Niñas de Chibok liberadas se reunieron con sus familias
17 de octubre de 2016
Veintiún jovencitas liberadas la semana pasada por el grupo terrorista Boko Haram se reunieron con sus padres en Abuja. El Gobierno de Nigeria prometió que liberaría a cerca de 83 niñas más.
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Lágrimas de alegría inundaron el domingo (16.10.2016) la ciudad de Abuja, capital de Nigeria, donde los padres de 21 niñas de las más de 200 que habían sido secuestradas por la organización terrorista Boko Haram por fin pudieron abrazar nuevamente a sus hijas. A pesar de que los extremistas del grupo fundamentalista islámico las liberaron el jueves (13.10.2016), muchos de los familiares debieron viajar durante días desde Chibok, una aldea en el Estado de Borno, para llegar a esa ciudad.
"Nunca esperé volver a ver a mi hija. Rezo para que Dios haga que esas niñas que todavía están cautivas puedan regresar seguras a casa", dijo la madre de una de las niñas liberadas, Raha Emmanuel, a la agencia AP.
Emanuel, junto con otras 275 alumnas, fueron secuestradas de la escuela secundaria estatal de Chibok en abril de 2014. Sus secuestradores son militantes de Boko Haram que no solo tratan de establecer un califato islámico en Nigeria, sino que también desaprueban el estilo de educación occidental.
Durante los meses siguientes, decenas de niñas lograron huir de sus captores. Muchas de las que no pudieron hacerlo fueron forzadas a convertirse al islam y a contraer matrimonio con los militantes.
Abuja: 83 niñas más serán liberadas "muy pronto"
El grupo islamista Boko Haram está dispuesto a negociar la entrega de otras 83, dijo el domingo el portavoz del presidente. "Se supone que estas 21 niñas llevan el relato para contar al Gobierno nigeriano que esta facción de Boko Haram tiene otras 83 niñas de Chibok", dijo vía telefónica Garba Shehu, portavoz del presidente Muhammadu Buhari, a la Thomson Reuters Foundation.
"La facción dijo está dispuesta a negociar si el Gobierno está dispuesto a sentarse con ellos", aseguró Shehu, agregando que el Estado está preparado para negociar.
El grupo escindido del Estado Islámico aseguró que el resto de las niñas secuestradas estaban en manos de la parte de Boko Haram bajo control de Abubakar Shekau, que según Shehu sólo sería una figura decorativa.
El ministro de Información, Lai Mohammed, negó el jueves reportes de que Nigeria había intercambiado a combatientes capturados de Boko Haram para la liberación de las niñas y aseguró que no tenía información de que se hubiera pagado algún rescate. Afirmó también que las operaciones del Ejército nigeriano contra el grupo militante continuarían.
CP (afp, ap, rtr)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.