Pantallas y mascarillas con válvula no frenan el coronavirus
1 de septiembre de 2020
Los avances contra la pandemia de COVID-19 podrían verse perjudicados por un mayor uso de estos elementos de protección.
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Un equipo de investigadores estadounidenses ha demostrado que ni las pantallas faciales ni las mascarillas N95 con válvula sirven para evitar la propagación del nuevo coronavirus, por lo que, advierten, su uso generalizado por parte del público podría tener efectos adversos en los esfuerzos por frenar la expansión de la pandemia de COVID-19.
El estudio, que pretende demostrar la escasa utilidad de las pantallas y las mascarillas con válvula (las famosas "mascarillas egoístas"), ha sido realizado en un laboratorio por investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Informáticas de la Universidad Atlántica de Florida (FAU), y se publica este martes (01.09.2020) en la revista Physics of Fluids.
Para hacer la demostración, los científicos emplearon iluminación con láser y una mezcla de agua destilada y glicerina para generar la niebla sintética que recreaba las gotas en aerosol que se exhalan al toser o estornudar.
Los resultados del estudio demostraron que, aunque las pantallas faciales bloquean el avance inicial del chorro, las gotas expulsadas se mueven alrededor del visor con relativa facilidad y se extienden por una gran área según sean las condiciones ambientales.
Por su parte, las simulaciones con mascarilla facial equipadas con una válvula de exhalación demostraron que un gran número de gotitas sin filtrar atravesaba mascarilla, reduciendo considerablemente su eficacia como medio de control del virus.
En Estados Unidos "estamos viendo una tendencia creciente a que las personas sustituyan las máscaras de tela o las quirúrgicas normales por pantallas de plástico transparente o mascarillas con válvulas de exhalación", advierte Siddhartha Verma, autor principal y profesor del Departamento de Ingeniería Oceánica y Mecánica de la FAU.
"Sin embargo, las pantallas faciales tienen espacios notables a lo largo de la parte inferior y los lados, mientras que las mascarillas con válvulas restringen el flujo de aire cuando se inspira, pero permiten la salida libre de aire", lamenta Verma.
eal (efe, nytimes.com)
Bordando historias: mascarillas indígenas andinas en Bolivia
En Bolivia, mujeres indígenas bordan mascarillas andinas que cuentan historias de su diario vivir. Las mascarillas buscan prevenir el contagio de coronavirus y revalorizar la cultura de los pueblos aymaras y quechuas.
Imagen: DW/Tania Frank
De la necesidad a la oportunidad
Filomena Mamani es una mujer indígenas de la cultura Mollo en la provincia Muñecas de La Paz. Es una de las bordadoras de las mascarillas andinas y cuenta que una necesidad para poder evitar el contagio de coronavirus se convirtió en una oportunidad para hacer conocer su cultura.
Imagen: DW/Tania Frank
Lana de oveja y tela de bayeta de la tierra
Filomena Mamani espera cada mañana la llegada de sus compañeras que vienen a su casa para bordar las mascarillas andinas. En la foto se la ve con una mascarilla andina con lana de oveja y tela de bayeta de la tierra.
Imagen: Tania Frank
Cinco a diez unidades al día
Filomena trabaja con 100 mujeres en el pueblo de Ticamuri y cada una de ellas elabora entre cinco a diez unidades al día. Estas singulares mascarillas están hechas de bayeta de la tierra, un tejido del Altiplano hecho de lana de animales del lugar. Virginia Lipa (a la izquierda) y Carmen Soruco ( a la derecha) viven en la comunidad de Tijimuri.
Imagen: DW/Tania Frank
Cultura tradicional
Verónica Mollo (parada) y Celestina Apaqui (sentada) bordadoras de la comunidad de Tijimuri. “Las hermanas de arriba traen las lanas de llama, de oveja en este sector también hay ovejas de eso lo hacemos también y con los mismos hilos hacemos los telares”, cuenta Filomena.
Imagen: DW/Tania Frank
Líder indígena y artesana
Una vez terminado los bordados, Filomena los envía hasta el pueblo de Ayata, donde se encuentra Ana Alicia Layme, un líder indígena, artesana que se encarga de coordinar el trabajo de las mujeres y explica que cada prenda cuenta una historia de cómo es la vida en su comunidad.
Imagen: DW/Tania Frank
Reflejando la vida de las mujeres andinas
“Promocionar el trabajo de una mujer como es aquí, por eso vas a ver en los bordados la mama cargando su guagüita (hijo) y haciendo hilando y eso es el diario vivir de la mujer siempre esta acompañada con un animal o con unas plantitas”, cuenta Ana Alicia Layme. En la foto: Elizabeth Khuno, bordadora y creadora de mascarillas andinas.
Imagen: DW/Tania Frank
1.700 unidades en siete días
Son 700 mujeres de 15 poblaciones que se dedican a bordar con prisa las mascarillas. Cada uno tiene un costo de 15 bolivianos (2 euros). Ana Alicia explica que en 7 días lograron vender más 1.700 unidades y que con su trabajo son visibles ante la sociedad. En la foto: Celestina Apaqui, artesana de la comunidad de Tijimuri.
Imagen: Tania Frank
De moda en La Paz
En la capital boliviana se ponen de moda los mascarillas andinas para poder evitar el contagio con el coronavirus. “Es cómodo, es calientito y bueno lo que más resalta aquí son los diseños mas que todo, los diseños los colores y así demostrando nuestra cultura boliviana”, cuenta la compradora local Itai González.
Imagen: DW/Tania Frank
Mascarillas andinas para el mundo
Por la pandemia las mascarillas son de uso obligatorio en Bolivia y quienes usan el barbijo andino sienten que están apoyando a promover su cultura. Las artesanas mujeres intentan ahora exportar sus mascarillas a los mercados internacionales. "Este es el trabajo de las mujeres que se está visibilizando en las artesanías y una oportunidad de hacernos conocer al mundo", subraya Ana Alicia Layme.