Los servicios secretos estadounidenses trabajan incansablemente para descifrar un rompecabezas de indicios compuesto por correos electrónicos y llamadas telefónicas interceptadas. Se trata de evitar un ataque terrorista del que no se sabe ni hora, ni fecha, ni lugar. Se especula sobre posibles secuestros de aviones, de ataques contra centrales nucleares, puertos, aeropuertos o multitudes. La verdad es que no existe, hasta el momento, indicios concretos.

Si bien es cierto que la amenaza terrorista es un peligro latente, no es mayor en esta época de Navidad que en otras, según indican expertos alemanes. Kai Hirschmann, subdirector del "Instituto de Investigación del Terrorismo y Política de Seguridad", con sede en la ciudad de Essen, excluye ataques terroristas durante las festividades de Navidad y Año Nuevo. A pesar del código de alerta naranja (el penúltimo en una escala de cinco colores) en Estados Unidos, es improbable que la red terrorista de Al Qaeda concrete alguna acción terrorista, pues en principio no opera en fechas simbólicas, según el análisis de Hirschmann.

Cazabombarderos franceses

Mientras que Alemania mantiene los niveles de seguridad normal, en la vecina Francia se incrementó el 23 de diciembre el tercer nivel de seguridad nacional. El ministro de Defensa francés, Michèle Alliot-Marie, anunció mayores niveles de seguridad en estaciones de tren, aeropuertos y otros blancos estratégicos. Aviones cazabombarderos se mantienen en estado de alerta permanente para proteger el espacio aéreo francés.

A pesar de la decisión del socio francés, los expertos alemanes creen, hasta este momento, que la reacción es exagerada. El experto socialdemócrata en seguridad interna, Dieter Wiefelspütz, indicó que no es la primera vez que se da el toque de alerta sin que exista peligro real. En su opinión el resultado es contraproducente, pues la población deja de tomar en serio estos avisos.

Los gobiernos tienen la obligación de informar sólo cuando existen peligros concretos, de lo contrario es mejor no atemorizar a la población, sostiene Wiefelpütz, quien agrega que estas reacciones de alarma son la verdadera victoria de los terroristas.

La Basílica de San Pedro

Ningún otro país europeo tiene tantas obras de arte, monumentos, iglesias y catedrales como Italia. Roma y el Vaticano son el centro del cristianismo. De ahí el temor latente de muchos italianos de que alguna de estos monumentos históricos pudiera atraer la atención de terroristas islámicos, especialmente en la época de Navidad. El gobierno italiano apoyó la guerra en contra de Irak y envió soldados y policías a la nación asiática. En un reciente atentado contra el cuartel general italiano en Irak murieron 19 soldados italianos.

También en Italia se han incrementado los controles de seguridad. Para las próximas fiestas las autoridades han puesto bajo protección especial 8.000 sinagogas, iglesias monumentos y diversas instalaciones en Venecia, Milán, Florencia, Roma y otras ciudades.

No está exenta de ironía la espiral de alarma, pues como indica el secretario general de la Organización Islámica en Italia, Hamza Roberto Piccardo, "se habla tanto de peligros terroristas, que resulta una verdadera invitación, a que alguien se sienta provocado a realizar algún acto dramático."