Naufragios en Kalymnos y Rodas dejan veintena de muertos
30 de octubre de 2015
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, consternado, hizo un llamamiento a sus colegas europeos. “Las olas no están arrastrando solamente a inmigrantes (muertos) hasta la costa, también a la cultura europea”.
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Al menos 21 personas han muerto en dos nuevos naufragios ante las costas de las islas griegas de Kalymnos y Rodas, en el mar Egeo, mientras los guardacostas desconocen cuántas siguen desaparecidas, informa la agencia EFE. La alemana dpa, sin embargo, eleva el número de fallecidos a 22, según fuentes de la Guardia Costera griega. Los accidentes se produjeron durante la madrugada del viernes (30.10.2015), cuando una barcaza de madera en la que viajaban más de 100 personas se hundió en la zona marítima de las islas de Kalymnos y Kalolimnos, mientras otra permanecía a la deriva en el norte de Rodas.
Las operaciones de salvamento, en las que se han podido rescatar a 144 personas, se vieron dificultadas por los fuertes vientos. En ellas participaron cuatro embarcaciones de la Guardia Costera griega, un buque de Frontex, un helicóptero Super Puma y varios barcos pesqueros.
El primer ministro del país, Alexis Tsipras, se mostró consternado y llamó a los otros líderes europeos a dejar de lado sus diferencias ante la crisis de refugiados. “Como miembro de la dirigencia europea me avergüenzo” porque cada país desplaza el problema al siguiente, dijo Tsipras. “Las olas no están arrastrando solamente a inmigrantes (muertos) hasta la costa, también a la cultura europea”, sentenció.
Tragedia en Lesbos
Las autoridades helenas continúan hoy la operación de rescate de unas 30 personas que desaparecieron en un naufragio en el norte de la isla de Lesbos, muy próxima a la costa de Turquía, en el día de ayer. Hasta el momento se han recuperado los cadáveres de 16 personas, entre ellos varios niños, que viajaban en una barcaza de madera, con más de 300 ocupantes de los que 274 han sobrevivido.
El ministro griego de Migración, Yanis Muzalas, afirmó hoy que la solución a la llegada de refugiados debe acometerse en Turquía, donde operan los traficantes que hacen posible la salida de las embarcaciones hacia territorio heleno. “Lo que estamos intentando es hacer entender que Grecia es el comienzo del corredor de la crisis de refugiados, Turquía es la puerta y allí se encuentra la solución al problema”, dijo Muzalas en declaraciones a la televisión pública.
Muzalas explicó que se ultiman las negociaciones para aprobar financiación de emergencia que permita a Grecia gestionar mejor la
llegada diaria de miles de refugiados, ya que islas como Lesbos están desbordadas. En lo que va de año el número de refugiados que ha entrado al país ha alcanzado la cifra récord de 502.500 personas, según ACNUR.
JC (EFE, dpa)
El negocio con los refugiados (29.10.2015)
Miles de refugiados atraviesan Serbia rumbo a los países occidentales de Europa. Para los comerciantes en las proximidades de los campamentos representan un negocio lucrativo. Diego Cupolo reporta desde los Balcanes.
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Conductor de autobús o coyote?
En los Balcanes, el negocio del transporte crece vertiginosamente. En la entrada del campamento de refugiados en Presevo (Serbia), el albanés Liridon Bizazli ofrece un servicio de transporte en autobús a Croacia por 35 euros. Como mesero solo gana unos ocho euros al día. Con la venta de boletos de autobús entre 50 a 70 euros.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos se ayudan
Pese a la ganancia que genera su negocio, Bizazli no está orgulloso de él. Asegura que a veces también transporta gratuitamente a familias con niños que no tienen dinero para pagar el pasaje. “Yo también fui un refugiado”, cuenta. “Los viajes en autobús deberían ser gratuitos. Europa da dinero a Serbia para que ayude a los refugiados, pero el Gobierno no hace nada.”
Imagen: DW/D. Cupolo
Demanda y oferta
Cada día, entre 8.000 a 10.000 refugiados arriban a Presevo. Debido a la creciente demanda, los negocios en la región han extendido sus horarios de apertura. A las tiendas de alimentos y cocinas rápidas no les faltan clientes. Los precios se han duplicado, en algunos casos hasta triplicado. “En ningún otro lugar en Serbia he visto una hamburguesa tan cara como aquí”, dice Bizazli.
Imagen: DW/D. Cupolo
Desde tarjetas SIM hasta carretillas
Aparte de comida, lo primero que los refugiados buscan en un nuevo país son tarjetas SIM para poder comunicarse con sus familias y amigos. Por ello, cerca de los campamentos de refugiados, muchos habitantes venden tarjetas telefónicas prepagadas. Pero también ofrecen otros objetos útiles, como esta carretilla para transportar a las personas débiles, como esta mujer kurda de Siria.
Imagen: DW/D. Cupolo
Vendedor de zapatos
Pese a la inminente llegada del invierno y el aumento de las lluvias, muchos refugiados continúan su camino descalzos. Stefan Cordez, coordinador para el sur de Serbia de Médicos Sin Fronteras, explica que por ello muchos sufren infecciones de la piel y se lastiman los pies. Bajo estas condiciones, la venta de calzado y calcetines es un negocio lucrativo.
Imagen: DW/D. Cupolo
Documentos de segunda mano
Los países a lo largo de la Ruta de los Balcanes deben registrar a todas las personas nuevas que arriban. Frente a algunos campamentos de refugiados las filas son kilométricas. La voluntaria Daniela Gabriel, de Presevo, cuenta que algunos conductores de autobuses recogen los documentos de las personas que han transportado a Croacia para vendérselos a las personas que no quieren hacer fila.
Imagen: DW/D. Cupolo
Falsas informaciones
En tanto, algunos taxistas y choferes de autobuses llevan a los refugiados que han pagado pasaje hasta Croacia a ciudades serbias, donde sus documentos son tramitados en oficinas de registro inexistentes, prosigue Gabriela. A fin de evitar que los refugiados sean víctimas de falsas indicaciones, reparte información al respecto en el campamento.
Imagen: DW/D. Cupolo
Robo en las autopistas
Otros ayudantes, que prefieren permanecer en el anonimato, cuentan que han sido amenazados de muerte por advertir a los refugiados de taxistas peligrosos. Alexander Travelle, voluntario de Presevo, relata que una familia fue asaltada con arma de fuego, después de haber pagado 80 euros por persona para ser transportada a Croacia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos reciben su pedazo del pastel
Bizazli admite que paga cien euros de "mordida" o coima a la semana a la Policía local para poder vender sus boletos de autobús enfrente del campamento de refugiados en Presevo. “Simplemente les das lo que piden y te dejan en paz”, dice. También otros ayudantes saben de taxistas que sobornan a los agentes policiales.
Imagen: DW/D. Cupolo
Precios exagerados
Con la caída de las temperaturas, cada vez más hoteles ofrecen hospedaje a los refugiados. Sin embargo, aquellos que no pueden pagar los precios exagerados de las habitaciones son rechazados.