Alexei Navalny regresa a Rusia. Es probable que la desigual lucha por el poder entre el crítico del Kremlin y el presidente Putin entre en su fase final. Y el mundo está mirando, opina Mikhail Bushuev.
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¿Qué puede esperar Alexei Navalny al volver a pisar suelo ruso este domingo (17.01.2020)? Se pueden concebir muchos escenarios: desde un nuevo intento de asesinato hasta un más que probable arresto, pasando por una improbable recepción triunfal, al estilo de una superproducción de Hollywood, en la que el resultado depende únicamente de la voluntad de un director impredecible.
El domingo por la tarde, el político opositor y periodista de investigación vuelve a Moscú en una aerolínea de bajo costo tras recuperarse en Berlín de un envenenamiento con una neurotoxina del grupo novichok y posteriormente en la Selva Negra por meses. ¿Qué puede pasar esta noche en el aeropuerto Vnukovo de Moscú? Probablemente esto: una recepción acalorada por parte de sus seguidores, contramanifestaciones orquestadas por el Kremlin y extras que estropean la imagen de un triunfo de Navalny. Y un arresto inmediato, ya sea frente a los medios de comunicación o en secreto por la puerta trasera.
También son imaginables otros escenarios: las autoridades rusas podrían cancelar el vuelo con poca antelación, romper el pasaporte de Navalny en el control fronterizo y enviarlo de regreso al extranjero, "conmutar" su libertad condicional de tres años y medio por una sentencia de prisión, arrestarlo por nuevas acusaciones o ponerlo bajo arresto domiciliario: el Kremlin, con el presidente Vladimir Putin a la cabeza, tiene varias opciones.
Para Putin, el regreso de Navalny es simplemente incómodo
Para otro (intento de) asesinato no necesitaría una acción tan sofisticada y luego tan vergonzosamente fallida como el ataque con veneno presuntamente encargado por el Estado con un arma química prohibida. También podrían deshacerse de Navalny con una anticuada pistola, al igual que su colega Boris Nemtsov en 2015. Es poco probable que el Kremlin entre en pánico y no encuentre soluciones. El regreso de Navalny se había anunciado con mucho tiempo de antelación y, por lo tanto, no es ninguna sorpresa.
Pero Putin también podría, contrariamente a todas las expectativas, dejar inicialmente que las cosas sigan como si nada hubiera pasado. El regreso de su mayor adversario político es incómodo para el presidente, pero ¿es un problema? Desde el punto de vista del Kremlin, el (intento de) asesinato del líder de la oposición rusa ya ha recibido las sanciones occidentales correspondientes. Rusia ya no se ve realmente disuadida por nuevas sanciones en caso de la muerte de Navalny.
¿Por qué regresa Navalny a Rusia?
En este contexto, mucha gente se pregunta: ¿por qué Navalny hace esto ahora? Claro, es valiente enfrentarse a un oponente en el Kremlin de esta manera. Pero, ¿no es también una locura arriesgarse al desastre, si no una muerte segura? Los motivos de Navalny son solo parcialmente comprensibles. Desde el extranjero su oposición ya no puede ser tan eficaz como en Moscú. El tema de la inmolación tampoco debe ignorarse: ¿puede realmente quedarse en la seguridad del extranjero con la conciencia tranquila cuando su confidente más cercana está bajo tanta presión?
El cálculo de Navalny puede simplemente querer ganar tiempo con este valiente paso. Pero tampoco uno debe quedar cegado por la exhibición de valentía del opositor. Él sabe muy bien que las posibilidades de Putin están mucho más allá de las suyas. Y probablemente no sepa mucho más de lo que todo espectador sabe en el apogeo de un éxito de taquilla de Hollywood: la situación para el protagonista parece desesperada, pero es casi seguro que habrá un final feliz. O tal vez no.
Ahí es exactamente donde nos encontramos ahora. El protagonista, un superviviente, ya escapó de la muerte una vez. ¿Sobrevivirá al próximo desafío? Es un enfrentamiento en una pelea despiadada e injusta. Y el mundo está mirando, hechizado. Sin poder intervenir.
(lgc/rr))
Alexei Navalny, el rostro de la oposición rusa
Alexei Navalny estuvo hospitalizado con síntomas de envenenamiento y es una de las principales figuras de la oposición rusa. Ha encabezado masivas protestas contra el gobierno de Putin y ha sido detenido varias veces.
Imagen: Imago Images/Itar-Tass/S. Fadeichev
La voz que denuncia
El abogado Alexei Navalny se cuenta entre las principales figuras de la oposición al presidente ruso, Vladimir Putin. Navalny adquirió relevancia pública en 2008, al denunciar en su blog malas prácticas en la esfera política rusa y en algunas de las principales empresas estatales. Sus revelaciones condujeron incluso a renuncias de funcionarios, algo inusual en Rusia.
