La canciller alemana, Angela Merkel, inauguró este martes, 11 de septiembre, la feria internacional de la aeronáutica ILA, en el área donde se construye el nuevo aeropuerto de Berlín-Brandemburgo (BER). “Tuvimos que hacernos a la idea de empezar a operar en el BER desde septiembre, lo que significa que tuvimos que ocuparnos, entre otras cosas, de la seguridad y de la prevención de colisiones con pájaros en vuelo”, dijo Jürgen Freytag, jefe de seguridad de la exposición, ya que esos aspectos aún no han sido concluidos en el aeropuerto, todavía en obras.

Aeropuerto por seis días

La operación del área sur del nuevo aeropuerto alemán BER para albergar a la ILA se prevé únicamente desde el 11 hasta el 16 de septiembre. Después, todo volverá a la normalidad, es decir, a continuar con las obras que harán posible su inauguración, prevista para octubre de 2013. En estos días, la ILA presenta sobre una superficie de 250.000 metros cuadrados –en el llamado ExpoCenter Airport- 270 aviones, entre otros, las naves de pasajeros más grandes del mundo, de Boeing y Airbus. Cerca de 1.200 expositores de 40 países participan de la muestra.

Grandes y pequeños negocios

La ILA, que aguarda a unos 200.000 visitantes entre el amplio público y los agentes especializados, es considerada el evento más importante del sector aeronáutico de Europa y, junto con Le Bourget, en París, y Farnborough, en Londres, es la tercera en importancia a nivel mundial. Pero, al contrario de las otras exposiciones, la ILA es, en primera línea, una gran vidriera para los negocios del área.

El director de la ILA, Stefan Graves, explica que los proyectos en aviación comercial y en aeronáutica espacial son casi siempre de largo aliento. Muchos de los negocios millonarios que se llevan a cabo son planeados durante varios meses y se anuncian, por lo general, en este tipo de exposiciones.

La aviación, un sector de alto vuelo

Los negocios de la industria de la aviación comercial y de la aeronáutica van viento en popa a pesar de la crisis. Hay una enorme cantidad de encargos, ya que el tráfico aéreo crece sin cesar: el número de pasajeros en todo el mundo se incrementa anualmente en un promedio del cinco por ciento. Son sobre todo los gigantes del rubro los que más se benefician, registrando un récord de pedidos. Pero las compañías aéreas son cada vez más exigentes, y quieren que los nuevos aviones sean más silenciosos y ahorren más combustible. A los fabricantes de turbinas, como MTU, se les plantean desafíos muy particulares.

La empresa lleva a la ILA, entre otros, a su “Turbina del futuro”, que funcionará a partir de 2015 en el nuevo Airbus A320neo, y que, se espera, reduzca la percepción subjetiva del ruido de turbinas a la mitad. En una primera fase, según la vocero de MTU, Melanie Wolf, la turbina hará posible ahorrar un 15 por ciento de CO2 y de gasolina. “En un segundo paso, ese ahorro ascenderá a un 20 por ciento, y en 2035 ya estaremos en condiciones de ahorrar un 30 por ciento”, afirma.

Del espacio sideral a la calle

En el Space Pavilion de la ILA se pueden apreciar obras maestras de la tecnología. El Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán), presenta en la muestra por primera vez a un robot sobre cuatro ruedas cuyo mecanismo se basa en la robótica aeroespacial de exploración planetaria. El vehículo es capaz de caminar en diagonal y lateralmente, de moverse en el lugar y, gracias a cámaras y sensores, de orientarse de manera independiente.

El “Robomobil”, dice Andreas Schütz, del DLR, es portador de tecnología del futuro. “Nuestro objetivo es transferir los resultados de gran parte de la investigación a la utilización en tierra”, señala. Por eso, el DLR construye ese tipo de robots, para, por ejemplo, mejorar el tráfico y avanzar en electromovilidad. El vehículo expuesto en la ILA podría llegar a las calles de las ciudades dentro de 20 o 30 años, asegura Schütz. Además de esas novedades, en la feria internacional de la aviación ILA se presentan diversos e importantes programas aeroespaciales alemanes y europeos.

Autora: Sabine Kinkartz/ Cristina Papaleo

Editor: Enrique López