Naviera cancela sus cruceros tras 40 positivos de COVID-19
3 de agosto de 2020
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La naviera noruega Hurtigruten canceló este lunes (03.08.2020) de forma indefinida todos sus cruceros después de confirmarse en los últimos días cuarenta casos positivos por COVID-19 a bordo del barco "Roald Amundsen".
Treinta y seis tripulantes y cuatro pasajeros, pertenecientes a dos viajes distintos del mismo barco en la ruta ártica Tromsø-Svalbard, han sido diagnosticados con el virus desde que el viernes pasado Hurtigruten informó de dos positivos en su tripulación.
Cuatro tripulantes permanecen hospitalizados en Tromsø desde hace tres días, mientras el resto de la tripulación sigue aislada en el barco. "Una evaluación provisional muestra que ha habido fallos en varios de los procedimientos internos, por eso estamos analizándolos todos, así como la forma en que se actuó", consta en un comunicado de la naviera.
La Agencia de Salud Pública noruega informó a la naviera hace ocho días del positivo de un pasajero que había viajado en el "Roald Amundsen" a Svalbard del 17 al 24 de julio, pero a pesar de que las autoridades aconsejan informar al resto de pasajeros en ese caso, la compañía no lo hizo.
Hurtigruten asegura que desconocían esa norma, que siguió las recomendaciones de los médicos a bordo y que solo informó de los positivos de sus tripulantes cuando se produjeron, coincidiendo con la llegada a puerto del segundo viaje del "Roald Amundsen", que mantuvo la misma tripulación en ambos.
De los 36 tripulantes contagiados por el momento, de un total de 156, 33 son de nacionalidad filipina, y el resto de Alemania, Francia y Noruega. Las autoridades noruegas han intentado localizar a los 386 pasajeros de los dos viajes para indicarles que guarden cuarentena, mientras han abierto una investigación preliminar del caso, que puede afectar a residentes en 69 municipios de este país nórdico.
La cancelación afecta a los tres grandes cruceros de la naviera que navegan en aguas nacionales e internacionales, pero no a los transbordadores que transportan mercancías o pasajeros entre puertos noruegos. Noruega, que tiene una población de 5,4 millones de habitantes, ha registrado hasta la fecha 9.253 contagios de coronavirus, con un total de 255 víctimas mortales. (EFE)
Turismo en cruceros: pros y contras
Unos los aman, otros los odian. Los cruceros polarizan como ninguna otra forma de hacer vacaciones. De hecho, un viaje en barco ofrece muchas ventajas, pero también tiene sus desventajas.
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Lo opuesto al jet set
Hoy Palma, mañana Barcelona, pasado mañana Marsella, y todo sin la molestia de empacar maletas. Los turistas de cruceros aprecian la comodidad del hotel flotante. Pueden explorar las metrópolis del mundo en tierra, disfrutar de un cóctel por la noche en su bar favorito y, luego, descansar en la misma cama. Con ninguna otra forma de transporte se viaja más libre de estrés que en un crucero.
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Oasis de bienestar para jóvenes y mayores
Cruceros aburridos y solo para pensionistas: este estereotipo ya está pasado de moda. Las vacaciones en crucero son extremadamente populares entre muchos jóvenes. Los transatlánticos ofrecen un programa variado para todas las edades. Desde deportes hasta bienestar y coloridos espectáculos de entretenimiento, hay ofertas para todos.
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Crucero en barco de expedición
Si desea evitar las multitudes en los grandes barcos, puede reservar un crucero de expedición. No solo es más pequeño, más personal y más ecológico que un crucero tradicional, sino que también proporciona acceso a áreas remotas como el Ártico y la Antártida. La exclusividad, por supuesto, tiene su precio: las expediciones son mucho más caras que un crucero promedio.
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Despreocupación total por poco dinero
En las numerosas ofertas de los grandes operadores turísticos está todo incluido. Sus clientes aprecian no tener que preocuparse por nada. Con solo unos pocos clics, se reserva el programa integral para sentirse bien. La comida y las bebidas están incluidas en el precio, y a menudo los vuelos. Y todo está disponible a precios inmejorablemente bajos.
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Grandes contaminadores
Pero el medioambiente es el que paga el verdadero precio, critican ambientalistas. A pesar de que la industria de cruceros está buscando reducir el grado de contaminación, la mayoría de los barcos aún usan combustible pesado, el más tóxico. Sin embargo, algunas compañías navieras ya confían en sistemas de propulsión más limpios como el GLP, diésel marino e incluso sistemas eléctricos híbridos.
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Aire pesado
Los cruceros, a menudo, anclan directamente en la ciudad. Son una carga para los residentes. La fuente de energía del barco en el puerto es, por lo general, el diésel marino. Aunque es más limpio que el petróleo pesado, es muchas veces más contaminante que el diésel del automóvil. La calidad del aire se deteriora inmensamente. Un suministro integral de energía en tierra podría ser la solución.
Las masas de vacacionistas no solo llenan la cubierta. Las ciudades también sufren la creciente multitud de turistas de cruceros. Especialmente en ciudades como Venecia (Italia), Dubrovnik (Croacia) o Cartagena (Colombia), los módulos obstruyen puertos y los pasajeros asedian en masa los lugares, sin consumir mucho en esas ciudades que solo son usadas como escenario. Así que las protestas crecen.
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Ganancias rentables, personal mal pagado
Para ahorrar impuestos, casi todos los cruceros navegan bajo "banderas de conveniencia". Al registrar sus barcos en países como Italia, Malta, Panamá o Bahamas, las compañías pagan menos impuestos y obtienen mayores ganancias. A pesar de ello, a menudo pagan mal a sus empleados. Especialmente el personal de servicio trabaja en muchos casos muy por debajo, por ejemplo, del salario mínimo alemán.