En Rusia, el líder opositor Alexéi Navalvni anunció que presentará su candidatura a la Presidencia en los comicios de marzo de 2018. Se da por sentado que el actual mandatario, Vladímir Putin, optará por la reelección.
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El ruso Alexéi Navalvni se hizo famoso como bloguero por sus sistemáticas denuncias de corrupción y co-organizador de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética. Eso fue en 2011. Dos años más tarde, en la contienda política por la alcaldía de Moscú, obtuvo poco más del 27 por ciento de los votos y casi obliga a celebrar una segunda vuelta con el candidato de Kremlin, Serguéi Sobianin. Ahora, Navalvni anuncia que aspirará a la Presidencia de la Federación Rusa en marzo de 2018. Nada menos.
"Sí, participaré en la lucha por el cargo de presidente de Rusia”, declaró Navalni, de 40 años, en un vídeo difundido por las redes sociales este martes (13.12.2016). "Lamentablemente, ya nos hemos habituado a que las votaciones no resuelven nada”, dijo Navalni, añadiendo que "desde 1996, en Rusia no se realizan elecciones de verdad”. El líder opositor denunció que al Kremlin y al Gobierno "sólo les preocupan sus problemas personales de dinero, y por eso no soportan y prohíben las críticas” en su contra.
"No permiten competir ni siquiera en las elecciones, y la competencia debe existir. Sin ella, todo poder degrada paulatinamente, y es eso precisamente lo que estamos viendo ahora”, recalcó Navalni, quien, a pesar de su ímpetu, podría quedar impedido de lanzar su candidatura a las presidenciales debido al proceso judicial que se le sigue por un presunto robo de madera, por el que ya fue condenado en 2013 a una pena suspendida de cinco años de prisión. El Tribunal Supremo revocó la condena y ordenó repetir el juicio, que según Navalni tiene como objetivo privarle de su derecho a competir por la jefatura del Estado.
ERC ( EFE / AP / Reuters )
La encantadora San Petersburgo
La "capital al norte de Rusia" es como un tesoro, ya que tiene mucho que contar sobre la cultura, la historia y el presente de Rusia. La periodista de DW Svetlana Savchenko quedó impresionada con la ciudad.
Imagen: DW/S. Savchenko
Bailar en el casco antiguo
La noche en San Petersburgo es movida y, aunque haya frío, la gente sale a la calle. Hay muchos lugares donde se puede bailar a cielo abierto. La mayoría de las veces, un profesor de baile muestra cómo se hace y luego ya puede comenzar la fiesta.
Imagen: DW/S. Savchenko
En el río Neva
La periferia de la capital en el norte de Rusia, como se conoce a San Petersburgo, tiene su encanto. Huele a agua y el viento cortante no cesa de soplar, pero la gente ya no lo siente más. Al otro lado del río Neva se divisa la Iglesia de la Resurrección de Cristo, una de las más hermosas del país.
Imagen: DW/S. Savchenko
Iglesia de la Resurrección de Cristo
En este lugar, el Zar Alejandro II sufrió un atentado en 1881. Su hijo, Alexander III mandó erigir una iglesia para rezar por su padre. La iglesia se ha utilizado además como teatro y sala de conciertos. Tras 27 años de continuas reformas se ha convertido en un museo desde 1997.
Imagen: DW/S. Savchenko
Tras las huellas de los escritores
Las calles de San Petersburgo están llenas de recuerdos literarios para los rusos. En esta ciudad vivieron los héroes de los famosos escritores como Dostojewski, Tolstoi y Pushkin A veces detallaban las rutas de sus héroes de manera tan minuciosa que hoy podemos seguir sus huellas y sus destinos.
Imagen: DW/S. Savchenko
Viajar como en la época de los zares
Como en otras grandes ciudades europeas, en San Petersburgo también se puede viajar de forma tranquila. En el centro sobre todo puede encontrar con facilidad carruajes para ver los rincones de la ciudad.
Imagen: DW/S. Savchenko
Una ventana a Europa
En Rusia se dice que Pedro I de Rusia abrió una ventana a Europa con la fundación de San Petersburgo. Su residencia en Peterhof también estaba orientada hacia Europa. En el Golfo de Finlandia, los barcos podían navegar por el canal hasta el palacio para honrar al zar.
Imagen: DW/S. Savchenko
Palacio de Peterhof
La gran caía de agua ante el palacio consta de 64 cascadas y 255 esculturas. Cada escultura es una alegoría. La escultura del centro, por ejemplo, muestra a Sansón luchando contra un léon, y simboliza el triunfo contra Suecia en 1709, ya que el león se halla en el escudo sueco.
Imagen: DW/S. Savchenko
El teatro Mariinski
Los visitantes de la ciudad no pueden perderse el centro de ballet y ópera. Este edificio construido en 1860 (izquierda) se amplió en 2013 (derecha). En el teatro Mariinski se han estrenado muchos ballets y óperas rusos, como "Cascanueces" de Tschaikowski.
El parque forma parte de los cinco paisajes ajardinados y se halla a 30 km al sur del centro de la ciudad. Su diseño al estilo inglés fue expreso deseo de Catarina II, llamada la Grande.
Imagen: DW/S. Savchenko
El Palacio de Catalina
En el centro del parque se halla la indiscreta dacha del zar. Desde 1717 se reformó varias veces, ampliada por Catalina II y se convirtió en la sede del kaiser ruso.
Imagen: DW/S. Savchenko
Interiores dorados
Probablemente no se pueda ver tanto oro en el mundo como en los palacios rusos. Bartolomeo Francesco Rastrelli fue el responsable del diseño de la magnífica arquitectura del Palacio Peterhof y del Palacio de Invierno en San Petersburgo.
Imagen: DW/S. Savchenko
Catedral de Nuestra Señora de Kazan
Una de las iglesias más llamativas en San Petersburgo se construyó a principios del siglo XIX tomando como modelo la Basílica de San Pedro en Roma. Aquí se enterró al general Mijaíl Kutusow, un héroe de guerra quien luchó contra Napoleón.
Imagen: DW/S. Savchenko
Museo de Hermitage
Es uno de los museos de arte más grandes e importantes del mundo. Junto con el Palacio de Invierno, este museo forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO del centro de San Petersburgo. Si desea ver toda las exposiciones, tendría que caminar unos 25 km.