Netanyahu hizo estas advertencias durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Asimismo, dijo que la actitud de Teherán está acercando a Israel al mundo árabe.
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El presidente israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió este domingo (18.02.2018) del riesgo de tratar de apaciguar a Irán, un régimen que, a su juicio, sigue tratando de adquirir capacidades nucleares y cambiar el "statu quo" en Oriente Medio. Netanyahu hizo estas declaraciones al intervenir en la Conferencia de Seguridad de Múnic, foro clave en la agenda de la política internacional, donde dijo asimismo que la actitud de Teherán está acercando a Israel al mundo árabe.
Irán es "la mayor amenaza para el mundo, no sólo para Israel y Oriente Medio". "Una vez que tenga un arma nuclear, será más difícil detenerlo", advirtió. El acuerdo para parar el programa nuclear iraní -suscrito por los cinco países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, junto con Alemania y la UE, además de Teherán- es, en su opinión, una estrategia de "apaciguamiento" que sólo acerca el conflicto.
"Acercamiento entre israelíes y árabes"
El primer ministro israelí comparó este acuerdo con el que firmaron algunas potencias europeas con Hitler en Múnich en 1938 y que no evitó la II Guerra Mundial. "Pido no repetir los errores del pasado. El apaciguamiento nunca funciona", señaló. Desdeñó además los controles del acuerdo nuclear y dijo que lo más importante es un "cambio de actitud" en Irán.
Netanyahu consideró asimismo que la posición iraní tiene una "consecuencia positiva": que "árabes e israelíes" están "más juntos que nunca", algo que puede traer "unidad" a la región y, quizá, a largo plazo, la "paz" entre israelíes y palestinos. "Los árabes reconocen que Israel no es su enemigo, sino su aliado", apuntó. Además, aseguró que no permitirá que Irán establezca un pasillo de su influencia entre el mar Caspio y el Mediterráneo: "Israel tiene sus líneas rojas" e "Irán trata de cruzar esas líneas rojas".
"No nos pongan a prueba"
"Actuaremos sin dudar para defendernos", subrayó Netanyahu, quien se refirió tanto a Irán como a sus "adláteres" y mostró un supuesto fragmento del dron presuntamente iraní que Israel abatió hace pocos días en su territorio. "No pongan a prueba la resolución de Israel", apostilló y a continuación pidió que se actúe "con decisión" para "parar a este régimen peligroso".
Teherán, argumentó, desea tener "presencia militar permanente" con bases navales y aéreas en Siria desde la que "atacar" a Israel, lo que cambiaría "las reglas" y equilibrios en la región. "Si Al Asad invita a Irán militarmente, obviamente nos está retando a cambiar nuestra posición. Es cuestión de Irán y Asad", advirtió. "Irán está tratando de cambiar el 'statu quo' en Líbano y Siria. Si no lo cambian, la paz se mantendrá, al menos la no beligerancia", aseguró Netanyahu.
MS (efe/dpa)
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La historia de Jerusalén en imágenes
Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo y una de las más disputadas hasta el día de hoy. Judíos, musulmanes y cristianos la consideran una ciudad sagrada.
Imagen: Getty Images/AFP/T. Coex
Jerusalén, la ciudad de David
De acuerdo con el Antiguo Testamento, el rey David conquistó Jerusalén en torno al año 1000 a.C. Trasladó allí su sede de gobierno, convirtiendo a Jerusalén en la capital y centro religioso de su reino. Salomón, hijo de David, construyó según la Biblia el primer templo para Yahvé, el Dios de Israel, y Jerusalén pasó a ser el centro del judaísmo.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com
Dominio persa
El rey babilonio Nabucodonosor II conquistó Jerusalén en el año 597 y en el 586 antes de Cristo, según la Biblia. Tomó prisionero al rey Joaquín y a la clase alta judía, los llevó a Babilonia y destruyó el templo. Más adelante, el rey persa Ciro conquistó a su vez Babilonia, tras lo cual autorizó a los hebreos a regresar a Jerusalén y reconstruir el templo.
Jerusalén cayó bajo dominio del Imperio Romano. Pero en la población se fue formando la resistencia y en el año 66 d.C. estalló la guerra judeo-romana. Terminó cuatro años más tarde con una victoria romana y la nueva destrucción del Templo de Jerusalén. Roma y Bizancio dominaron cerca de 600 años Palestina.
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Conquista árabe
Por orden del califa Omar, en el año 637 Jerusalén fue sitiada y tomada. En la era de dominio musulmán que se inició entonces, la ciudad fue sitiada en múltiples ocasiones y cambió varias veces de gobernantes.
Imagen: Selva/Leemage
La época de las cruzadas
El mundo cristiano se sintió cada vez más amenazados por los selyúcidas musulmanes que dominaron a partir de 1070. El Papa Urbano II llamó finalmente a emprender una cruzada. En 200 años, los europeos llevaron a cabo cinco cruzadas para conquistar Jerusalén. Por momentos lo consiguieron. Pero en 1244 los cruzados perdieron definitivamente la ciudad, que volvió a caer en manos musulmanas.
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Otomanos y británicos
Tras la conquista otomana de Egipto y Arabia, Jerusalén se convirtió en 1535 en sede administrativa de un distrito otomano. Las primeras décadas de dominio turco brindaron a la ciudad un considerable auge. En 1917, con el triunfo de Gran Bretaña sobre las tropas turcas, Palestina quedó bajo control británico. Jerusalén pasó sin resistencia a manos británicas.
Imagen: Gemeinfrei
La ciudad dividida
Después de la II Guerra Mundial, los británicos entregaron su mandato sobre Palestina. La ONU se pronunció por una partición del territorio, para crear una patria para los sobrevivientes del Holocausto. Algunos Estados árabes emprendieron una guerra contra Israel y conquistaron parte de Jerusalén. Hasta 1967, la ciudad estuvo dividida en una parte occidental israelí, y una parte oriental jordana.
Imagen: Gemeinfrei
Jerusalén oriental vuelve a Israel
En 1967, Israel libra la Guerra de los Seis Días contra Egipto, Jordania y Siria. Conquista el Sinaí, la Franja de Gaza, la Cisjordania, los Altos del Golán y Jerusalén Oriental. Paracaidistas israelíes se abren paso hasta el casco antiguo y llegan al Muro de los Lamentos por primera vez desde 1949. Oficialmente Jerusalén Oriental no es anexada, sino integrada administrativamente.
Desde entonces, Israel no niega a los musulmanes el acceso a sus lugares sagrados. El Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas está bajo administración autónoma musulmana.
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Pugna no resuelta
Jerusalén constituye hasta hoy un obstáculo en el camino hacia la paz entre israelíes y palestinos. En 1980, Israel declaró a la ciudad como su "capital eterna e indivisible". Jordania renunció en 1988 a sus pretenciones sobre la la Cisjordania y Jerusalén Oriental, en favor de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Los palestinos conciben a Jerusalén oriental como su capital.