"Ni el ELN ni el Gobierno quieren la paz"
16 de junio de 2020"Quiero comunicarle a mi familia y a las Fuerzas Armadas de Colombia que he recibido un trato digno y respetuoso por parte del ELN", dice lacónicamente Nubia Alejandra López Correa en un video grabado el 11 de junio en una zona selvática y publicado este 14 de junio por redes sociales. López es una joven suboficial del Ejército de Colombia, especialista en diseño gráfico, quien fue secuestrada por ese grupo guerrillero el 7 de junio en Saravena, Arauca, fronteriza con Venezuela.
Por otra parte, el pasado 12 de junio el ELN le entregó a una comisión humanitaria de la Defensoría del Pueblo, la Cruz Roja Internacional y la Iglesia católica a dos trabajadores de una empresa petrolera que habían sido secuestrados el 3 de mayo. Otras 6 personas fueron liberadas en el Catatumbo, una región selvática compartida con Venezuela.
Según cifras de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, durante el Gobierno de Iván Duque, el ELN ha secuestrado a 36 personas, de las que actualmente, al menos nueve siguen en su poder. A esta cifra se suma el listado histórico de 10 personas secuestradas desde el 2002 sobre las que el ELN no se ha pronunciado. Por lo que en la actualidad el total de secuestrados sería de 19.
¿Envía el ELN un mensaje de paz? "Nada de eso", dice a DW Luis Eduardo Celis, asesor de la ONG Redprodepaz, y explica: "Estas últimas liberaciones del ELN no denotan ningún cambio de las estrategias de esta guerrilla". En efecto, "liberan, pero siguen secuestrando", así lo resumió en la cadena radial Caracol el mismo Comisionado para la Paz. El Gobierno exige la liberación de todos los secuestrados como condición inamovible para un proceso de paz.
La resurrección del ELN, por obra de Mannesmann
"A quienes el ELN le manda un mensaje, pero de advertencia, es a las petroleras en Arauca que acosadas, a menudo, pagan extorsiones o abandonan la región", agrega el sociólogo Celis, quien recuerda el caso de la firma alemana Mannesmann que construyera el oleoducto Caño Limón - Coveñas.
Lo que prometía ser una gran obra de ingeniería petrolera se convirtió en una pesadilla para Colombia. Gracias a los duros golpes contra su estructura, en 1983 la guerrilla del ELN estaba en estado comatoso. Su resurrección llegó de la mano de la multinacional alemana Mannesmann y la italiana Sicim. En busca de financiación, el ELN secuestró a cuatro ingenieros del consorcio, con sede Düsseldorf. Según la revista Semana, "la firma germana habría pagado, por lo menos, 4 millones de dólares en efectivo. Otros cuatro habrían sido invertidos en la región". Una vez refinanciada, la guerrilla empezó una serie de centenas de voladuras de los oleoductos, secuestros y ataques terroristas. Un historial criminal que hasta hoy, 37 años después, no se cierra.
Una guerrilla binacional, pero no tan poderosa como la pintan
"Hoy, el ELN es una guerrilla binacional", agrega el sociólogo Luis Eduardo Celis, pero explica una diferencia clave: "En Colombia el ELN es una fuerza que ataca al Estado, mientras en Venezuela es una fuerza tolerada por el Estado". Según el portal Insight Crime, "el ELN está presente en 12 de los 23 estados y el distrito capital de Venezuela". En Venezuela, se encuentra además su cúpula y principales actividades económicas, como la minería ilegal, el narcotráfico, así como en la frontera domina la reventa de gasolina venezolana en Colombia, según Insight Crime.
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Celis empero, no considera que el ELN sea una fuerza real, en ninguno de los dos países. "En Colombia", apunta el sociólogo, "el ELN no pasa de los 3.000 combatientes y en Venezuela, si acaso puede tener 1.000". Cifras que en caso de un conflicto internacional no tendrían mucha relevancia si se tiene en cuenta que Colombia tiene 50 y Venezuela 28 millones de habitantes. Esto, según Celis, "a pesar de que en Colombia el ELN ha aumentado su presencia en 20 municipios más desde la firma del Acuerdo de Paz con las FARC, por lo que ahora ejerce sus funciones de Estado paralelo en 140 municipios".
Sometimiento individual y restricción de la libertad
¿Por qué fue posible hacer la paz con las FARC y no con el ELN? "Porque, en vista de la inviabilidad de la victoria militar, resolver un conflicto a través de la negociación requiere madurez de ambas partes que no tienen ni el ELN ni el Gobierno de Iván Duque", es la respuesta del sociólogo Celis, quien critica "que ni el ELN tiene una postura firme de negociación ni el Gobierno de Iván Duque la ofrece". La única vía que le queda a quienes están por fuera de ley es el "sometimiento individual", así lo explicó el 19 de mayo Miguel Ceballos, Comisionado para la Paz, a Insight Crime.
¿No hay nadie que quiera sacar el coche del barrizal? "No hasta que no haya voluntad de acabar con un conflicto que les sirve a ambas partes, al ELN que impone su autoridad ilegal, y a las élites que pueden reordenar el territorio y sacar partido de ello", dice Luis Eduardo Celis y concluye que la realidad es que "ni el ELN ni el Gobierno de Iván Duque quieren la paz".
Pero en el Estado, como garante de la paz social, recae una responsabilidad especial: la de propiciar la paz, por Constitución. "No bajo el Gobierno de Iván Duque", dice Luis Eduardo Celis y explica por qué: "Porque este es un Gobierno que no está interesado en ampliar la democracia sino en restringirla".
(few)
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