Unos 9.000 niños irlandeses murieron en hogares para madres
12 de enero de 2021
La Comisión Irlandesa de Investigación sobre Hogares Materno-Infantiles encontró niveles "inquietantes" de mortalidad infantil en dichas instituciones, que operaron en este país de larga tradición católica hasta 1998.
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Un informe publicado este martes (12.01.2021) arrojó luz sobre las muertes de miles de niños en hogares materno-infantiles en toda Irlanda en el siglo XX, destacando la profunda crueldad hacia las madres solteras que duró décadas.
El primer ministro Micheál Martin anunció que pedirá "disculpas" en nombre del Estado irlandés en este asunto, después de que la Comisión Irlandesa de Investigación sobre Hogares Materno-Infantiles encontrase niveles "inquietantes" de mortalidad infantil en dichas instituciones, que operaron en este país de larga tradición católica hasta 1998.
"Es difícil imaginar la magnitud de la tragedia y el dolor que se esconde detrás de la cifra de 9.000 niños y bebés", afirmó el ministro irlandés de la Infancia, Roderic O'Gorman.
Las madres solteras, despreciadas por la sociedad de la época, vivían en los hogares controlados por el Gobierno y bajo la administración de instituciones religiosas. Dirigidos por monjas, estos hogares acogían a adolescentes y jóvenes que habían sido rechazadas por sus familias.
El informe, que se elaboró durante varios años, señalaba que la falta de personal profesional, combinada con una indiferencia general hacia el futuro de los niños. El informe examinó 14 hogares maternoinfantiles y cuatro hogares del condado entre los años 1922 y 1998, según la emisora irlandesa RTE.
Muchos niños eran separados de sus madres
Los niños que nacían allí, considerados ilegítimos, a menudo eran separados de sus madres y dados en adopción rompiendo todos los lazos con sus familias biológicas.
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El informe describe un "capítulo oscuro y vergonzoso de la historia reciente de Irlanda", afirmó el primer ministro, y destaca la "cultura misógina" del país durante "varias décadas".
En particular, Martin destacó "la grave y sistemática discriminación contra las mujeres, especialmente las que dieron a luz fuera del matrimonio" en este país profundamente católico.
"Teníamos una actitud completamente distorsionada hacia la sexualidad y la intimidad", una "disfunción" por la que "las jóvenes madres y sus hijos e hijas" en estas instituciones "se vieron obligados a pagar un terrible precio", afirmó.
La cifra de 9.000 muertes representa el 15% de los 57.000 niños que pasaron por estos establecimientos durante el período de 76 años examinado por la comisión de investigación.
La investigación se abrió en 2015 a raíz del trabajo de la historiadora Catherine Corless. Esta afirmó que casi 800 niños nacidos en una de estas instituciones, el Hogar St Mary de las Hermanas del Buen Socorro en Tuam, en el oeste del país, fueron enterrados en una fosa común entre 1925 y 1961.
FEW (AFP, dpa)
Vida en el alcantarillado
Muchos niños en Bucarest, la capital de Rumania, tienen que vivir en los tubos de desagüe. Abandonados por sus familias, el único refugio que encuentran es bajo la tierra. Y para olvidar su tragedia consumen drogas.
Imagen: Jodi Hilton
Sin agua en el desagüe
Cristina, de 19 años, encuentra un poco de alivio aspirando los gases tóxicos de Aurolac. Como muchos niños y jóvenes, ella tampoco tiene un hogar ni techo. Cristina vive en el alcantarillado con sus primos y otros jóvenes. "No tenemos agua para bañarnos, ni nada que comer", dice. Mil de las 6.000 personas sin hogar en Bucarest son niños.
Imagen: Jodi Hilton
Abandono, orfanato, abandono
Bajo el suelo, muchos han hecho una "sala de estar". Carina vive aquí con otros jóvenes sin hogar en un enorme sistema de calefacción y cloacas de Bucarest. Sin acceso a electricidad, utilizan velas. Muchos de los jóvenes sin hogar creció en el sistema de orfanatos de Rumania y huyeron cuando eran lo suficientemente mayores para valerse por sí mismos.
Imagen: Jodi Hilton
Nueva generación de niños sin padres
25 años tras la revolución rumana, una nueva generación de niños drogadictos y sin hogar conquistó las calles y encontró refugio en las alcantarillas. Mona, de 19 años, está embarazada de su segundo hijo. Ella vive con su novio y su hija en el metro.
Imagen: Jodi Hilton
Sobreviviendo al frío
Remus, 20 años, duerme solo en un cuarto debajo de la ciudad. Su "hogar" es, en Piata Victoriei, una importante plaza en el centro de Bucarest. Remus dice que preferiría vivir solo que en la red de alcantarillado. Vive cerca de la instalación de calefacción urbana. Por lo tanto, se mantiene caliente en el invierno.
Imagen: Jodi Hilton
Deterioro histórico
El sistema rumano de orfanatos fue creado durante la época del dictador Nicolae Ceausescu, quien prohibió el aborto. Durante los primeros días del período postcomunista en los años 90, las condiciones en los hogares del Estado alcanzaron un deterioro histórico. Muchos niños huyeron y fueron en busca de un refugio.
Imagen: Jodi Hilton
Vendedores y consumidores
Un hombre en un parque, cerca de la estación de trenes del norte de Bucarest. El parque es un punto de encuentro para traficantes de drogas y consumidores. La Estación del Norte fue el primer lugar que los niños rumanos de la calle descubrieron el túnel bajo la ciudad.
Imagen: Jodi Hilton
Pobreza escondida
Una pareja de ancianos que vive en el sótano de un barrio de clase media en la capital de Rumania. Muchos de ellos se ven obligados a buscar protección bajo la tierra durante los meses de invierno.
Imagen: Jodi Hilton
¿Salvado de la tragedia?
Sergiiu, de 24 años, también creció en un orfanato. Huyó, vivió en las calles y consumió drogas. "También he vivido en alcantarillas, pero quería dejar las drogas. Por eso prefiero vivir debajo de un puente, en donde es más tranquilo", dice. Él acaba de culminar la escuela secundaria y buscar abandonar la vida de las calles.