Los talibanes radicales avanzan; ahora dicen controlar el 85% de Afganistán. Las tropas de la OTAN se van mientras lostalibanes  se apoderan del país. El fin de semana, el gobierno afgano pidió suspender por tres meses las deportaciones de solicitantes de asilo afganos desde Europa. Las razones: el empeoramiento de la seguridad y la pandemia.

Muchos países europeos siguen devolviendo peticionarios de Afganistán que no pasan las pruebas de reconocimiento de asilo. El pasado 7 de julio, un avión procedente de Alemania con 27 hombres llegó a Kabul. La mayoría de ellos, devueltos por actividades delictivas. Fue la 40ª deportación colectiva desde diciembre de 2016. Desde entonces, los gobiernos federal y estatal han devuelto a Afganistán a 1104 solicitantes de asilo.

Las reacciones a la petición de ayuda de Kabul son muy variadas. Un portavoz del Ministerio del Interior alemán prometió "una pronta revisión”. Se mantendrán conversaciones con el gobierno de Kabul y también con otros socios europeos.

El vicepresidente del grupo conservador en el Bundestag, Thorsten Frei (CDU), rechaza la petición del gobierno afgano: "Las deportaciones solo afectan a un número muy reducido de personas", dijo Frei a Redaktionsnetzwerk Deutschland. Sin embargo, algunos estados federados detendrían las repatriaciones si Berlín lo recomendara.

ONG exigen detener las deportaciones

Finlandia ya ha detenido las deportaciones a Afganistán, por el momento. Las organizaciones de refugiados llevan mucho tiempo pidiendo una moratoria de las deportaciones en Alemania. Amnistía Internacional considera que las repatriaciones son "contrarias al derecho internacional", dijo a DW Theresa Bergmann, experta en derechos humanos de la organización en Asia. El llamamiento del gobierno afgano pone de manifiesto "la especial urgencia con la que el gobierno alemán debe escuchar finalmente esta demanda". Según la ley, la suspensión inmediata de las deportaciones puede aplicarse rápidamente "por razones de derecho internacional o por razones humanitarias", explicó además Bergmann.

Estudio que deja lecciones

La investigadora y experta en Afganistán Friederike Stahlmann recibió el encargo de las organizaciones Diakonie Deutschland, Brot für die Welt y Diakonie Hessen de realizar más de 100 entrevistas a deportados que tuvieron que abandonar Alemania entre 2016 y 2020. Este es el primer estudio científico sobre las experiencias y perspectivas de los deportados. Y los resultados son aleccionadores: la mayoría de los repatriados desde Alemania sufrieron violencia personalmente o contra sus familiares. Los islamistas radicales los acusan de "occidentalizarse". Además, a menudo se supone que son ricos tras su estancia en Alemania. Los repatriados sufren exclusión social, no pueden alimentar a sus familias o tienen que esconderse, continúa el informe.

En su estudio, Stahlmann llega a esta conclusión: casi el 70% de los entrevistados han regresado a Alemania con visado o han salido del país en avión, alrededor del 27% están de vuelta en Europa y cerca del 41% en Irán, Pakistán, Turquía e India. De los que se quedaron en Afganistán, solo una persona tiene previsto quedarse en el país, el 30% restante tiene previsto huir de nuevo o regresar a Alemania mediante un procedimiento de visado.

A Theresa Bergmann, de Amnistía Internacional, no le sorprenden los resultados de la investigación. Bergmann declaró a DW que el estudio mostraba que "la prohibición de las deportaciones a Afganistán debería haberse ordenado hace tiempo".

ONU: millones huyen de los extremistas

Naciones Unidas ha advertido que Afganistán se enfrenta a una grave crisis humanitaria tras la retirada de las tropas internacionales. Cada vez son más las personas que sufren la escalada de violencia. El número de refugiados está aumentando, dijo Babar Baloch, portavoz de ACNUR. 3,5 millones de personas ya están huyendo. Amnistía Internacional dijo a DW que cada vez se observan más ataques "en los que se perjudica masivamente a la población civil".

Muchos solicitantes de asilo afganos que temen ser deportados tienen la esperanza de poder quedarse en Alemania, por ahora. Especialmente después de los drásticos informes de Naciones Unidas sobre la crisis en Afganistán.

(jov/er)