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Nace un nuevo país: Montenegro

Luna Bolívar Manaut22 de mayo de 2006

Los montenegrinos han decidido en referéndum que no quieren seguir formando un Estado con Serbia. Nace la República de Montenegro y los últimos vestigios de la unión de los eslavos del sur, Yugoslavia, se desmoronan.

Montenegro festeja el triunfo del "da", el "sí" a la independencia.Imagen: AP


"Permítanme comunicarles que Montenegro, por voluntad de sus ciudadanos, vuelve a ser independiente", anunciaba el primer ministro montenegrino Djukanovic. Según la Comisión Electoral para el Referéndum, el 55,4% de los ciudadanos votó a favor de la independencia de Serbia, y la consulta tuvo la participación más alta que jamás conociera un proceso electoral en Montenegro: el 86,3% de los habitantes con derecho a voto acudió a las urnas. Estos son datos oficiales, dice la Comisión, en los que podrían producirse pequeñas variaciones que en ningún caso harán variar la victoria del "da", el "sí".

El resultado es sin duda un triunfo personal para Djukanovic, que apostó abiertamente por la separación de las dos regiones. Los unionistas, los partidarios de mantener la alianza con el vecino serbio, acusan al primer ministro de escenificar la consulta con la única intención de mantenerse en el poder, donde ya lleva ubicado 17 años. Pero en este referéndum había más cartas sobre la mesa que las que juega Djukanovic. Entre ellas, el comodín que puede abrir las puertas de la Unión Europea.

Entre separatistas y unionistas

La bandera roja con el ágila dorada es símbolo de la independencia de Montenegro.Imagen: AP

La unificación de Serbia y Montenegro en un solo Estado debía ser ratificada, de acuerdo con los tratados firmados en el momento de su fundación, por un referéndum popular. Sea cual fuere el resultado de dicha convocatoria, Serbia estaría obligada a reconocerlo. Tres años tuvieron que transcurrir antes de que los ciudadanos fueran llamados a las urnas. En todo ese tiempo, la cuestión de la independencia o la unidad con Serbia ha dividido a la sociedad montenegrina.

A medida que se acercaba la fecha del referéndum, los enfrentamientos entre ambas fracciones ganaron en violencia, que ha ido desde las peleas físicas y verbales a la quema de coches y banderas- rojas con un águila dorada, símbolo del Montenegro independiente de entre 1878 y 1918; y las rojo, blanco, azul, que simbolizan la hermandad con Serbia.

Para los unionistas, la separación de Serbia supondrá la quiebra económica del país. El pequeño Montenegro, que tendrá 650.000 habitantes y en el que el sueldo medio mensual no supera los 150 euros, difícilmente podrá ser competitivo en el mercado internacional. Por el contrario, para los separatistas la economía montenegrina se beneficiará con la independencia de la posibilidad de entrar en la Unión Europea, opción bloqueada por culpa de Serbia.

Serbia, un obstáculo ante Europa

La estradición de Ratko Mladic bloquea las relaciones de la UE con Serbia.Imagen: AP

El Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa han enviado en total 3.000 observadores a vigilar el transcurso de la votación montenegrina. Y no es para menos. Europa, y la Unión Europea, tienen muchos intereses, e interesan mucho, en la zona.

El entorpecimiento de la labor del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia por parte de Serbia, que muestra poca colaboración a la hora de poner en manos de la Justicia buscados criminales de guerra, como es el caso de Ratko Mladic, llevó a la paralización a principios de este mes de las conversaciones entre la Unión Europea y Serbia y Montenegro.

Pese a que Serbia y Montenegro formaban un solo país, su ingreso en la UE se negociaba en dos procesos, con lo cual las negociaciones pueden seguir ahora su curso sin más altercados. Sin embargo, la Unión nunca hubiera aceptado en el club a una región que no fuera un Estado, con lo cual el fin de las conversaciones con Serbia suponía también para Montenegro la congelación de sus posibilidades de ingreso.

Ahora, el primer paso será formalizar la presencia de Montenegro como país independiente en Naciones Unidas y en los restantes organismos internacionales, con la esperanza de que luego venga Europa.

Europa reticente a las divisiones

Montenegro espera que la independencia sea el billete para europa.Imagen: AP

La pacificación de los Balcanes, el polvorín de Europa, es por descontado prioridad fundamental de la Unión Europea. Un Montenegro independiente puede ser más estable, y a la UE le quedaría sólo por resolver la cuestión kosovar. Y sin embargo, Europa no estaba interesada en el surgimiento de un nuevo país.

La UE, que tiende a la integración y no a la separación, no quiere convertirse en un conglomerado de minúsculos Estados independientes que dificulte aún más la ya de por sí trabajosa toma de decisiones. Los europeos habían fijado un mínimo del 50% de los votos a favor de la independencia y un 55% de participación para aceptar el resultado. Cuotas que, a su pesar, han sido alcanzadas.

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