la tecnología digital se van a volver más importantes".
También consideran que el teletrabajo puede mitigar los costes económicos de las políticas que obligan a estar en casa y al distanciamiento social.
Una gran mayoría de los empleados que ha trabajado de forma remota durante la pandemia ya lo había hecho anteriormente.
Pioneros del "home office"
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Las profesiones en las que es posible el teletrabajo incluyen a empleados de banca, técnicos de la información y la comunicación, y la mayor parte de los directivos y expertos.
Pero otros trabajos exigen la presencia en el puesto de trabajo para poder realizarlo como vendedores, servicios de limpieza y la sanidad.
En 2019 los trabajos con posibilidad de trabajar desde casa contabilizaron el 33 % de los empleos y el 46 % de los ingresos anuales en la zona del euro, lo que sugiere que el teletrabajo es más predominante en los empleos bien remunerados, según datos del BCE.
En la zona del euro, la cuota de empleos en los que se puede trabajar desde casa es la más elevada en el sector de la información y la comunicación (83 %) y la más baja en la agricultura (7 %), aunque esos empleos agrícolas con posibilidad de trabajar desde casa representan un casi una quinta parte de todos los ingresos del sector agrícola.
Sectores en los que más del 40 % de los trabajos puede realizarse de forma remota como la educación, las actividades financieras, la administración pública, el sector inmobiliario y otras actividades administrativas representan el 30 % de los empleados totales en la zona del euro.
El 70 % restante se distribuye en industrias donde el teletrabajo es una opción para hasta el 25 % de los trabajadores.
"Menos de un 10 % de los empleados que pueden trabajar desde casa en la zona del euro lo hace normalmente o algunas veces, lo que significa que dos terceras partes de los trabajadores pueden no estar acostumbrados a trabajar de forma remota", según el artículo. (EFE).
La vida cotidiana en un año de pandemia: un repaso humorístico
Con las tasas de infección aún altas, la pandemia no tiene nada para la risa. Aún así, el mundo no perdió su sentido del humor.
El papel higiénico, un producto precioso, y delicioso
Al principio de la pandemia hubo olas de acaparamiento. El papel higiénico se convirtió temporalmente en un bien escaso, lo que lo hizo muy valioso. Esto inspiró a algunos a burlarse de ello con ideas inteligentes. Esta pastelería de Dortmund tomó el tema y creó un pastel de papel higiénico azucarado, siguiendo la tendencia de hacer pasteles en forma de objetos cotidianos.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Thissen
Saludo con el codo
Al inicio, cuando se consideraba que el contacto directo era la principal vía de transmisión, la gente evitaba el contacto físico. Los rituales de saludo como los besos, abrazos y apretones de manos dieron paso a nuevas formas de decir hola, como el saludo de pie, la reverencia o la mano en el corazón. Estos jugadores de ajedrez eligieron el saludo con el codo, sin barrer sus piezas del tablero.
Imagen: Reuters/FIDE/M. Emelianova
Cena con osos de peluche
Cuando los restaurantes y cafés volvieron a abrir después del cierre, algunos presentaron invitados inesperados: osos de peluche. Se colocaron en las mesas para cumplir mejor con las reglas de distancia social. Cuando las cervecerías tuvieron que cerrar de nuevo, muchos propietarios simplemente dejaron a los peludos invitados sentados. Como aquí en Bjelovar, Croacia.
Imagen: Damir Spehar/PIXSELL/picture alliance
Zoom, nueva fuente de memes
Millones de personas tuvieron que trasladar su oficina a casa: la videoconferencia se convirtió en rutina diaria. Desde encender involuntariamente el micrófono hasta mostrar su desordenado apartamento a los colegas, esto llevó a una inagotable cantidad de material. Algunos memes reinterpretaron obras de arte a través del lente COVID, como esta versión de "La última cena" de Leonardo da Vinci.
Imagen: pinterest.com
Cuentos para conciliar el sueño
Varios libros relacionados con el COVID salieron a lo largo del año, incluyendo parodias. Un ejemplo: "Buenas noches COVID-19", un remake del clásico libro infantil estadounidense "Buenas noches Luna". En este, unos simples versos describen la nueva realidad cotidiana. El autor quiere ayudar a los padres a hablar con sus hijos sobre la inédita situación, y así hacer más fácil la vida familiar.
Imagen: Independently published
El elefante en la habitación
¿No puedes recordar la distancia mínima recomendada? ¡Entonces sólo piensa en un bebé elefante! Al menos eso es lo que se recomendó en Austria: si el pequeño y gran mamífero puede caber entre tú y tus compañeros, entonces guardas una distancia segura. En Australia, por cierto, la distancia se mide en canguros.
Imagen: Harald Schneider/APA/picture alliance
El sonido del encierro
Cuando la vida pública se cerró en todo el mundo durante la primavera, ciudades enteras se quedaron en silencio. Para contrarrestar ese extraño estado, mucha gente hizo música para otros en y desde sus ventanas y balcones, como este hombre de Oakland, California. En algunos lugares, incluso la Policía se unió, dando una serenata a la gente en sus patrullas.
Imagen: Reuters/K. Munsch
La lista de hits sobre lavado de manos
Nunca antes la gente se lavó tanto las manos como en 2020. Hubo un momento que escuchar la canción "Feliz cumpleaños" se hizo insoportable. El tiempo que duraba sonando era el mínimo recomendado para lavarse las manos. Menos mal que había canciones alternativas. El coro de "Jolene", de Dolly Parton, y las mezclas de clásicos con nuevas letras inspiradas en "corona" fueron especialmente populares.
Imagen: Tina Rowden/Netflix/Everett Collection/picture alliance
¿Sonrisas o muecas?
Las mascarillas fueron el principal accesorio en 2020. Desde los artistas hasta las marcas de lujo, todos ofrecían su propio modelo. Estos diseños prueban que las mascarillas no tienen por qué significar el fin de toda comunicación interpersonal. Aunque cubren la boca (¡y la nariz también, por favor!) estos modelos hacen, por lo menos, sonreír.
Imagen: Etsy.com
El estornudo como peligro de muerte
También el famoso artista callejero Banksy reaccionó a la pandemia con humor: a principios de diciembre, dejó una imagen de una anciana estornudando con fuerza en la pared de un edificio en Bristol, Inglaterra. No sólo su bastón, su bolso y los temidos aerosoles vuelan por el aire: la dentadura postiza de la mujer también es despedida por los aires.