Imagen: picture-alliance/dpa/TASS/V. Sharifulin
Controvertidas elecciones parlamentarias
En 2011, Navalny fue detenido por primera vez. Pasó 15 días en prisión, por haber liderado una manifestación frente a la Duma en Moscú, en protesta contra las irregularidades denunciadas en los comicios parlamentarios del 4 de diciembre. A su salida de la cárcel, se mostró decidido a continuar con las protestas.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Stenin
Segunda detención
En 2012, Putin ordenó una investigación policial sobre el pasado de Navalny. Al año siguiente, fue juzgado por malversación de fondos en la ciudad de Kirov y condenado a cinco años de cárcel. Sin embargo, fue liberado al día siguiente, a la espera del resultado de una apelación a un tribunal superior. Posteriormente la sentencia fue suspendida.
Imagen: Reuters
Crece la plataforma de oposición
Pese a verse envuelto en problemas judiciales, Navalny pudo presentar su candidatura a la alcaldía de Moscú en 2013. Obtuvo el segundo lugar en las elecciones, tras Serguei Sobianin, un aliado de Putin. El resultado fue interpretado como un gran éxito por la oposición, que se sintió fortalecida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Navalny se abre paso en las redes sociales
Su retórica contraria al Kremlin le cerró el acceso a la televisión estatal rusa. Eso llevó a Navalny a difundir su mensaje político a través de las redes sociales y de su blog. Con su talento oratorio, su lenguaje agudo y su humor irónico, logró movilizar a una legión de seguidores jóvenes.
Imagen: Alexei Navalny/Youtube
Ambiciones presidenciales
En diciembre de 2016, el líder opositor anunció el inicio formal de su campaña para postularse como candidato a la presidencia rusa en las elecciones de 2018. Sin embargo, repetidas acusaciones de corrupción que sus opositores atribuyen a motivaciones políticas, bloquearon su carrera electoral.
Imagen: Getty Images/AFP/K. Kudryavtsev
Sentencia por corrupción
En 2016, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que Rusia había violado el derecho de Navalny a un juicio imparcial en el caso Kirov. Si bien la Corte Suprema Rusa suspendió la sentencia de cinco años de cárcel, el caso retornó a la corte de Kirov. En 2017, esta volvió a condenarlo a cinco años de prisión en suspenso.
Imagen: picture-alliance/Sputnik/A. Kudenko
Multitudinaria protesta en Moscú
En febrero de 2017 se llevaron a cabo manifestaciones contra la corrupción en decenas de ciudades rusas. Más de 1.000 manifestantes fueron detenidos, entre ello, Navalny. En Moscú, se estima que tuvo lugar la mayor protesta registrada desde 2012. Navalny fue liberado 15 días después.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Evgeny Feldman for Alexey Navalny's campaign
Agresión física
Navalny fue objeto de una agresión con una sustancia química y tuvo que ser hospitalizado en abril de 2017. Su córnea derecha sufrió un daño permanente. Navalny acusó a las autoridades rusas de impedirle buscar tratamiento médico en el exterior, debido a la sentencia en suspenso en su contra. Luego se le permitió viajar a España para someterse a una cirugía.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Feldman
Reiterados arrestos
En 2018, Navalny fue arrestado por 30 días. Tras haber sido puesto en libertad en septiembre, fue detenido nuevamente por 20 días. En abril de 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que Rusia había violado los derechos de Navalny al mantenerlo bajo arresto domiciliario en 2014, durante el proceso por malversación de fondos en Kirov.
Imagen: Reuters/M. Shemetov
Denuncia de envenenamiento
En julio de 2019, pocas semanas después de haber sido liberado de una cárcel donde pasó diez días, Navalny fue encarcelado nuevamente por 30 días, por violar las estrictas leyes rusas relativas a las manifestaciones. El líder opositor acusó a las autoridades de haberle suministrado mientras estaba en prisión una sustancia tóxica. Sus síntomas recibieron el diagnóstico oficial de "alergia".
Imagen: picture-alliance/AP Photo/navalny.com
Allanamiento y cuentas congeladas
A través de YouTube y otras redes sociales, Navalny había conseguido millones de seguidores a fines de 2019. La policía allanó la central de su Fundación contra la Corrupción (foto) y lo detuvo. Su equipo señaló que los uniformados querían confiscar sus equipos técnicos. Pocos meses después, en marzo, Navalny reportó que sus cuentas bancarias y las de miembros de su familia habían sido congeladas.
Imagen: Reuters/FBK Handout
En estado de coma
El 20 de agosto de 2020, el portavoz de Navalny informó que, tras haber tomado un té en el aeropuerto, el líder opositor se sintió abruptamente mal durante el vuelo. Su estado se deterioró tanto que el avión tuvo que aterrizar de emergencia. Navalny fue llevado a un hospital (foto), donde fue internado en estado de coma, y conectado a un respirador. Sus cercanos sospechan que fue envenenado.