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Nadia Murad: una mujer lucha contra EI

27 de octubre de 2016

Logró escapar del infierno. Nadia Murad da un rostro a miles mujeres yazidíes violadas por EI. Ella y Lamiya Aji Bashar fueron galardonadas con el Premio Sajarov a la libertad de conciencia del Parlamento Europeo.

Nadia Murad
Nadia Murad Sacharow-Preis des Europaparlaments
Imagen: dpa

Nadia Murad Basee Taha no olvidará nunca el 15 de agosto de 2014, el día que comenzó su calvario. El infierno que sufrió, como ella misma lo llamaría más tarde. Nadia tenía 19 años cuando su vida dio un vuelco. Hasta ese entonces tenía grandes planes: podía ir a la escuela, quería ser profesora de historia o abrir un salón de belleza en su pueblo de 2.000 habitantes y ubicado en Synchar, una zona en el norte de Irak con mayoría yazidí. Muchos han huido ya del lugar por miedo a la organización terrorista Estado Islámico (EI).

Secuestrada, violada y esclavizada

En cuestión de una hora, más de 300 niños, mujeres y hombres desaparecieron de la vida de Nadia Murad. Fue testigo de la muerte de seis de sus hermanos asesinados por no querer convertirse al islam. Los terroristas también mataron a su madre en su presencia. Los supervivientes fueron secuestrados y llevados a Mosul, bastión de EI. Allí, Nadia fue esclava sexual, torturada y violada durante tres meses. Su destino es similar al de 5.000 mujeres yazidíes.

Casi dos años después, se convirtió en embajadora especial de la ONU contra el tráfico humano, para seguir llamando la atención sobre el destino de aproximadamente 3.400 mujeres y niños que siguen estando en las garras de los fanáticos de EI. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, dijo que "estaba muy conmovido” por el destino de esta joven mujer, pero también "por su fortaleza, su valentía y su dignidad”.

Con voz monótona y casi invisibles emociones, esta joven de pelo castaño relató ante las Naciones Unidas su vida en cautiverio, las humillaciones y la violencia brutal que sufrieron ella y otras 150 familias yazidíes.”No estaba sola y quizá yo fuí la que tuve suerte. Con el tiempo pude encontrar una manera de escapar, mientras que miles de personas no pudieron. Siguen estando retenidos”, dijo Murad.

Con su abogada Amal Clooney.Imagen: picture-alliance/abacapress/D. Van Tine

Meses de sufrimiento

Algunas mujeres, ante la desesperación, se suicidaron. "Yo no quería sucidarme, pero quería que me mataran”, dijo a la revista Time. Tras tres meses de violaciones, abusos y agresiones sexuales, logró escapar. Desde entonces vive en Alemania y lucha para que la Comunidad Internacional reconozca lo sucedido como genocidio contra los yazidíes.

Con el apoyo de su abogada, Amal Alamuddin Clooney, Nadia quiere llevar a Estado Islámico ante la Corte Penal Internacional. Amal Alamuddin, por su parte, dijo: "Me avergüenzo como mujer de que mujeres como Nadia sean tratadas como mercancía y sus cuerpos como escenario bélico. Me avergüenza que se ignoren su gritos pidiendo ayuda”, dijo la abogada.

"Violencia sexual como arma de guerra"

Murad persiste en su Iucha incansable para ganar aliados contra la esclavitud de sus correligionarias en el norte de Irak. Se reunió con el presidente de Egipto, Abdelfattah Al-Sisi, y el presidente griego, Prokopis Pavlopuoulos. "Les exhorto a comunicar mis palabras a la Unión Europea. Miles de mujeres y niños siguen presos como rehenes”, les dijo a los oyentes en Atenas. El político noruego Audun Lysbakken entregó, tras su encuentro con la joven irakí, al Comité del Nobel de la Paz la candidatura de apoyo a Murad, justificando que "queremos un Nobel de la Paz que sacuda al mundo contra la violencia sexual como arma de guerra”.

Por su valiente compromiso  sigue siendo perseguida por EI y amenazada de muerte. Pero la muerte ha perdido para ella su espanto, porque "la muerte es inofensiva en comparación con el infierno que todos tuvimos que vivir”, dijo la joven.

Autora: Sabrina Pabst

 

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