Nicaragua concede nacionalidad a expresidente salvadoreño
31 de julio de 2019
En El Salvador, Mauricio Funes (2009-2014) afronta cinco pedidos de arresto por estar acusado ante la justicia de varios delitos de corrupción.
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El Gobierno de Nicaragua otorgó este martes (30.07.2019) la nacionalidad al expresidente salvadoreño Mauricio Funes (foto), quien es acusado en su país de malversar más de 351 millones de dólares y que al convertirse en nicaragüense no podrá ser extraditado.
El Ministerio de Gobernación resolvió "otorgar la nacionalidad nicaragüense en calidad de nacionalizado al ciudadano Carlos Mauricio Funes Cartagena, originario de la República de El Salvador", publicó La Gaceta oficial.
Nicaragua también concedió la nacionalidad a la pareja de Funes, Ada Mitchell Guzmán Sigüenza, y a sus hijos Diego Roberto Funes Cañas y Carlos Mauricio Funes Velásco. La resolución fue refrendada por la ministra nicaragüense de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch.
Bukele: la justicia "tarde o temprano llega"
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, había dicho que en los primeros 100 días de su mandato llevaría a Funes al país para que respondiera por los delitos que se le imputan. Sin embargo, Funes aseguró este martes en Twitter que esa posibilidad se hace más remota al recibir la nacionalidad nicaragüense. "Ni hoy ni en los primeros 100 días de su gobierno (de Bukele) ni en años la extradición será posible", sostuvo.
Bukele reaccionó a la decisión de Managua a través de sus redes sociales: "a pesar de lo que muchos creen, Funes acaba de cometer un grave error" al adoptar la nacionalidad nicaragüense y agregó que la justicia "tarde o temprano llega".
Funes busca evitar la extradición
Al adquirir la nacionalidad nicaragüense, el exmandatario salvadoreño (2009-2014), que llegó a la Presidencia con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierdista), no podrá ser extraditado, ya que las leyes de Nicaragua impiden que dicho proceso sea aplicado a sus nacionales.
El expresidente reside en Nicaragua desde septiembre de 2016 junto con su hijo Funes Cañas y ambos perciben salarios del Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense que suman varios miles de dólares al mes. Funes solicitó asilo político al Gobierno de Daniel Ortega el 1 de septiembre pasado y, un día después, este le brindó una respuesta positiva.
De acuerdo con la Fiscalía salvadoreña, Funes formó en la Presidencia una red con la que desvió fondos a 8 cuentas bancarias particulares y de las que se sacaron más de 292 millones en efectivo.
También es procesado por el supuesto pago de sobornos al ex fiscal general Luis Martínez para evitar investigaciones, malversar fondos de la construcción de una represa, revelar un documento secreto del Gobierno de Estados Unidos y evasión de impuestos.
Las acciones de Ortega a favor de Funes han sido criticadas en Nicaragua, que vive una grave crisis sociopolítica desde abril de 2018 que ha dejado cientos de muertos.
FEW (EFE, AFP)
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Honduras, el reino de la fuerza bruta
En Honduras, entre diez y doce personas mueren a diario por causas violentas. Ese riesgo lleva a un segmento nada desdeñable de su población a huir en caravanas, con la vida por todo tesoro, hacia países menos inhóspitos
Imagen: Reuters/E. Garrido
De la fiesta, la resaca
En esta nación centroamericana, cada año suele empezar y terminar como los anteriores: con el silencio de los muertos y el llanto de los dolientes. Fuentes policiales informaron que al menos trece personas fueron asesinadas –diez de ellas con armas de fuego– durante las fiestas de Nochevieja y Año Nuevo. Las mismas celebraciones dejaron al menos veinte muertos en 2017.
Imagen: Reuters/E. Garrido
En las manos equivocadas
A lo largo de 2018, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) decomisó aproximadamente 2.400 armas de distinto calibre en territorio hondureño tras determinar que eran portadas ilegalmente. 123 de ellas, piezas de alto poder, eran utilizadas por bandas criminales. Un año antes, la cifra de armas de fuego decomisadas por tenencia ilegal fue de 3017.
