"¿Nacemos con un letrero en la frente que dice cuidadora?"
24 de octubre de 2025
"¿Nacemos con un letrero en la frente que dice cuidadora? ¿Por qué? Porque la sociedad nos lo ha asignado y no tiene por qué ser así. Todas las personas deben tener el derecho a ser cuidadas cuando nacen, cuando son mayores, cuando tienen alguna dependencia; también tienen derecho a cuidar en condiciones dignas y a cuidarse a sí mismas. Sin embargo, la realidad que vemos es muy cruel”, explica a DW Jordania Ureña, secretaria general adjunta de la Confederación Internacional del Trabajo (ITUC), organismo que integra la Alianza Global por los Cuidados.
A pocas semanas de que se celebre la Cumbre entre Europa y América Latina y el Caribe (UE-CELAC, Santa Marta, 9-10.11), las organizaciones e instituciones que vienen trabajando por lograr el "Pacto Birregional por el Cuidado” esperan que se alcance, por un lado, que los 60 jefes de Estado y de Gobierno de ambas regiones lo reconozcan como un derecho.
Por otro lado se espera que se firme el pacto en sí mismo. Éste sería una alianza para el diseño de planes de acción y presupuestos específicos, para la inclusión del derecho al cuidado en agendas claves como la migración.
Cruel realidad demostrada en la pandemia
¿Cuál es la realidad cruel a la que se refiere Jordania Ureña? "Personas que no tienen la capacidad para lidiar con un familiar demente o con alguna incapacidad. Madres que para ir a trabajar tienen que dejar a sus hijos e hijas, sumamente vulnerables, con una vecina o con la abuela que no puede atenderse ni ella misma. Envejecientes que pesan en familias que no pueden hacerse cargo de ellos. Por esta realidad, proponemos sistemas nacionales de cuidado con presupuesto para estos fines, que garanticen que el cuidado no sea un privilegio de quien lo pueda pagar”.
Así las cosas, ¿por qué es importante reconocer el cuidado como un derecho y crearle una agenda birregional? Desde la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, Inma Alonso explica a DW: "Si algo tuvo de positivo la pandemia es que puso de relieve el trabajo de cuidados sostiene la vida y nuestras sociedades. Vivimos un momento de crisis sistémica global que en gran medida es una crisis de cuidados”.
Desde ese momento hasta la actual propuesta que llega a la Cumbre UE-CELAC, el camino ha sido arduo. Ya en 2023, estados de Europa (principalmente, España y Alemania) y de América Latina (Argentina y México) junto con ONU Mujeres y CEPAL abogaban por un compromiso conjunto por los cuidados. Entretanto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos se pronunció (agosto, 2025) a favor de que los estados reconozcan el cuidado como un derecho humano autónomo que debe ser garantizado. En la actual propuesta que llega desde la sociedad civil a Santa Marta han trabajado 220 organizaciones de 22 países de ambas regiones.
Volviendo al momento de la pandemia: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) detectó que el trabajo de cuidado recae de manera desproporcionada sobre las mujeres. Tres cuartas partes del trabajo no remunerado (e invisibilizado) lo realizan mujeres; dos terceras partes del trabajo de cuidado remunerado lo realizan también mujeres.
El cuidado recae sobre las mujeres
"El trabajo del cuidado condiciona la plena participación económica y política de las mujeres”, subraya Inma Alonso. "Somos nosotras quienes cuidamos formal e informalmente. Y una mirada interseccional deja claro que buena parte del trabajo remunerado, formal pero precario, lo realizan las mujeres migrantes, las más vulnerables, las más pobres”, añade.
Según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (2021), en Europa el 55 por ciento del trabajo doméstico remunerado lo realizan mujeres migrantes. Las cifras reales pueden ser mucho más altas, dada la informalidad del sector.
Desde el punto de vista sindical, "nosotros hacemos hincapié en la protección de los derechos de esas trabajadoras”, apunta Jordania Ureña. "Necesitan protección y programas de capacitación. Nos han llegado casos de cuidadoras contratadas para una tarea doméstica. Pero luego como hay una niña chiquita, pues también se hacen cargo de ella. Si hay un abuelo en la casa, también, además hay que darle los medicamentos. ¿Qué pasa cuando comete un error por la falta de capacitación? Recae sobre ellas”, cuestiona visualizando, a largo plazo, el Pacto Birregional por los Cuidados dentro de un "Nuevo Pacto Social” entre la UE y América Latina y el Caribe.
El foco puesto en Santa Marta
Por lo pronto, en Santa Marta ambas regiones tendrían la oportunidad de rubricar un acuerdo que ponga el foco en las cadenas globales de los cuidados. "Para garantizar los cuidados en las sociedades europeas, mujeres migrantes han generado una huella de cuidados en sus lugares de origen; su relevo lo asumen otras mujeres en situación aún más precaria”, comenta Inma Alonso.
En este complejo panorama, la especialista de la Coordinadora de Organizaciones de Desarrollo advierte: "el objetivo del Pacto no puede ser solo garantizar el cuidado en sociedades cada vez más longevas. Ponemos sobre la mesa la necesidad de avanzar hacia sociedades cuidadoras. Eso implica reconocer el cuidado como un derecho humano autónomo, como un derecho universal”.