Imagen: Reuters/E. Garrido
El saldo del negocio
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) sostiene que Honduras cerró 2018 con un saldo de 3.614 homicidios. Muchos de esos asesinatos son producto de la violencia asociada al narcotráfico. El año pasado, las autoridades locales decomisaron más de 8,7 toneladas de drogas y detuvieron a más de 12.000 personas, principalmente por vínculos con bandas criminales.
Imagen: Reuters/E. Garrido
Las pandillas del Triángulo Norte
Las autoridades de los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica –Honduras, Guatemala y El Salvador– planean asestarles duros golpes a las pandillas con la operación “Escudo Regional III”, que contempla allanamientos, decomisos, capturas y acciones penales públicas contra cabecillas y miembros de grupos como la Mara Salvatrucha MS-13 y Barrio 18 (dos integrantes en la foto).
Imagen: Reuters/E. Garrido
“Escudo Regional III”
La operación “Escudo Regional III” buscará echarles el guante a bandas responsables de “una gran cantidad de delitos de asesinato, homicidio en su grado de ejecución de tentativa, robo agravado, robo de vehículo agravado, adquisición de vehículo robado, uso ilegal de armas prohibidas, porte ilegal de arma de fuego comercial y asociación ilícita”, informó el Ministerio Público hondureño.
Imagen: picture-alliance/dpa
La “mano dura” estatal
No toda la violencia prevalente en Honduras es atribuida a las bandas criminales. Según varias organizaciones no gubernamentales, el Ejecutivo de Juan Orlando Hernández viola sistemáticamente los derechos humanos de quienes lo acusan de haber cometido fraude para garantizar su reelección como presidente en los comicios de noviembre de 2017. Se habla de asesinatos (38) y persecución política (465).
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Mujeres y niños primero
Unas 6.000 mujeres fueron asesinadas en Honduras entre 2002 y el primer semestre de 2018. Más del 90 por ciento de los casos está impune por falta de investigación, sostiene el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (CONADEH). Las mujeres y los niños suelen ser víctimas de las formas de violencia más disímiles: la de las bandas criminales y la ejercida por sus allegados en casa.
Imagen: Reuters/E. Garrido
Violencia de género
El CONADEH asegura que cientos de hondureñas se ven forzadas a abandonar sus hogares por amenazas de muerte, asesinatos de familiares, extorsión y por el reclutamiento forzoso de niños y adolescentes llevado a cabo por bandas criminales. Pero, además, las mujeres son vulnerables en sus propias casas y, cuando son asesinadas, los homicidas suelen dejar indicios de saña, crueldad y odio.
Imagen: Reuters/E. Garrido
La impunidad como motor
La Asociación para una Ciudadanía Participativa presentó un informe según el cual más del 90 por ciento de los asesinatos y las violaciones de los derechos humanos quedaron impunes en Honduras en 2018. A juicio de sus voceros, eso propicia la violencia al evidenciar la debilidad de las instituciones y le da impulso a la emigración masiva, por la desconfianza que inspira la Justicia local.
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¡Adiós, Honduras!
En diciembre de 2018, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicaron un atlas que refleja detalladamente los ciclos migratorios en el norte de Centroamérica. Según ese mapa, el número de hondureños que abandonaron su país aumentó en un 94 por ciento entre los años 2000 y 2010. Nada apunta a que ese éxodo amaine.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Pardo
Turismo improbable
El Gobierno de Estados Unidos les desaconseja a sus ciudadanos viajar a Honduras debido a los niveles de violencia que allí se registran. No obstante, el Ejecutivo de Donald Trump ha sido criticado por cancelar la protección migratoria especial concedida a 57.000 hondureños después de que el huracán “Mitch” devastara a su país en 1998; ellos sí que deberán regresar a esa realidad a corto plazo.